En la actualidad, cursan allí sus estudios más de 500 alumnos de los niveles inicial, primario y secundario.
Además del jefe comunal, también estuvieron presentes, entre otros, funcionarios de la Dirección Provincial de Educación (DIPREGEB); la presidenta del Concejo Deliberante de San Isidro, Rita Kuzis; la directora general de Educación Municipal, Prof. María de los Angeles Broggi, miembros del Consejo Escolar de San Isidro y concejales.
El acto programado tuvo lugar en la calle, frente al establecimiento educativo, donde alumnos, padres y vecinos se dieron cita para sumarse así a los festejos, que se inició con el descubrimiento y la bendición de placas conmemorativas en el vestíbulo del colegio, esta última tarea a cargo del sacerdote de la parroquia San José, Héctor Folix.
La celebración prosiguió en la calle donde en un tablado levantado al efecto se se ubicaron los abanderados y escoltas, oportunidad en que el intendente Posse aprovechó para donar la enseña del municipio y que se sumó a la de la Nación y a la del colegio.
Tras la entonación del Himno nacional, habló el ex alumno Renato Moscatello, quien recordó su paso por el San Juan Bosco, donde luego estudiaron sus hijos y seguramente lo harán sus nietos.
Luego hizo uso de la palabra el director del nivel Primario Rubén Guisoni, quien historió la trayectoria del establecimiento desde sus orígenes, a iniciativa de los fundadores, inmigrantes italianos que llegaron a la Argentina en los años ’50.
Tras él habló la inspectora de la DIPREGEB, Alicia Amín, para destacar la labor que viene cumpliendo el colegio y finalmente habló el intendente Posse. El jefe comunal expresó “La razón de mi presencia es dar testimonio de nuestro agradecimiento como municipio al esfuerzo de los fundadores de esta institución, a los que continuaron con esa tarea y a los que seguirán en este camino”.
“Y a los chicos deseo brindarles el siguiente mensaje: los papás y los alumnos que estuvieron antes han hecho un esfuerzo muy grande, junto con esta comunidad educativa para que pudiesen elegir la manera de aprender, la intensidad y la calidad de los contenidos. Ese esfuerzo, acompañados por los docentes y no docentes, es entonces homenajeado y celebrado por toda la comunidad de Villa Adelina, agradeciéndoles la labor de estos 50 años”, concluyó.
Finalizada esta parte del programa, la fiesta continuó en el interior del edificio al son de una “comparsa carnavalera”, imitación de un conjunto protagonizada por alumnos disfrazados del primero al séptimo grado, generando ternura y algarabía entre los concurrentes al festejo.
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