Se registran aumentos en la sombra, en la hotelería y en la gastronomía con relación al último año. El entretenimiento, sin cambios
Empresarios y autoridades de la Costa esperan este verano con optimismo: sostienen que todos los esfuerzos se pusieron en mantener los precios de la temporada anterior con el objeto de obtener una mayor cantidad de visitantes que entonces, cuando las cifras no fueron las esperadas. Como consecuencia de esta situación, los principales destinos turísticos bonaerenses presentarán este año un tarifario similar al de la última temporada en materia de alquileres y el mismo panorama se espera en el área del entretenimiento. Como contraparte, se espera que haya aumentos en lo que tiene que ver con alimentación, hotelería y alquiler de sombra si se comparan los precios con los del año anterior.
Según indica Susana Andrada, desde el Centro de Educación del Consumidor (CEC), "es natural que esto suceda porque los precios de los alquileres en las localidades balnearias se autorregulan por una oferta diversificada, no monopolizada y manejada por los propietarios. En cambio en lo que tiene que ver con otros rubros, como los alimentos, el tema es más delicado, porque allí pesa la influencia de la inflación anual, así que se pueden esperar aumentos de alrededor del 20% o incluso más".
En tanto, el presidente del Ente Municipal de Turismo (EMTUR), de Mar del Plata, Pablo Fernández, indicó que a partir de un acuerdo al que llegaron las inmobiliarias nucleadas en el Colegio de Martilleros de Mar del Plata, los precios de los alquileres serán este año los mismos que el año anterior, aunque se registrarán aumentos en el alquiler de sombra (del orden del 12%, según la cifra manejada por la Cámara que nuclea a los prestadores) y en la hotelería (de alrededor del 10%).
En tanto, en lo que tiene que ver con la comida, comerciantes y autoridades de distintos balnearios indicaron que cabe esperar un aumento de entre el 15% y el 20% con relación a la temporada anterior.
Por caso, comer una comida rápida (hamburguesa con papas fritas acompañadas por una gaseosa) en Villa Gesell costará entre 15 y 20 pesos y una porción de rabas 30$. En el Partido de la Costa, un menú en un tenedor libre ascenderá a los 22 pesos y en Pinamar, comer una gaseosa en la playa costará 25$, mientras que un almuerzo con bebida y postre se pagará alrededor de 60 pesos.
Para Fernández, los aumentos serán muy moderados, y el poder de la comparación, relativo: "no habría que comparar los precios de año a año, sino de destino a destino. Si se hiciera así, se comprobaría que comer en Mar del Plata en plena temporada puede llegar a ser más barato que hacerlo en Buenos Aires o La Plata. Mar del Plata es una ciudad que dispone de 390.000 camas hoteleras y extrahoteleras, con una gran oferta y en esa gran oferta la diversidad de precios es muy grande. Y esta temporada se puede comer por precios que van de los 25 pesos en adelante".
Lo cierto es que se extiende en la costa la idea de que los precios de este verano serán más competitivos que el año pasado frente a otros destinos, como los brasileros y uruguayos. Y en los distintos balnearios dicen que esto ya se nota en un incremento de las consultas de entre un 25 y un 30%.
Estadias
En la Costa no sólo están conformes con un nivel de reservas que, a esta altura, supera al de la temporada anterior. También destacan que las estadías promedio se extienden de tres días a una semana
Empresarios y autoridades de la Costa esperan este verano con optimismo: sostienen que todos los esfuerzos se pusieron en mantener los precios de la temporada anterior con el objeto de obtener una mayor cantidad de visitantes que entonces, cuando las cifras no fueron las esperadas. Como consecuencia de esta situación, los principales destinos turísticos bonaerenses presentarán este año un tarifario similar al de la última temporada en materia de alquileres y el mismo panorama se espera en el área del entretenimiento. Como contraparte, se espera que haya aumentos en lo que tiene que ver con alimentación, hotelería y alquiler de sombra si se comparan los precios con los del año anterior.
Según indica Susana Andrada, desde el Centro de Educación del Consumidor (CEC), "es natural que esto suceda porque los precios de los alquileres en las localidades balnearias se autorregulan por una oferta diversificada, no monopolizada y manejada por los propietarios. En cambio en lo que tiene que ver con otros rubros, como los alimentos, el tema es más delicado, porque allí pesa la influencia de la inflación anual, así que se pueden esperar aumentos de alrededor del 20% o incluso más".
En tanto, el presidente del Ente Municipal de Turismo (EMTUR), de Mar del Plata, Pablo Fernández, indicó que a partir de un acuerdo al que llegaron las inmobiliarias nucleadas en el Colegio de Martilleros de Mar del Plata, los precios de los alquileres serán este año los mismos que el año anterior, aunque se registrarán aumentos en el alquiler de sombra (del orden del 12%, según la cifra manejada por la Cámara que nuclea a los prestadores) y en la hotelería (de alrededor del 10%).
En tanto, en lo que tiene que ver con la comida, comerciantes y autoridades de distintos balnearios indicaron que cabe esperar un aumento de entre el 15% y el 20% con relación a la temporada anterior.
Por caso, comer una comida rápida (hamburguesa con papas fritas acompañadas por una gaseosa) en Villa Gesell costará entre 15 y 20 pesos y una porción de rabas 30$. En el Partido de la Costa, un menú en un tenedor libre ascenderá a los 22 pesos y en Pinamar, comer una gaseosa en la playa costará 25$, mientras que un almuerzo con bebida y postre se pagará alrededor de 60 pesos.
Para Fernández, los aumentos serán muy moderados, y el poder de la comparación, relativo: "no habría que comparar los precios de año a año, sino de destino a destino. Si se hiciera así, se comprobaría que comer en Mar del Plata en plena temporada puede llegar a ser más barato que hacerlo en Buenos Aires o La Plata. Mar del Plata es una ciudad que dispone de 390.000 camas hoteleras y extrahoteleras, con una gran oferta y en esa gran oferta la diversidad de precios es muy grande. Y esta temporada se puede comer por precios que van de los 25 pesos en adelante".
Lo cierto es que se extiende en la costa la idea de que los precios de este verano serán más competitivos que el año pasado frente a otros destinos, como los brasileros y uruguayos. Y en los distintos balnearios dicen que esto ya se nota en un incremento de las consultas de entre un 25 y un 30%.
Estadias
En la Costa no sólo están conformes con un nivel de reservas que, a esta altura, supera al de la temporada anterior. También destacan que las estadías promedio se extienden de tres días a una semana
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