Los principales son la malversación de activos, el robo de activos corporales, el fraude contable y la corrupción. La primera categoría es la más frecuente.
De acuerdo con una encuesta realizada por PricewaterhouseCoopers en 54 países, las empresas constatan un fuerte incremento de los delitos económicos debido a la crisis. La quinta versión de la Global Economic Crime Survey interrogó a 3037 responsables empresariales, de los cuales un 30 % se declaró víctima de un delito económico durante los últimos 12 meses, el 27 % declaró un perjuicio igual o superior a US$ 500.000, y un 25 % por más de un millón.
En su encuesta, PricewaterhouseCoopers distingue varias categorías de delitos económicos que perjudican a las empresas: malversación de activos o robo de activos corporales, fraude contable y corrupción son los tres delitos principales.
La primera categoría es ampliamente la más frecuente, con un 67 % de las empresas encuestadas que se dice afectado por acciones de este tipo, frente a un 70 % el año pasado. Luego viene el fraude contable (38 % frente a 27 % del año pasado, el triple de 2003).
Entre los más afectados se destacan las empresas canadienses, con 56 % y las británicas con 43 %, lejos de Italia que se sitúa entre los menos afectados con un 19 %, al mismo nivel que Suecia. La corrupción llega en tercer lugar, con un 27 % frente a un 30 % en 2008.
También hay que señalar el lavado de activos (12 %) y el espionaje (3 %), anotando sin embargo que este último es difícilmente cuantificable.
El 53 % de los actos criminales son cometidos por personas internas a la empresa, y el 44 % por actores externos. El estudio demuestra claramente que la crisis multiplicó la exposición de las empresas frente a los crímenes económicos, sin importar su sector o talla.
De acuerdo con una encuesta realizada por PricewaterhouseCoopers en 54 países, las empresas constatan un fuerte incremento de los delitos económicos debido a la crisis. La quinta versión de la Global Economic Crime Survey interrogó a 3037 responsables empresariales, de los cuales un 30 % se declaró víctima de un delito económico durante los últimos 12 meses, el 27 % declaró un perjuicio igual o superior a US$ 500.000, y un 25 % por más de un millón.
En su encuesta, PricewaterhouseCoopers distingue varias categorías de delitos económicos que perjudican a las empresas: malversación de activos o robo de activos corporales, fraude contable y corrupción son los tres delitos principales.
La primera categoría es ampliamente la más frecuente, con un 67 % de las empresas encuestadas que se dice afectado por acciones de este tipo, frente a un 70 % el año pasado. Luego viene el fraude contable (38 % frente a 27 % del año pasado, el triple de 2003).
Entre los más afectados se destacan las empresas canadienses, con 56 % y las británicas con 43 %, lejos de Italia que se sitúa entre los menos afectados con un 19 %, al mismo nivel que Suecia. La corrupción llega en tercer lugar, con un 27 % frente a un 30 % en 2008.
También hay que señalar el lavado de activos (12 %) y el espionaje (3 %), anotando sin embargo que este último es difícilmente cuantificable.
El 53 % de los actos criminales son cometidos por personas internas a la empresa, y el 44 % por actores externos. El estudio demuestra claramente que la crisis multiplicó la exposición de las empresas frente a los crímenes económicos, sin importar su sector o talla.
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