Fue durante una reunión que mantuvo este mediodía junto a legisladores y concejales bonaerenses. Pidió mantener la unidad "que permitió ganar las elecciones de 2009", frase que para muchos de los presentes significó una invitación a sellar acuerdos con los peronistas díscolos de sus comunas, aunque a nivel nacional todavía caminan por separado.
Junto a la mayoría de su Gabinete, Mauricio Macri enfrentó ayer al mediodía en el Hotel Ramada de Vicente López a legisladores y concejales de la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de convencerlos de que nada tiene que ver con una supuesta red de espionaje ilegal y, sobre todo, que la causa judicial que enfrenta por esa acusación no complica sus chances presidenciales.
Pero entre arenga y arenga, tiró una definición que retumbó en los oídos de los presentes. “Vamos a trabajar para repetir el éxito de 2009. Donde se pueda, hay que conservar la unidad”, solicitó, según relato a LPO un legislador que siguió sus palabras.
Aunque no dio nombres propios, para los bonaerenses del Pro esa frase fue una invitación a avanzar en acuerdos locales y regionales con los peronistas díscolos, que en la provincia tienen como referentes a Francisco De Narváez y a los candidatos presidenciales Felipe Solá y Eduardo Duhalde.
Con matices y broncas pasajeras, todos trabajaron el año pasado en la campaña de Unión Pro que venció a Néstor Kirchner en las elecciones legislativas.
Un acuerdo en la provincia entre el PJ disidente y el Pro podría ser la antesala de un pacto posterior para la contienda presidencial, un anhelo que persiguen Humberto Schiavone y el diputado provincial Jorge Macri, quienes organizan recorridas semanales del jefe de Gobierno en distintas partes del país. El último fue este mismo viernes, cuando tras hablar en Vicente López partió para Salta.
Otro sector del Pro prefiere mayor mesura para hablar del tema alianzas aunque ya no las descartan. Uno de los representantes de este espacio es el ministro de Hacienda porteño y referente del Pro en Lanús, Néstor Grindetti, quien planteó la necesidad de afianzar la unidad interna del partido.
“Debemos consolidar el crecimiento del espacio, sosteniendo las alianzas. No hay que perder de vista la cuestión principal que nos convoca: que Mauricio Macri sea presidente en el 2011”, advirtió. El diputado provincial RamiroTagliaferro declaró en igual sintonía: “Cada vez estoy más convencido que el 2011 es Kirchner o Macri”´, señaló.
La unidad entre peronistas no K y el Pro se mantiene firme en la Legislatura bonaerense, donde Unión Pro tiene bloque propio con 7 senadores y 15 diputados, de cuales son macristas dos (Ricardo Zamperetti y Julio Asseff) y cinco (Macri, Tagliaferro, Orlando Yans, Julio Garro y Gladys Monzón) respectivamente.
El martes no faltó ninguno a la reunión que Francisco De Narváez tuvo con ambas bancadas en La Plata, en la que nada se habló del procesamiento al jefe de Gobierno, según confiaron a LPO fuentes de los bloques.
La nostalgia de Macri por Unión Pro llegó justo después de que se conociera una reunión entre el jefe de Gobierno con los principales referentes del peronismo no K: Duhalde, Solá, De Narváez y Carlos Reutemann, realizada en el domicilio del Ceo de Clarín Héctor Magnetto.
“Las escuchas no le importa a nadie”
La jornada comenzó con la muestra de mediciones de Mora Jozzami, de la consultora de Julio Aurelio; y Santiago Rossi, de Mora Araujo. La primera demostraba que el 60% de la población ignoraba el procesamiento contra Macri y la segunda daba cuenta de indicadores sociales que le abrían la oportunidad a un triunfo opositor el año que viene.
“Mal que les pese, a la gente no le importa”, bramó el jefe de Gabinete macrista Horacio Rodríguez Larreta, parafraseando al Jaime Durán Barba, el consultor que más escucha Macri.
El funcionario explicó cada detalle de la causa y abusó de ironías para ratificar la inocencia de Macri. “Las escuchas las pidieron dos jueces de Misiones y las hizo la Side. ¿Qué tiene que ver Macri?”, se preguntó.
Del Gabinete porteño también estaban el secretario General Marcos Peña y el ministro de Seguridad Guillermo Montenegro, aspirante del Pro para convertirse en el próximo intendente de San Isidro.
Del Congreso arribaron los diputados Gladys González, Cristian Gribaudo y Lidia “Pinki” Satragno. Concejales de toda la provincia completaron el salón, cubierto con cerca de cien personas.
Macri también usó ironías. “¿Con su pericia Oyarbide comprobará si estoy loco?”, bromeó, en referencia al análisis mental que el juez pediría para el jefe de Gobierno. Después pidió por Unión Pro y dejó claro que seguirá su camino con horizonte en la Casa Rosada.
Junto a la mayoría de su Gabinete, Mauricio Macri enfrentó ayer al mediodía en el Hotel Ramada de Vicente López a legisladores y concejales de la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de convencerlos de que nada tiene que ver con una supuesta red de espionaje ilegal y, sobre todo, que la causa judicial que enfrenta por esa acusación no complica sus chances presidenciales.
Pero entre arenga y arenga, tiró una definición que retumbó en los oídos de los presentes. “Vamos a trabajar para repetir el éxito de 2009. Donde se pueda, hay que conservar la unidad”, solicitó, según relato a LPO un legislador que siguió sus palabras.
Aunque no dio nombres propios, para los bonaerenses del Pro esa frase fue una invitación a avanzar en acuerdos locales y regionales con los peronistas díscolos, que en la provincia tienen como referentes a Francisco De Narváez y a los candidatos presidenciales Felipe Solá y Eduardo Duhalde.
Con matices y broncas pasajeras, todos trabajaron el año pasado en la campaña de Unión Pro que venció a Néstor Kirchner en las elecciones legislativas.
Un acuerdo en la provincia entre el PJ disidente y el Pro podría ser la antesala de un pacto posterior para la contienda presidencial, un anhelo que persiguen Humberto Schiavone y el diputado provincial Jorge Macri, quienes organizan recorridas semanales del jefe de Gobierno en distintas partes del país. El último fue este mismo viernes, cuando tras hablar en Vicente López partió para Salta.
Otro sector del Pro prefiere mayor mesura para hablar del tema alianzas aunque ya no las descartan. Uno de los representantes de este espacio es el ministro de Hacienda porteño y referente del Pro en Lanús, Néstor Grindetti, quien planteó la necesidad de afianzar la unidad interna del partido.
“Debemos consolidar el crecimiento del espacio, sosteniendo las alianzas. No hay que perder de vista la cuestión principal que nos convoca: que Mauricio Macri sea presidente en el 2011”, advirtió. El diputado provincial RamiroTagliaferro declaró en igual sintonía: “Cada vez estoy más convencido que el 2011 es Kirchner o Macri”´, señaló.
La unidad entre peronistas no K y el Pro se mantiene firme en la Legislatura bonaerense, donde Unión Pro tiene bloque propio con 7 senadores y 15 diputados, de cuales son macristas dos (Ricardo Zamperetti y Julio Asseff) y cinco (Macri, Tagliaferro, Orlando Yans, Julio Garro y Gladys Monzón) respectivamente.
El martes no faltó ninguno a la reunión que Francisco De Narváez tuvo con ambas bancadas en La Plata, en la que nada se habló del procesamiento al jefe de Gobierno, según confiaron a LPO fuentes de los bloques.
La nostalgia de Macri por Unión Pro llegó justo después de que se conociera una reunión entre el jefe de Gobierno con los principales referentes del peronismo no K: Duhalde, Solá, De Narváez y Carlos Reutemann, realizada en el domicilio del Ceo de Clarín Héctor Magnetto.
“Las escuchas no le importa a nadie”
La jornada comenzó con la muestra de mediciones de Mora Jozzami, de la consultora de Julio Aurelio; y Santiago Rossi, de Mora Araujo. La primera demostraba que el 60% de la población ignoraba el procesamiento contra Macri y la segunda daba cuenta de indicadores sociales que le abrían la oportunidad a un triunfo opositor el año que viene.
“Mal que les pese, a la gente no le importa”, bramó el jefe de Gabinete macrista Horacio Rodríguez Larreta, parafraseando al Jaime Durán Barba, el consultor que más escucha Macri.
El funcionario explicó cada detalle de la causa y abusó de ironías para ratificar la inocencia de Macri. “Las escuchas las pidieron dos jueces de Misiones y las hizo la Side. ¿Qué tiene que ver Macri?”, se preguntó.
Del Gabinete porteño también estaban el secretario General Marcos Peña y el ministro de Seguridad Guillermo Montenegro, aspirante del Pro para convertirse en el próximo intendente de San Isidro.
Del Congreso arribaron los diputados Gladys González, Cristian Gribaudo y Lidia “Pinki” Satragno. Concejales de toda la provincia completaron el salón, cubierto con cerca de cien personas.
Macri también usó ironías. “¿Con su pericia Oyarbide comprobará si estoy loco?”, bromeó, en referencia al análisis mental que el juez pediría para el jefe de Gobierno. Después pidió por Unión Pro y dejó claro que seguirá su camino con horizonte en la Casa Rosada.
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