Los controles de precios en petróleo y gas hicieron caer la producción y exportación (en 2013 las importaciones rondarán los 10.000 millones de dólares); -destruyeron la producción, el consumo y la exportación de carne vacuna; -impidieron el crecimiento de la producción lechera y las exportaciones; -destrozaron el transporte ferroviario, etc. etc. Hace pocos días el Gobierno decidió congelar los precios en los supermercados hasta el 1° de abril de 2013 que para la ciudadanía es escribir en el agua, y generará desabastecimiento, mercado negro y corrupción.
La Constitución dispone:- “Todos los habitantes gozan del derecho de trabajar y ejercer toda industria lícita…conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio” (Art.14). Y:- “Los derechos reconocidos en los artículos anteriores, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio” (Art.28).
Los controles de precios impiden de hecho el derecho a trabajar y ejercer una industria lícita. No interesan los argumentos sacados de interpretaciones o resquicios legales, como hacía Salvador Allende, que se suicidó después de provocar una revolución. Los controles que impiden trabajar son inconstitucionales.
Los trabajadores y empresarios deben ser duros defendiendo su derecho y recurrir a la Justicia, tantas veces como sea necesario, hasta que se los restituya. Los constitucionalistas deben defender el espíritu de la Constitución.
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