Durante la reunión de un grupo de vecinos en el Concejo, se hizo pública la existencia de un informe fechado en agosto, en el cual se mencionó la posibilidad de una gran crecida. Los titulares de la entidad pedían la intervención del Ministerio de Infraestructura provincial y de cualquier otro organismo
Durante la inundación ocurrida a fines de octubre, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios desempeñó una tarea fundamental en el socorro de los miles de vecinos que sufrieron las consecuencias de un desastre natural agravado por intervenciones humanas. Sin embargo, la institución también cumplió su parte en la tarea de prevención, aunque ese planteo no fue escuchado.
Tres meses antes de la crecida, Bomberos elevó un documento a la Presidencia del Concejo Deliberante alertando sobre la posibilidad concreta de una gran inundación como las ocurridas en 1967, 1985 y 1993. El texto planteaba la necesidad de actualizar los conocimientos referidos al comportamiento del río para dar una respuesta efectiva y planificada a las personas que podían resultar damnificadas.
La existencia de la comunicación se hizo pública la semana pasada, en el marco de una reunión que la organización “Inundados de Luján” mantuvo en el recinto del Concejo. Desde fines del año pasado, ese grupo de vecinos trabaja en la difusión de las transformaciones que sufrió la cuenca en las últimas décadas y el impacto que esas modificaciones tienen en el agravamiento de las inundaciones, especialmente en la zona de Luján.
El 6 de agosto, Bomberos expresaba a los concejales la imperiosa necesidad de “estudiar, evaluar y conocer el comportamiento del río, luego de la construcción de la Autopista del Oeste con un puente sobre su traza, a lo que se agrega el crecimiento demográfico y edilicio en zonas próximas al río, con escaso o ningún control”.
A modo de antecedente, se planteaba “la gran preocupación que existe en la jefatura del Cuerpo, compartida por los integrantes del Cuerpo Activo y del Consejo Directivo de la institución”. A partir de esa descripción, Bomberos exponía la importancia de trabajar para minimizar las vicisitudes que podían sufrir los vecinos afectados. Además remarcaban que conocer el comportamiento del río ante fuertes precipitaciones iba a permitirles “actuar ordenadamente y con la mayor eficacia posible”.
“La preocupación se basa en la falta, desde hace varios años, de un relevamiento confiable del tema desarrollado, y a la escasa o falta de mantenimiento de la limpieza del cauce y de sus costas, como ocurrió hace varios años, la que no se practicó en todo su curso ni en la desembocadura”, expresaba Bomberos.
Como cierre del escrito, la entidad manifestaba “nuestra colaboración y participación en todo aquello en que se nos considere útiles, tanto los integrantes del Cuerpo Activo como del Consejo Directivo”. Por otra parte, se consideraba de importancia “la participación del Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, a través de la Dirección Provincial de Saneamiento y Obra Hidráulica, sin descartar cualquier otro ente que colabore en este anteproyecto”. Además, “se nos ocurre conveniente que otros partidos de la cuenca del río –como Suipacha, Mercedes y Pilar (entre otros) lo tomen como propio sin desconocer que en cada uno de ellos los efectos son distintos por la proximidad del radio urbano con el cauce del río”. (El Civismo).
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