Habitualmente, el término “grasas” tiene una connotación negativa, por su fama de perjudicial para el organismo. Sin embargo, existen distintos tipos de grasas que se clasifican según su estructura química y sus efectos para la salud: Saturadas, Insaturadas y Trans.
Habitualmente, el término “grasas” tiene una connotación negativa, por su fama de perjudicial para el organismo. Sin embargo, existen distintos tipos de grasas que se clasifican según su estructura química y sus efectos para la salud: Saturadas, Insaturadas y Trans. La licenciada Adriana Immerso, Nutricionista del equipo de OCMI (Obesidad y Cirugía Mini Invasiva), brinda consejos para su consumo adecuado:
Grasas Saturadas:
- Se encuentran en alimentos de origen animal como las carnes, vísceras, embutidos, piel de pollo, lácteos enteros, yema de huevo, panceta, manteca, chocolate y pastelería.
- Aumentan el nivel de colesterol LDL (colesterol malo).
Recomendación: reducir su consumo a menos del 10% de la ingesta calórica diaria.
Grasas Insaturadas:
- Se dividen en Monoinsaturadas (Omega 9) y Poliinsaturadas (Omega 3 y Omega 6). Las primeras se encuentran en el aceite de oliva y canola, aceitunas, frutos secos (avellanas y almendras), palta y cortes magros del cerdo. Las segundas, en pescados de aguas frías (caballa, arenque, salmón, sardinas y atún), semillas de lino y chía que contienen Omega 3, aceite de girasol y maíz, germen de trigo y frutos secos (nueces) y semillas de girasol que contienen Omega 6.
- Disminuyen el nivel de colesterol total cuando reemplazan a las grasas saturadas.
Recomendación: aumentar el consumo de grasas monoinsaturadas, del 10 al 15% de la ingesta diaria, y de grasas poliinsaturadas, del 7 al 10%. Combinar aceites de oliva, canola, girasol y maíz. Los ácidos grasos Omega 3 ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares, arritmia y muerte súbita.
Grasas Trans:
- Se encuentran en las carnes y grasa animal, leches y derivados, frituras, productos de copetín, margarinas sólidas, golosinas, aderezos comerciales, galletitas y amasados de panadería industrial.
- Elevan el nivel de colesterol LDL y tienden a acumularse en diversos tejidos, como por ejemplo el músculo cardíaco.
Recomendación: disminuir al máximo su consumo eligiendo alimentos que no las contengan y usar métodos de cocción que no requieran grasa (vapor, horno, parrilla, plancha y microondas).
En los adultos sedentarios, las grasas deben aportar un 30% del consumo energético diario y un 35% en los que llevan una vida activa. En el caso de las personas obesas, la Lic. Immerso recomienda seleccionar cuidadosamente los alimentos ricos en grasas Monoinsaturadas y Poliinsaturadas provenientes de carnes magras como vaca, pollo y pescados de aguas frías, mariscos, lácteos descremados y sólo 2 cucharadas de aceite de oliva, maíz o girasol al día para condimentar. Asimismo, destaca la importancia de reducir al máximo los amasados de pastelería, fiambres, embutidos y productos de copetín.
“La carne de cerdo argentina tiene un alto contenido de grasa monoinsaturada. Recomiendo elegir cortes magros como solomillo, cuadrada, carré y bola de lomo. Pueden incorporarse a la alimentación diaria sin inconveniente”, asegura la especialista.
De esta manera, el Programa OCMI continúa informando a la comunidad sobre la importancia de los cambios en los hábitos alimenticios y así acompañar a los pacientes en pos de una mejor calidad de vida. (Asteriscos TV).
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