En un nuevo caso de violencia de género, el sujeto no respeta la restricción perimetral y encima, pone en riesgo la vida de sus siete hijos. Luego de una discusión, y producto de un ataque de ira, el cobarde sujeto incendió la humilde vivienda, ubicada en Grand Bourg, reduciéndola en cenizas.
Dos “camitas” para ocho personas es demasiado poco. Aunque varias de ellas sean chiquitos, no es posible vivir así.
De esa manera atraviesan sus días una mujer y sus siete hijos luego de que su ex pareja, en un ataque de ira, les incendiara la casilla en la que vivían, en Grand Bourg.
Por eso, necesitan la ayuda de todos para reconstruir su vivienda. Además, y por sobre todo, necesitan seguridad, porque el sujeto los sigue acosando. Los días para Lorena Roda y para sus siete hijos, de entre 2 y 19 años, uno de los cuales es discapacitado, se volvieron un calvario cada vez difícil de soportar desde que el 30 de enero la ex pareja de la mujer y padre de sus tres pibes más chicos les prendiera fuego la “casillita chiquita” que habitaban en Ambrosetti 415, Grand Bourg.
Aunque ninguno sufrió heridas porque no estaban en el lugar, desde entonces no pueden dormir en paz. “Hacía tres o cuatro meses que nos habíamos separado, él no se quería ir”, le contó Roda, de 33 años, a Crónica, a la vez que relató los innumerables hechos de violencia de los que era víctima.
“Me pegaba, sobre todo, los fines de semana, porque tomaba mucho. Estuvimos ocho años en pareja y al año del nacimiento de nuestro primer hijo, que hoy tiene cinco, me empezó a pegar porque descubrí que se drogaba”, contó.
Esta situación de constante violencia llevó a la mujer a decidir terminar con la relación, aunque ya habían pasado varios años de tormentos.
Sin respiro
Aunque el acusado de incendiar la vivienda, al que identificó como Gabriel Lorenzo, ya no vivía con ellos y tenía una restricción de acercamiento, que nunca cumplió, aprovechó un momento en el que nadie estaba en la casa para prenderla fuego.
“Andaba diciendo en el barrio que iba a prender fuego la casa y en cinco minutos vino y lo hizo”, lamentó Roda, quien, a partir de ese momento, soporta los días junto a sus chicos en “dos camitas en las que dormimos todos”.
“Hice las denuncias, pero la policía no hace nada, ¿Qué están esperando, que me mate?”, se preguntó.
Mientras tanto, Lorena necesita la ayuda de todos para poder reconstruir su vida y la de sus chicos.
Por eso, cualquier elemento que se les pueda acercar será de suma utilidad para vivir con alguna comodidad mayor, hasta que puedan volver a tener una vivienda confortable.
Quien tenga la posibilidad de brindarles una mano a esta mujer y a sus siete hijos, puede comunicarse con ellos al teléfono 11 3897 5937. Cualquier ayuda, por poco que sea, será de enorme utilidad para esta familia en problemas. (Crónica).
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