De vez en cuando, el hombre se asusta ante sucesos naturales: terremotos, tsunamis, erupciones de volcanes, intensas lluvias, Etc., Etc. Pero cuando el tiempo pasa, todo queda en el recuerdo de los afectados, y de quienes llevan las estadísticas. la ciencia logro detectar estos hechos con anticipación, pero son pocas las veces que se pudo evitar. Si quizás atemperar, y que el daño sea menor: por ejemplo, en la cantidad de víctimas.
Las guerras mundiales, 1º y 2º, se llevó la vida de millones de personas civiles y militares; la bomba “H” destrozó a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, con sus habitantes adentro, y los que se “salvaron” sufrieron y sufren las consecuencias, hasta los días actuales.
La “solución final”, costo vidas de millones de israelitas. El exterminio del pueblo armenio. La casi eliminación de los pueblos originarios. Las dictaduras que eliminaron, generaciones de ciudadanos en muchos sus países.
La opresión del colonialismo, que esclavizó a naciones que todavía no se liberan de algunas ataduras.
Explotación de las naciones africanas condenadas al hambre, guerras y falta de futuro.
A través de los siglos, han existido personajes y visionarios, que han pronosticado un montón de hechos. Algunos ya han ocurrido, otros no. Unos han sido tomados con cierto respeto (Nostra-damus, Parravicini), otros directamente fueron desvalorizados.
El hombre de hoy paga cara su falta de fe, de creencia. Descree de la religión, de las diversas iglesias y de los hombres que la representan. Se reniega de Dios en público y acude a el en oraciones en privado.
Todo hombre y mujer, tiene el derecho a expresarse, hay gente que tiene el don de predecir y proyectar, con pruebas y datos reales. Entonces la pregunta del millón…. ¿Porque no se los toma más en serio? ¿O por lo menos consultar su visión?
Hay muchos y es válido que no creen en la astrología.
Otros no quieren saber, que va a pasar. Hay quienes preguntan si van a ganar la lotería, o si van a ser exitosos en el futuro. Han existido, existen y existirán, determinados “elegidos”, Aschira, Horángel, Ludovica Squirru, Blanca Curi, Etc., Etc., que han publicado libros durante años, y han vendido por miles. ¿Saben porqué? Porque la gente necesita creer en algo o en alguien.
Y aquí separó lo material de lo espiritual, ubicando a cada uno en su lugar.
No ha dejado de creer el hombre, ha cambiado sus elecciones: El Gauchito Gil, San la muerte y otros, tienen sus seguidores.
Pero el materialismo, el capitalismo, se han adueñado de nuestras vidas. Aquello de que tres cosas hay en la vida: Salud, dinero y amor, se ha desvirtuado en estos días. La salud se convirtió en un gran negocio y en muchos aspectos se ha privatizado y/o desfinanciado. Al dinero se lo ha puesto como principal objetivo.
Del amor hay cada vez menos señales. Familias desconectadas, con valores perdidos, violencia de género, vidas que no tienen posibilidades de cultura, poca oportunidad laboral, y un futuro incierto. Hemos ido en contra de todos los órdenes naturales, destrozamos cada uno desde distinto niveles, el orden de la naturaleza.
Contaminado el medio ambiente. Eliminado el mundo animal. Deforestación de todo por ambición.
Las aguas, ríos, mares, océanos, parecen una cloaca. Entonces porque no pensar que el hombre atacó una vez más. Pero ésta vez el planeta se defendió y busca recobrar su lugar, y nos obliga a una cuarentena, nos desvistió totalmente, para que el espejo nos devuelva la terrible imagen de lo que somos: la especie más depredadora, peligrosa y exterminadora.
En pocos días todos los estudios muestran que el aire está más oxigenado, las aguas más transparentes. Se empezaron a ver especies por lugares donde hace años que no se veían.
Es otro aviso para tener en cuenta. Será posible atenderlo como corresponde? O volveremos a lo mismo? Al consumo, al capitalismo y a continuar con la tarea de destruir, lo que queda del planeta.
Hace cinco años, Bill Gates lo anticipo y no lo escucharon. Justo el que les proveyó de tanta tecnología.
Los sábados y/o domingos no pasa el recolector de basura. El lunes, salir a dejar las bolsas con nuestros desechos y se puede observar los kilos de basura.
Recordemos entonces aquella película “Una pequeña gran vida...”. Que la naturaleza nos ampare y sea benévola con todos nosotros y perdone nuestros pecados.
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