PERGAMINO, Diciembre 11, (PUNTO CERO-La Opinión) El intendente fue muy cauto a la hora de evaluar los actuales índices delictivos de la ciudad, que experimentan un descenso. Se fundó en el carácter cíclico de este fenómeno para advertir que "la calma de hoy no presagie una tormenta para mañana".
Habló de la función de la Policía y fue muy crítico con la Justicia, al quejarse de que ese estamento del Estado no tiene órganos que controlen a los funcionarios. Adelantó que podría cerrar el Centro de Menores Portal del Sol.
El de la inseguridad es un tema que no pierde vigencia a pesar de que hay etapas donde el delito a gran escala parece dar un respiro.
Por momentos se mantienen en escena innumerables hechos, algunos extremadamente graves, y generalmente tras un pico de furor se recobra cierta pasividad, aunque la calma nunca es total.
Por estos días se registran hechos delictivos de diversa índole, pero se puede advertir que no se trata del peor momento, ya que la ciudad supo tener etapas muy dolorosas que provocó heridas muy profundas y aún se mantienen frescas.
De todos modos la situación actual se asemeja a la sensación de tener en las manos una bomba de tiempo, la cual en cualquier momento y ante la mínima eventualidad explota.
El intendente municipal Héctor Gutiérrez, en una extensa entrevista con LA OPINION, evitó ser "excesivamente optimista" en este tema, admitió el carácter cíclico del fenómeno delictual, y consideró que para concluir en que hay una mejoría habría que esperar al menos un año sin delitos importantes ni cuantiosos.
Además el jefe comunal evaluó otros aspectos vinculados a la seguridad, entre ellos la función policial y la judicial.
- Como máxima autoridad política de la ciudad, ¿cómo evalúa el estado actual de la misma en materia de inseguridad, habida cuenta que usted tiene conocimiento directo de todo lo que sucede en ese aspecto?
- El fenómeno de la inseguridad es cíclico; la calma de hoy esperemos que no preanuncie tormenta para mañana. De todos modos hace poco tuvimos un homicidio supuestamente en ocasión de robo, lo cual es muy grave porque Pergamino se conmueve con estos acontecimientos que son más propios de las grandes ciudades.
El delito y su crecimiento es un problema mundial que está asociado a la pobreza, al consumo de drogas, a la rebeldía, a la queja y a la protesta, y en algunos lugares al terrorismo. En lo que respecta a Pergamino, el delito no se caracteriza por la pobreza, sin negar que en alguna época pudieron haber existido casos vinculados a necesidades económicas extremas, sino que actualmente se lo puede vincular a la droga. Para el consumo de estupefacientes se requiere dinero y ese es un motivo de delito.
A favor de la seguridad digo que no tenemos bandas organizadas en Pergamino. Pueden existir grupitos de delincuentes, pero organizaciones como tales, como supo haber no hay.
- ¿Eso es por una cuestión fortuita o porque se trabaja para ello?
- Estamos ya en una etapa donde no es probable conocer todo el movimiento de la ciudad, es decir que se escapan cosas. Hace algunos años uno podía saber todo. Pero por otro lado, la escala de ciudad indica que no es fácil armar una banda organizada. De hecho algunos sujetos han intentado en algún momento hacerlo, y de hecho alguno está muerto y otros tras las rejas.
No digo que haya existido una acción decidida para que esto ocurra, sino que se han dado una serie de factores favorables. Y también es claro que esta vacante local no ha sido cubierta desde afuera, porque podría ocurrir ello ya que la nuestra es una plaza tentadora con crecimiento y mucho movimiento económico.
Estas circunstancias existen en otras ciudades, San Nicolás por ejemplo, y también se sabe de nicoleños que intentaron desembarcar en Pergamino para formar bandas.
- Es decir que, según sus datos, los delitos que se cometen en Pergamino son obra de sujetos locales?
- Por lo que nosotros tenemos detectado a través de la Policía y la Justicia, los delitos son cometidos por locales; no hay delincuentes -como algunas veces forma parte de la fantasía popular- que nos entran de Fuerte Apache o de alguna villa de Buenos Aires. Eso no está verificado.
- ¿Usted puede asegurar que ha decrecido el delito en los últimos meses?
- De ninguna manera puedo decir que hay una disminución o que sea permanente. Para asegurar eso debería darse un ciclo largo con muy pocos delitos y que no sean graves. Hoy estamos en una etapa de menor cantidad de hechos, pero no es como para ser tajantes y afirmar que hemos mejorado definitivamente.
De todos modos es justo reconocer que se está advirtiendo una mayor presencia física de la Policía, fundamentalmente en las áreas comerciales, y ello seguramente coopera para la prevención.
En ese sentido, ya tenemos más de 30 nuevos agentes en la calle cubriendo esos turnos, que son los chicos que están egresando de la Escuela de Policía, que el año que viene tendrá una nueva promoción.
- ¿Cuándo serán designados los nuevos vigías municipales?
- Estamos en la etapa de la designación de los vigiladores municipales, y eso va a permitir que incorporemos entre 15 y 20 agentes a la dotación actual para reforzar la presencia en la ciudad. Las escuelas de capacitación están funcionando, el 108 es otro aporte de la Municipales, y si bien queda mucho por hacer, se están logrando cosas como para suponer que el delito debería descender, pero no lo podemos afirmar categóricamente.
- ¿Es también una fantasía lo que piensa mucha gente, sobre que un delincuente es capturado y a pesar de sus antecedentes nadie de explica porqué queda en libertad?
Esto sucede, y de hecho veamos la actitud que tomaron el gobernador Solá y el ministro Arslanian porque el presidente de la Nación se enojó cuando el Tribunal de Casación dejó en libertad a un sujeto con frondosos antecedentes. Tampoco es justo que quienes tenemos alguna responsabilidad digamos con absoluta liviandad lo que la gente dice. Seguramente que también hay errores procesales, derechos de defensa, etcétera, es decir que para opinar con profundidad hay que evaluar cada caso, porque no creo que la Casación haya tomado alguna resolución que no se ajuste a la normativa.
- ¿Hasta qué punto se siente responsable una administración municipal cuando los dos estamentos que más directamente tienen que ver con la seguridad, como la Policía y la Justicia, no dependen de la Municipalidad?
- Uno se siente responsable ante los ciudadanos para gestionar y demandar. Por ejemplo en estos días ha sido trasladado el jefe de la Policía Vial y a mi nadie me consultó ni me notificó.
También junto a las autoridades del Ministerio Público teníamos una preocupación respecto del funcionamiento de la DDI local, y la respuesta llegó mucho tiempo después, cuando ya era tarde.Esto no quita que nosotros tengamos que seguir gestionando y estando del lado de la gente y tratando de asegurar la mejor calidad de vida para los habitantes.
- ¿La llegada de Gendarmería a la ciudad causó alguna mejora para Pergamino?
- Se nota claramente dentro de la estructura de seguridad para la ciudad. En principio creo que le puso un término de comparación a la Policía Vial, hasta con disputa territorial, dicho esto amigablemente, y uno advierte que un gendarme tiene una formación y capacitación diferente, y seguramente hay un modelo de organización distinta. A la Gendarmería la vemos custodiando la Ruta Nº 8 permanentemente, con su jefe a la cabeza haciendo control de vehículos y aprehendiendo personas que tienen irregularidades. En definitiva creo que la llegada de Gendarmería ha sido un invalorable aporte.
- Dentro del paquete de medidas que el Ministerio de Seguridad había prometido para Pergamino aún falta concretarse el centro de menores y la alcaidía. ¿En qué punto están las gestiones?
- Hace 10 días estuvieron los arquitectos visitando el predio que la Municipalidad donó para que se erija el edificio, y aspiramos a que antes de fin de año tengamos aprobado el proyecto. También hablé con el director de la oficina tutelar, Eric García, y aspiramos a tener todo listo en el transcurso de diciembre. En principio la financiación, según me lo hizo saber el ministro Jorge Varela, estaba acordada a través de un crédito internacional, de modo que supongo que si no se presentan contratiempos el año que viene tendremos construido el centro de menores.
Por otro lado nos queda pendiente el tema de la alcaidía, sobre lo cual no hay mayores novedades, más que de nuestra parte está todo terminado en cuanto a la cesión de los terrenos.
-Qué respuesta tiene para aquellos vecinos que se quejan porque advierten que la mayor presencia de efectivos policiales es en el Centro y se dejan desguarnecidos los barrios?
- Eso es cierto, entonces el delito tiende a expanderse hacia los contornos de la ciudad. Días pasados en el barrio Virgen de Guadalupe, por citar un ejemplo, los vándalos rompieron los vidrios del centro comercial.
Estoy convencido que con la ayuda de Infantería hay que rastrillar los barrios, marcar mucha más presencia, aunque para ello todavía no tenemos la cantidad de efectivos para cubrir toda la ciudad, pero hasta que lo logremos debemos depender de los operativos que se realicen. (PUNTO CERO-La Opinión).
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