lunes, mayo 28, 2007

LA ENTIDAD COMENZó A TRABAJAR EN ZáRATE PARA AYUDAR A QUIENES NECESITAN ABANDONAR SUS DEPENDENCIAS. Narcóticos Anónimos y la lucha diaria de los adict

ZARATE, Mayo 28, (PUNTO CERO-El Debate) En Zárate, se ha abierto una sede de Narcóticos Anónimos con el fin de brindar ayuda a los residentes de nuestra ciudad que afronten problemas de adicciones. El fin es enseñarles que es posible una existencia sin depender de ningún tipo de sustancia a la vez de lograr el bienestar con uno mismo. Desde hace dos fines de semana, está funcionando en nuestra ciudad una nueva sede de Narcóticos Anónimos, en el salón de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
Se ha abierto una esperanza para aquellos que necesitan abandonar sus adicciones, antes de llegar a consecuencias extremas.
Ariel es un adicto en recuperación y la idea de traer Narcóticos Anónimos a Zárate surge desde diversos puntos.
“Siempre decimos que existen muchos hacedores de ideas pero pocos que las lleven a la práctica.
“Nosotros nos mantenemos por nuestras propias contribuciones, por lo que el servicio que ofrecemos en Zárate es gratuito.
“La mayoría somos de Campana mientras que otro de nuestros compañeros siempre visita Zárate, por lo que vio la necesidad de formar un grupo en Zárate de Narcóticos Anónimos.
“En Campana estuvimos dispuestos a hacerlo y ahora se ha concretado.
“Tuvimos suerte que el padre Ariel de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen nos haya prestado el lugar”, manifestó.
Se debe aclarar que narcóticos Anónimos no se atiene a la religión, la medicina o la psiquiatría por lo que sólo se considera como un grupo de autoayuda.

Los sábados
“El día de encuentro es el sábado. De esta manera, nació nuestra idea y para ello requerimos la presencia de compañeros que ya llevan un determinado tiempo sin consumir y abstemios; así, empezamos con la primera reunión.
Los representantes que llegaron a nuestra ciudad visitaron el hospital local para intentar determinar cuál es la metodología y a través de una carta enviada al jefe de psiquiatría, que generalmente puede aconsejar a quienes ingresan a la sala de guardia con claros síntomas de adicción, para que visite a Narcóticos Anónimos.
“Como la persona quizá no esté en un estado que requiera internación, los profesionales suelen sugerir una visita a tal o cual grupo”, explicó Eduardo.
“Esto lo vemos en las comisarías de Capital Federal con personas que son detenidas en la vía pública pero que se las deja salir, a cambio de una entrevista psiquiátrica, desde donde lo derivan a Psicopatología o a Narcóticos Anónimos.
“Así fue como llegué al grupo; había caído preso en una comisaría. Allí, me pusieron como condición para quedar libre que me llegara a una sala de guardia de psiquiatría de algún hospital.
“Entonces, la profesional que me atendió me dijo que no estaba para internarme según su punto de vista. Además, me pidió que siguiera por el pabellón.
“Recuerdo que me dijo: “Mirá a la izquierda, a la derecha está Psicopatología y a la derecha, un grupo. Míralo y fíjate”.
“Desde ese momento, elegí al grupo y todavía continúo con la mente puesta en él.

Más testimonios
Darío, es otro adicto en recuperación quien explicó: “Mi primera reunión fue exitosa junto con siete adictos más a sala casi completa.
“Tuvimos mucho apoyo de gente de Campana y Cardales junto a compañeros de Capital.
“Estamos contentos porque lo realmente importante es que el grupo esté abierto.
“Me parece que si en varios años, aunque sea un sólo adicto se recupera o recupera su vida, será un gran logro. Aunque la realidad nos dice que no todo el mundo elige recuperarse.
“No todos creen en la posibilidad de la recuperación. Tengo muchos amigos que dicen: “Vamos a tomar una birra ya que todo está perdido”.
“Y está el prejuicio eterno que de la adicción no se sale nunca más ya que el que es adicto, lo será para siempre.
“Esto está presente en el imaginario social y no se sabe que es posible lograr la recuperación.
“En mi caso consumí desde los 15 hasta las 22 años, y no paré ningún día hasta que encontré un grupo y comencé a proponerme que podía parar.
“Conocí a NA en la cárcel de Devoto y ya llevo 8 años y 7 meses sin consumir.
“Me recuperé a mí mismo, pude estudiar, formar una familia por lo que tengo dos hijos hermosos y una profesión, además de proyectos...
“Pero sigo viniendo a las reuniones porque, aparte de parar de consumir, también trabajamos con un programa de 12 pasos que nos enseña a vivir y a aceptar las cosas tal cuales son”, agregó.
NA es una confraternidad o asociación sin ánimo de lucro compuesta por hombres y mujeres para quienes las drogas se habían convertido en un problema muy grave. Se trata de adictos en recuperación que se reúnen con regularidad para ayudarse a permanecer “limpios”. Este es un programa de abstinencia completa de todo tipo de drogas. Sólo hay un requisito para ser miembro: el deseo de dejar de consumir. Se sugiere mantener una mente abierta para poder aprovechar esta oportunidad. El programa consiste en una serie de principios escritos de forma sencilla a fin de poder seguirlos diariamente. Lo más importante es que funciona.
En NA nadie es obligado a nada. No está afiliada a ninguna otra organización, no hay cuotas de inscripción ni se pagan honorarios, no se fuerza a nadie a que firme ningún documento ni a que haga promesa alguna. Esta entidad no está afiliada a ningún grupo político, religioso ni policial, y no están sometidos a la vigilancia de nadie. Cualquier persona puede unirse a NA sin que importe su edad, raza, identidad sexual, credo, religión ni la falta de esta última.
No interesa saber qué droga consumía ni qué cantidad, con quién se relacionaba, qué se ha hecho en el pasado, lo mucho o lo poco que tenga quien se acerca en busca de ayuda.
Narcóticos Anónimos sólo quiere saber qué quiere hacer con su problema y cómo se puede ayudar.
El recién llegado es la persona más importante en las reuniones, porque sólo se puede conservar lo que los adictos en recuperación tienen en la medida en que lo comparten con otras personas. La experiencia colectiva ha enseñado a los miembros de NA que las personas que asisten a dichas reuniones con regularidad se mantienen limpias. (PUNTO CERO-El Debate).

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