lunes, mayo 28, 2007

La Violeta: varias necesidades hacen que los vecinos se sientan relegados en un Pergamino que crece

PERGAMINO, Mayo 28, (PUNTO CERO-La Opinión) La población alcanza los 800 habitantes que viven básicamente del campo. Tributan en Pergamino, pero no todos se definen como "pergaminenses" porque se ven alejados de una realidad que no siempre los alcanza. Aunque se han puesto en marcha algunas acciones, obras fundamentales vinculadas con el mejoramiento de las vías de comunicación y los servicios se plantean, junto a una tarea sostenida de gestión, como los desafíos para integrarlos. El arreglo del camino que une al pueblo con Guerrico sigue pendiente.
La Violeta es una de las doce poblaciones rurales que conforman el Partido de Pergamino y la más alejada de la ciudad cabecera. Esta circunstancia, propia de su localización geográfica; la cercanía natural del pueblo con otros distritos; y algunas postergaciones en materia de servicios y obras públicas condicionan una relación que termina definiéndose compleja y que hace que muchos habitantes de esa población no se sientan pergaminenses.
"No nos sentimos parte de Pergamino, porque históricamente el Municipio no ha hecho nada por nuestro pueblo; sentimos cierto rechazo de Pergamino, de toda la vida", sostienen algunos vecinos consultados por LA OPINION sobre la realidad del pueblo.
Saben y reconocen que la responsabilidad por esa sensación es compartida porque desde el seno de la propia comunidad no se han gestado las acciones que pudieran revertir las condiciones de un vínculo singular que afecta algunos progresos.
"En parte somos responsables porque no decidimos; porque venimos de toda la vida de ver que nadie hace nada y no logramos que alguien preparado se quiera hacer cargo de la Delegación; acá la mayoría entra por el sueldo o por razones políticas; es muy difícil que los ciudadanos comunes quieran tomar ese desafío", aseguran.
La nómina de las asignaturas que consideran pendientes, coincide con aquellas que han apuntado las autoridades. La igualdad en el diagnóstico refleja la necesidad de poner en práctica las acciones que resuelvan esas demandas.
"Hemos mantenido muchas reuniones y hemos hecho nuestros aportes, pero no siempre hallamos la respuesta que esperábamos", señalaron algunos miembros de la comisión vecinal entrevistados por LA OPINION.
Haciendo referencia a algunas mejoras que habían sido consensuadas con la Comuna, remarcaron que "se hizo el estudio de niveles y un operativo de limpieza de canales", pero aclararon que "otras gestiones están pendientes y la gente las reclama".
Entre ellas, destacaron las obras hidráulicas para resolver situaciones de anegamientos y pusieron énfasis en recordar "la demora en la repavimentación de la avenida".
"Cualquiera que transite esas seis cuadras puede sacar sus propias conclusiones", aseveraron, cargando las tintas sobre la necesidad de que la Delegación se ponga al frente de determinadas gestiones."El delegado tiene que tomar la iniciativa y pedir en nombre de los vecinos", sostuvieron y señalaron que "cuando a la gente se la compromete en un proyecto participa, lo mismo que las instituciones del pueblo y el consorcio que están siempre dispuestas a colaborar".

Las demandas
En la voz de los integrantes de la comisión vecinal, que es la organización comunitaria que tiene la representación de las opiniones del pueblo, ocupan un lugar preponderante los espacios públicos. A la preocupación por la demora en la colocación del alambrado que demarque los predios del ferrocarril se le suma el mal estado de la plaza.
"El año pasado cuando inauguraron la Casa de la Cultura ofrecimos colaborar para reforestar y acondicionar los juegos, pero no hallamos respuesta".
Al respecto, indicaron que "se había acordado el arreglo de las veredas que se usan no sólo para hacer caminatas, sino como espacio para la práctica deportiva de los chicos que asisten a la escuela, pero tampoco se iniciaron los trabajos".

La fotografía del pueblo
La recorrida por el pueblo torna evidentes ciertos abandonos. Al mal estado de algunas calles y al deterioro de sus espacios abiertos se le suman componentes menos visibles como el letargo propio de esos pueblos de los que muchos de sus jóvenes se han ido. La Violeta es, por definición geográfica, "un pueblo alejado", pero para los habitantes eso significa algo más que la distancia en kilómetros que los separa de Pergamino. El diálogo con cualquiera de los vecinos confirma que en la vida cotidiana sus referencias están signadas por otras ciudades y eso les hace tener con su ciudad un vínculo menos estrecho que se materializa en el escaso sentido de pertenencia que experimentan para con el lugar del que son parte.
"Nuestros lugares de pertenencia son otros y referenciamos en San Nicolás o en Rosario para la educación de nuestros hijos", aseguran algunos vecinos convencidos de que "los jóvenes que se van a estudiar y se forman, no encuentran razones para volver a La Violeta".
"Hay 300 personas de La Violeta que tienen domicilio en Pérez Millán", comentaron miembros de la comisión vecinal confirmando esta tendencia.
Las inquietudes que se plantean en la comunidad son en general simples, y las aspiraciones tienen que ver con la resolución de problemas que afectan a los pobladores en su rutina cotidiana. Reconocen un problema de identidad y confiesan que muchas veces no viven como propio el crecimiento visible que experimenta la ciudad.
"Acá vivimos otra realidad, con plantas productivas que se trasladan a otras ciudades", remarcaron, dejando entrever cierta incertidumbre por el posible traslado de una fábrica textil que da trabajo a alrededor de 40 personas a la ciudad de Arrecifes.
Saben a ciencia cierta que el cambio es una necesidad compartida. "La Municipalidad tiene que aportar ideas políticas y apuntalar un proyecto que haga que no tengamos que esperar tres años para pavimentar seis cuadras", concluyeron.
En esa apreciación aparece la esencia de la problemática de La Violeta: contar con metas claras que afiancen la pertenencia y que posibiliten un diálogo genuino que los propios pobladores puedan ser parte de la necesaria transformación que exige el presente de la localidad para que sus hijos vuelvan.

El camino que une al pueblo con Guerrico, emblema de la postergación
La reparación del camino que une Guerrico con La Violeta es tal vez el reclamo que con mayor insistencia se ha repetido en la zona rural.
En la actualidad, y a pesar del bacheo provisorio que inició la Comuna, la traza experimenta serios problemas de transitabilidad que afectan no sólo la comunicación entre las localidades sino la conexión cierta de los habitantes de La Violeta con la ciudad de Pergamino, de la que son parte.
La repavimentación de los 20 kilómetros que componen la ruta provincial Nº 18 es una demanda legítima que los pobladores de la zona han mantenido por años.
El testimonio brindado a LA OPINION por Roberto Armellini, vecino de Guerrico, encarna y sintetiza en sus fundamentos la voz de muchos de los productores rurales que padecen a diario las consecuencias del mal estado del camino.
"Para entrar al campo tenemos que conducir por las banquinas, esquivando los pozos; es un peligro porque permanentemente tenemos que cambiar de carril y hay vehículos que, aún con el estado del camino, circulan a muy alta velocidad", describió, planteando que "cuando llueve los pozos se llenan de agua y nadie puede dimensionar la profundidad que tienen; eso es muy peligroso sobre todo cuando los camiones vienen cargados".
En el mismo sentido, sostuvo que "la obra fue mal hecha desde el origen y nunca se dio respuesta a los reclamos".
"Las principales consecuencias las sufren nuestros vecinos de La Violeta que para ir a Pergamino tienen que hacerlo por Arrecifes o por San Nicolás", agregó, precisando que "además no existe ningún tipo de señalización que advierta sobre el deterioro, sobre todo a aquellos que no lo transitan con frecuencia".
Consultado sob2re las últimas intervenciones que hizo el Municipio para mejorar las condiciones generales de la arteria, y en una apreciación compartida con otros pobladores, el productor opinó que "fue un trabajo demasiado provisorio para el caudal vehicular que circula y no duró nada".
"Muchas veces se invierten recursos en la ciudad y se desatiende una realidad que padecen quienes a diario trabajan en esta zona; alguien tendrá que tener una consideración al respecto", sostuvo en una apelación a las autoridades para que se "gestionen los recursos que posibiliten la repavimentación de los veinte kilómetros".
El último bacheo provisorio sobre el camino Guerrico- La Violeta se efectuó con maquinaria y personal de la Dirección de Vialidad, para cuyo funcionamiento la Comuna tomó a su cargo los gastos de combustible y viáticos, además de disponer de agentes propios afectados a la tarea.
La obra se financió con recursos afectados del Consejo Asesor Agropecuario provenientes de la coparticipación que recibe el Municipio por el cobro del impuesto Inmobiliario Rural y que se destinan al mantenimiento de los caminos rurales.

Ferreyra: "Sentimos que los vecinos de La Violeta son pergaminenses"
"Si hacemos una comparación con cualquier otro momento histórico, esta gestión es una de las que más se ha ocupado de los vecinos de La Violeta, hemos viajado mucho y escuchado sus reclamos porque son pergaminenses y requieren de nuestra presencia", con esta afirmación Carlos Ferreyra, secretario de Gobierno de la Comuna, trazó una evaluación de la tarea desarrollada por el Estado municipal y abundó en consideraciones sobre algunas acciones que se han puesto en marcha para atender reclamos de tipo comunitarios.
Respondiendo al inventario de inquietudes formalizadas por los vecinos, el funcionario indicó que "la Dirección de Asuntos Rurales puso en marcha un programa de mejoras para ir dando respuestas graduales" y enumeró entre ellas el cambio de cubierta en el edificio de la ex Estación Terminal, un plan intensivo de limpieza y un pormenorizado estudio de los niveles del pueblo, al que calificó como "un trabajo largamente demandado por los vecinos por su implicancia en la planificación de determinadas obras públicas".
En este sentido confió que "tomando como base de referencia el estudio se avanzará en la repavimentación de la avenida y algunas intervenciones sobre los canales de desagüe del pueblo que generan inconvenientes en determinados sectores".

Materias pendientes
Entre las cuestiones pendientes, el secretario de Gobierno admitió demoras en la colocación de un alambrado perimetral a la vera del ferrocarril y ratificó la decisión del Departamento Ejecutivo de concretar la repavimentación del bulevar. "Hemos incorporado esta obra en el Presupuesto 2007 y ya avanzamos con la presupuestación de este trabajo", confirmó.
Consultado respecto a la gestión iniciada en 2006 para dotar a La Violeta de un servicio integrado de atención de emergencias médicas, similar al que asiste a otras localidades de campaña, Ferrey-ra recordó el diálogo con autoridades de Ramallo para consensuar un servicio con Pérez Millán y sostuvo que "aún no hemos obtenido la respuesta deseada".
En lo que atañe a la remodelación de la Plaza, otra de las acciones que habían sido comprometidas por la Comuna, el titular de la cartera de Gobierno sostuvo que "esta mejora está sujeta al programa de refuncionalización de los espacios públicos que lleva adelante la Secretaría de Obras Públicas".
Con relación al camino que une las localidades de Guerrico con La Violeta el secretario de Gobierno aclaró que "en virtud de que la Provincia de Buenos Aires no incorporó la obra de repavimentación en el Plan Trienal, el Municipio decidió realizar un bacheo provisorio" y enfatizó que "fue una determinación que tomamos pensando en los productores aún cuando no nos correspondía por tratarse de un camino provincial".
Consultado respecto de la continuidad de esta tarea, el funcionario precisó que "se está gestionando la obtención de los recursos para completar el bacheo que se inició en dirección Guerrico La Violeta".
"Se están tocando todos los timbres para conseguir los materiales", señaló y opinó que "en ningún momento nos quedamos de brazos cruzados porque sabemos que esta vía es fundamental".

La pertenencia
Por último y en una consideración de tipo subjetiva sobre la relación que, a su juicio, los vecinos de La Violeta tienen para con Pergamino, el secretario de Gobierno se mostró convencido de que "la gestión ha hecho mucho para fortalecer ese lazo", aunque admitió que "la cuestión geográfica de cercanía con localidades que no pertenecen al Partido naturalmente influyen sobre el sentido de pertenencia de la gente que es algo que va más allá de las leyes y de las normas"
"Sentimos que los vecinos de La Violeta son pergaminenses como los que viven en el resto de las localidades", concluyó.

Una realidad que fue atendida por el Concejo Deliberante
El año pasado, ciertas demandas sin resolver y algunas deficiencias de gestión en el pueblo hicieron que la situación de La Violeta tomara estado público y se institucionalizara a partir de una inquietud del cuerpo deliberativo local.
Impulsados por una resolución presentada en el Concejo Deliberante por el edil Sergio Bocanera, una delegación de concejales encabezada por Gabriel Cairat, e integrada por representantes de los distintos bloques políticos viajó oficialmente para tomar contacto con los vecinos y con referentes de las instituciones de la localidad. En esa oportunidad, el diagnóstico de situación generó el establecimiento de un diagrama de acción orientado a que el Departamento Ejecutivo pudiera ir dando respuesta gradual a las demandas.
A un año de la resolución que solicitaba un fuerte compromiso del Concejo Deliberante en relación con este tema, en una entrevista concedida a LA OPINION, el concejal de la bancada Radical Independiente Sergio Bocanera precisó que "se ha hecho un seguimiento minucioso de cada uno de los puntos que habían sido consensuados entre vecinos y autoridades y se advierte que es muy poco lo que se ha hecho".
En el inventario de las asignaturas pendientes, el edil hizo referencia al deterioro que experimenta el camino Guerrico La Violeta; la demora en la ejecución de la repavimentación del bulevar; la falta de mantenimiento de la plaza; la demora en la concreción de algunas obras hidráulicas; y la ausencia de acciones que mejoren las condiciones generales de la comunidad.
Con respecto a la avenida, indicó que "el Departamento Ejecutivo cuenta con los recursos aprobados para la ejecución de la obra" y puntualizó que "a la partida de 137 mil pesos que se incorporaron en el Presupuesto se le sumó en los últimos días la autorización de un empréstito en el que se contemplan alrededor de 120 mil pesos más destinados a la reparación de las seis cuadras que están en un estado verdaderamente intransitable".
Evaluando en términos generales el presente de la localidad, el concejal del bloque Radical Independiente opinó que "pone en evidencia la deficiencia de una gestión" y consideró que "lo que ocurre en La Violeta es lo que se refleja en la realidad que experimentan los vecinos de algunos barrios".
En esta línea, remarcó el rol que el Concejo Deliberante debe asumir en el seguimiento de temas que tienen incidencia directa en la vida cotidiana de los pergaminenses y planteó que "la revisión de estas cuestiones tiene que ver con la decisión política que tenga el intendente" y argumentó que "es necesario pensar políticas activas para lograr una verdadera reconversión de las localidades".
Al respecto, opinó que "tiene que resultar pertinente efectuar una redistribución de la obra pública y una mejor planificación de los servicios y es necesario que los habitantes sean partícipes de esas decisiones".
Replicando la consideración que hacen muchos de los vecinos de La Violeta, Sergio Bocanera concluyó en que "es necesario que el Municipio aporte los instrumentos para que los delegados dejen de ser obreros y se transformen en verdaderas autoridades del pueblo capaces de diseñar estrategias para mejorar la calidad de vida en esas comunidades".
La propuesta legislativa presentada por Sergio Bocanera en 2006 hacía referencia, entre otras cuestiones, al mal estado de las calles y de los espacios públicos; al deficiente sistema de alumbrado público; a la falta de equipamiento en la Delegación; y al deterioro generalizado de la localidad.
La recorrida por las calles de La Violeta y el diálogo espontáneo con los pobladores certifican que muchas de esas inquietudes aún no han sido resueltas. (PUNTO CERO-La Opinión).

3 comentarios:

Mauricio Vera Torri dijo...

Me parece barbara, la nota porque realmnete es la realidad que vivimos en nuestro pueblo, porque estamos alejado de todo. Al Sr. Fereyra, recordarle, que La Violeta, no existe para Pergamino, que existen empleados publicos de la ciudad que cuando vas a hacer un tramite, despues de hacer una vuelta maratonica (por Arrecifes) o bien carreras de obstaculos ( por camino (La Violeta - Guerrico), te dicen que vaya a hacer la gestion a su partido (aunque parezca un disparate hay muchos empleados de la gestion publica que desconocen a La Violeta como pergaminense), entonces como pretender que los violeteros tengamos sentido de permanenecia.
obviamente la responsabilidad no es solo del municipio sino tambien de la delelgacion local y las personas que estubieron y estan al frente que realmente no gestionan nada solo perciben el sueldo.
Respecto a las personas que se acercan a nuestra localidad lo hacen para la unica gran inauguracion que tubo el pueblo desde 1994 la casa de la Cultura donde se hizo presente el Sr. Intendente Gutierrez, despues..ausencia es la palabra.para definir a los politicos que nos representan en Pergamino y para la provincia.
El unico que se acerco y se preocupo por nuestros problemas fue el Sr. Bocanera, quien hizo publicas nuestras demandas y adelantamos un paso en este largo camino por mejorar y mejorarnos..

diego portillo dijo...

Me parece que la violeta es un pueblo olvidado.Por pergamino es una verguenza no tenemos doctores,hay muchas personas que no tienen viviendas nos haria falta otro barrio,o planes para viviendas los chicos no tienen casi ni juegos en la plaza.en ves de ser una plaza es un cementerio de noche por falta de iluminacion. Espero que tengamos una respuesta menos palabras y mas hechos

Ma. belen dijo...

Desde pequeña tengo recuerdos de La Violeta, donde naceron mis abuelos y padres. Tengo 28 años y desde chica vi un pueblo que progresaba con sus calles arregladas, camiones que iban y venian, con la plaza llena de flores y juegos... Despues de un tiempo que no iba me entristesio mucho ver las condiciones en la que se encuentra actualmente. Parece detenido en el tiempo... aun puedo ver las llamas del techo de la escuela cuando se quemo y lo rapido que la reconstruyeron, cuando quieren los politicos pueden hacer las cosas, solo tienen que ver al pueblo unido. Fuerza y union y valoren lo mejor que tienen que es la tranquilidad. saludos a todos y sigan luchando.