MERCEDES, Mayo 29, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) Nunca se sabe cuando se puede tener un accidente. Y mucho menos si después de los golpes y el susto, un ‘buen samaritano’ se ofrece a ayudar. Pero lo que nadie se imagina es que ese buen hombre termine robando el vehículo chocado como una suerte de pago por los servicios prestados. Eso les pasó a Silvina Mandrini y Yanina Villareal el domingo 20, en horas de la madrugada mientras iban en una Gilera 50 centímetros cúbicos, color gris oscuro patente CMA- 458 –propiedad de la primera de ellas- por el bulevar de la calle 16.
Silvina contó que cuando estaba llegando a la altura de la puerta del Hotel Mercedes, “pasó una camioneta bordó, que rozó el manubrio de la moto. Pierdo el control de la moto y lo choco de atrás y ahí es donde nos despide y caemos”, narró la joven.
El que manejaba, que era un hombre mayor, bajó y se puso a hablar con la policía -porque había un patrullero a unos metros del choque- “mientras habla con la policía a nosotras nos estaban auxiliando, recién nos empezábamos a levantar y alrededor había una multitud de gente que nos querían ayudar. La policía no se acercó en ningún momento, estaban hablando con el tipo de la camioneta, entonces sacamos la conclusión de que después iban a venir a tomarnos declaraciones. Porque como vemos que el policía estaba hablando con el hombre parecía, que le estaba tomando declaraciones”, explicó Silvina.
Al lugar acudieron varios vecinos y curiosos que por allí pasaban. Todos trataban de auxiliarlas de distintas manera. “La cuestión es que nosotras estábamos entre la multitud y la gente nos preguntaba como fue y que se yo, vemos que tanto la camioneta que nos chocó como la policía se fueron. Así que nosotras quedamos llenas de lesiones, con la moto que no andaba” aseguró Silvina.
Desprotegidas y en malas condiciones debido a los golpes recibidos, se abrieron a la posibilidad de que las buenas personas allí presentes les dieran ‘una mano’. Silvina dijo que “dos de los que nos auxilian arrancan la moto, nos subimos los tres a la moto porque no podíamos manejar y menos poner los cambios porque estábamos todas golpeadas, con la cara mal y encima asustadas: ya no queríamos manejar siquiera. Entonces el chico nos dice, ‘Bueno, para que no se queden solas yo las ayudo, las llevo a su casa’. Tanto el como el amigo tratan de patearla porque la moto no arrancaba, después de un rato arrancó, se trabaron los cambios, trataron de arreglarla como pudieron para poder llevarnos a nosotras y no dejarnos ahí. Entonces llevamos primero a mi amiga hasta la casa, para que ella no vaya sola (Yanina vive en calle 54 entre 17 y 19) entonces este chico manejó y nos llevó a las dos. Dejó a mi amiga en la casa y me dice ´vamos que te llevo a vos’. Llegamos bien hasta casa (en calle 15 y 6). Durante ese trayecto se paraba la moto y se trababan los cambios del mismo golpe que habíamos tenido. Cuando llegó a mi casa abro la puerta y en ese momento el chico se va con la moto. El que tanto era solidario y se compadeció de nosotras, era chorro, pero en ese momento no se sabía”, comentó indignada.
Ante este panorama Silvina entra a la casa y le cuenta a su abuela lo que le había pasado. A pesar de los magullones y el mal momento agarró la bicicleta y se fue para la comisaría. “La denuncia fue enseguida del accidente y en la denuncia está asentado que había un patrullero. Nosotros asentamos que tuvimos el accidente como a las 6 y 6:30 de la mañana, alrededor de esa hora y como a las 8 más o menos el chico se lleva la moto, porque entre que nos levantamos, llevamos a mi amiga a la casa, se paraba la moto, se trababan los cambios nos llevó un trayecto de hora y media dos horas. Lo que queríamos recalcar es que la policía nos pidió si podíamos hacer un identikit de esa persona y nosotras la podemos hacer, tanto de él como del amigo,” afirmó.
Cuestión de inocencia
Para concluir el desesperante día las chicas debieron recurrir al hospital y realizarse estudios varios para verificar la seriedad de las lesiones.
Sin embargo en un gesto inocente y bienintencionado agregaron: “no parecía mala persona ni nada. A lo mejor le dio un raye se la llevó en el momento, realmente yo no sé que le pasó en ese segundo. No puedo creer que una persona aparentemente tan buena me haya hecho esto. La cuestión es que nosotras queríamos ver si él la puede llegar a devolver, si se puede llegar a arrepentir que la haga llegar de alguna manera. Si aparece la moto, yo le levanto la denuncia porque no queremos llegar a mayores,” informó.
Silvina contó que cuando estaba llegando a la altura de la puerta del Hotel Mercedes, “pasó una camioneta bordó, que rozó el manubrio de la moto. Pierdo el control de la moto y lo choco de atrás y ahí es donde nos despide y caemos”, narró la joven.
El que manejaba, que era un hombre mayor, bajó y se puso a hablar con la policía -porque había un patrullero a unos metros del choque- “mientras habla con la policía a nosotras nos estaban auxiliando, recién nos empezábamos a levantar y alrededor había una multitud de gente que nos querían ayudar. La policía no se acercó en ningún momento, estaban hablando con el tipo de la camioneta, entonces sacamos la conclusión de que después iban a venir a tomarnos declaraciones. Porque como vemos que el policía estaba hablando con el hombre parecía, que le estaba tomando declaraciones”, explicó Silvina.
Al lugar acudieron varios vecinos y curiosos que por allí pasaban. Todos trataban de auxiliarlas de distintas manera. “La cuestión es que nosotras estábamos entre la multitud y la gente nos preguntaba como fue y que se yo, vemos que tanto la camioneta que nos chocó como la policía se fueron. Así que nosotras quedamos llenas de lesiones, con la moto que no andaba” aseguró Silvina.
Desprotegidas y en malas condiciones debido a los golpes recibidos, se abrieron a la posibilidad de que las buenas personas allí presentes les dieran ‘una mano’. Silvina dijo que “dos de los que nos auxilian arrancan la moto, nos subimos los tres a la moto porque no podíamos manejar y menos poner los cambios porque estábamos todas golpeadas, con la cara mal y encima asustadas: ya no queríamos manejar siquiera. Entonces el chico nos dice, ‘Bueno, para que no se queden solas yo las ayudo, las llevo a su casa’. Tanto el como el amigo tratan de patearla porque la moto no arrancaba, después de un rato arrancó, se trabaron los cambios, trataron de arreglarla como pudieron para poder llevarnos a nosotras y no dejarnos ahí. Entonces llevamos primero a mi amiga hasta la casa, para que ella no vaya sola (Yanina vive en calle 54 entre 17 y 19) entonces este chico manejó y nos llevó a las dos. Dejó a mi amiga en la casa y me dice ´vamos que te llevo a vos’. Llegamos bien hasta casa (en calle 15 y 6). Durante ese trayecto se paraba la moto y se trababan los cambios del mismo golpe que habíamos tenido. Cuando llegó a mi casa abro la puerta y en ese momento el chico se va con la moto. El que tanto era solidario y se compadeció de nosotras, era chorro, pero en ese momento no se sabía”, comentó indignada.
Ante este panorama Silvina entra a la casa y le cuenta a su abuela lo que le había pasado. A pesar de los magullones y el mal momento agarró la bicicleta y se fue para la comisaría. “La denuncia fue enseguida del accidente y en la denuncia está asentado que había un patrullero. Nosotros asentamos que tuvimos el accidente como a las 6 y 6:30 de la mañana, alrededor de esa hora y como a las 8 más o menos el chico se lleva la moto, porque entre que nos levantamos, llevamos a mi amiga a la casa, se paraba la moto, se trababan los cambios nos llevó un trayecto de hora y media dos horas. Lo que queríamos recalcar es que la policía nos pidió si podíamos hacer un identikit de esa persona y nosotras la podemos hacer, tanto de él como del amigo,” afirmó.
Cuestión de inocencia
Para concluir el desesperante día las chicas debieron recurrir al hospital y realizarse estudios varios para verificar la seriedad de las lesiones.
Sin embargo en un gesto inocente y bienintencionado agregaron: “no parecía mala persona ni nada. A lo mejor le dio un raye se la llevó en el momento, realmente yo no sé que le pasó en ese segundo. No puedo creer que una persona aparentemente tan buena me haya hecho esto. La cuestión es que nosotras queríamos ver si él la puede llegar a devolver, si se puede llegar a arrepentir que la haga llegar de alguna manera. Si aparece la moto, yo le levanto la denuncia porque no queremos llegar a mayores,” informó.
Por cualquier información las chicas piden que las llamen a este teléfono:15474844, cualquier persona que haya estado en el accidente que haya visto el número de la patente de la camioneta, incluso “el mismo chorro si la quiere devolver que por favor llame y que en última instancia que diga que la va a dejar en tal lugar a tal hora que se aleje que la voy a buscar y listo” remató Yanina. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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