Es posible que en la próxima campaña electoral, aparezcan carteles publicitarios con la foto del candidato transformado en bello y simpático por el fotoshop, con leyendas, una por afiche: “Es bueno”, “Ama a su mujer”, “Quiere a sus hijos”, “Su mamá lo admira”.
Y sin embargo……….
Las elecciones legislativas en la Argentina adquieren una relevancia muy superior a la mera renovación de bancas. Basta recordar la de 1987, 1997 y 2001, que precipitaron las salidas de Alfonsín y De la Rúa y bloquearon las aspiraciones reeleccionistas de Carlos Menem. El catastrofismo y las descalificaciones, no debe impedir avizorar lo que está en juego.
La despolitización que recogen los publicistas y la reprocesan en carteles publicitarios de tanta vaciedad, que dificultarían la venta de un detergente, un yogurt o un jabón. A mero título enunciativo: el de Gabriela Michetti sobre fondo negro, letras en blanco y amarillo con el nombre de la candidata y una flecha en el medio. O simplemente la foto y el número de la lista. El de Solanas: “Pino se plantó”. El de los socialistas Polino y Roy Cortinas con una leyenda: “Tienen ideas”. El de Narváez: “ Tengo un plan” El de Kirchner: “Nosotros hacemos” El de Heller: “Resiste un archivo”. Los virajes de campaña: Carrió, pasando de ganadora en todo el país a mendigar para obtener un tercer puesto en la Capital que le permita ingresar como diputada. Y desde su republicanismo, bastardear preventivamente el resultado con las acusaciones al boleo de fraude. El de Reutemann que se deleitaba con un triunfo cómodo en Santa Fe y se imaginaba candidato presidencial, a un posible segundo puesto detrás del candidato de Binner. Kirchner que pasa de la judicialización de la campaña a virar rápidamente y sin rubor a sostener la desjudicialización. De Narváez que abruptamente, y sin ponerse colorado, pasa de adalid de la libre empresa y las privatizaciones a proponer estatizaciones masivas, al punto que si hubiera unos días más de campaña Hugo Chávez quedaría a su derecha
El desprecio por las plataformas electorales, que ninguna sobrepasa las tres páginas, con errores groseros, fruto del copie y pegue que lleva a que en el programa del PRO, se proponga la rebaja de las comisiones de las AFJP. El haber convertido el grotesco humorístico de Gran Cuñado en un tema de debate electoral. Donde los imitados imitan a los imitadores. En ese aspecto merece un elogio la Doctora Carrió que rechazó la invitación, según sus declaraciones. Pero su límite al tinellismo, no alcanza para no ir al programa de televisión de Mariano Grondona o concurriendo señalar el mensaje golpista del divagador griego. Ahí el republicanismo y el respeto a las instituciones se ahoga en el pragmatismo.
Escenas de campaña electoral arrancadas de películas de Federico Fellini como la celebrada en Tandil por el PROperonismo, que reunió en la tribuna al sindicalista Gerónimo “Momo” Venegas, secretario de los peones rurales, mudo durante el conflicto agropecuario de las patronales, afirmando “ La sociedad y el peronismo le va a dar un revés a este gobierno” y terminó gritando ¡Viva Perón! A su lado estaba el ex Presidente de la Sociedad Rural Luciano Miguens, designado eventual Secretario de Agricultura y Ganadería en un gobierno del PRO. Es al mismo al que Felipe Solá, citando a Alfredo de Ángeli, califica como “el abanderado de los humildes”. Eduardo Buzzi que le manda un saludo a Francisco pidiendo que se derrote al gobierno y manifiesta su apoyo al candidato de Unión – PRO, dirigente de la Federación Agraria Jorge Solmi. El energúmeno entrerriano llamando a “Si el kirchnerismo no cambia el rumbo económico, habrá que juntar un millón de firmas y pedirles que adelanten el traspaso de las bancas” (Clarín 14-06-2009) o declarando: “ Hay que juntar a los empleados de las estancias, subirlos a los camiones y decirles a quién hay que votar” 18-06-2009 Clarín y Página 12
Con el “republicano” rabino Sergio Bergman afirmando: “Caracas ya está en Buenos Aires. No solo por afinidad política internacional, sino por el hecho de que ya hay piqueteros que están financiados por recursos venezolanos” ( El Cronista Comercial 12-06-2009). Es el “neutral” que se convierte en el fiscalizador de las elecciones
Con los medios “independientes” jugando claramente a favor de la oposición: “En el reino de Kirchner, el mercado es él. La Argentina resulta para los inversores, un destino menos previsible que China y Cuba” Carlos Pagni La Nación 15-06-2009. O Mariano Grondona: “Estas ideas apuntan a una meta común: apurar el paso de un sistema político cuasi dictatorial como el que ahora tenemos, a una auténtica república democrática” La Nación 14-06-2009. Clarín sosteniendo: “ Adelanto electoral para marzo del 2010. Ese sería el póstumo recurso político de Néstor y Cristina Kirchner si una derrota electoral inapelable sucediera el último domingo de este mes. ¿ Piensa de verdad el matrimonio en la posibilidad de una derrota? Públicamente no ha dado ninguna señal pero aquél atajo de emergencia indicaría que la peor de todas las noticias merodea sus cabezas”
Con aportes internacionales como el del Wall Street Journal: “Aún si Kirchner perdiera su mayoría en el Congreso, aún quedarían riesgos contra la libertad ….Una población informada, por supuesto, resistiría nuevas medidas antidemocráticas, razón por la cual los Kirchner están intensificando sus esfuerzos para amordazar a la prensa. Desde sus primeros días como presidente, Kirchner intentó silenciar a los medios críticos…..Sin embargo las voces independientes se mantienen, como la del influyente diario La Nación…….El gobierno ha elaborado un proyecto de ley de radiodifusión que, si se aprueba, con seguridad parece destinado a aplastar la libertad de los medios……Los argentinos deben recordar que la supervivencia de la República requiere de un poder fuerte. La supervivencia del régimen Kirchner requiere lo opuesto. En los próximos meses, uno se impondrá” Mary Anatasia O`Grady LA NACIÓN 16-06-2009.
Con el vicepresidente Cleto Cobos haciendo el papel de opositor y de cabecera de playa de la oposición en relación al gobierno del que teóricamente forma parte. Con Alfonso Prat Gay anunciando devaluaciones después de las elecciones.
Con la Comisión de Enlace haciendo campaña con la oposición en forma institucional. Y tendiendo el lazo para incorporar las entidades empresariales industriales para constituir una remake de la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias (APEGE), fundada en los meses previos a la caída de Isabel Perón, allá por agosto de 1975, que realizó un lock-out el 16 de febrero de 1976 y fue disuelta, una vez cumplido sus objetivos, en 1977.*
PRONÓSTICOS Y CONSECUENCIAS
El 29 de junio se dará probablemente un hecho curioso: habrá múltiples ganadores, que en un análisis más profundo podrían ser en realidad derrotados. El gobierno que sacará, probablemente, entre un 32 y 35% a nivel nacional será el triunfador por sumas de votos y en la mayoría de las provincias. Incluso si se compara con su performance en las legislativas del 2005, la pérdida de caudal electoral es estrecha (entre el 5 y el 8%). Pero un análisis fino revelará una perdida importante de bancas y una distribución geográfica con resultados muy desfavorables en Córdoba y Santa Fe, y adversos en Capital Federal y Mendoza, distritos de significación indudable. Sus errores de campaña, sumado a odios viscerales que despierta el kirchnerismo han potenciado la polarización, con un candidato que solo aporta su caudal económico como envoltorio de la nada. Se convirtió de esta manera en el candidato del voto útil para expresar el sesgo antikirchnerista. Francisco de Narváez será sin duda un triunfador, aunque eventualmente salga segundo. Pero se equivocará si cree que una buena parte de esas voluntades le pertenecen. No lo votan por sus virtudes, sino para canalizar deseos profundos de castigar al gobierno. Exagerando, muchos de los votantes de De Narváez, serían capaces de sufragar por Drácula, con el placer de disfrutar la derrota de Cristina Fernández y Néstor Kirchner.
El Acuerdo Cívico y Social será la segunda fuerza a nivel nacional con un porcentaje probable entre el 21 y 24%. El radicalismo habrá resucitado transitoriamente a través de la inyección de vitalidad de Elisa Carrió, que tiene alcance nacional gracias a la estructura radical. Pero si Carrió no llegara a entrar como diputada por la Capital desde su tercer lugar, el segundo puesto a nivel nacional sería un triunfo pírrico que pondría un signo de interrogación a sus aspiraciones presidenciales. Carrió resucita al radicalismo como en su momento lo hizo Chacho Álvarez, pero la alianza es más endeble y provisoria que la de 1997.
Una victoria de Reutemann en Santa Fe lo posicionaría como una de las esperanzas del establishment. Una derrota potenciaría a Binner en su lugar.
El PROperonismo obtendrá, posiblemente, entre el 16 y el 18% a nivel nacional. Mauricio Macri es el potencial principal beneficiario de una alianza que difícilmente pueda continuar más allá de circunstancias fortuitas de amontonamiento. Michetti obtendría entre el 33 y 36 % de los votos de la Capital lo que revelaría una caída, en apenas 18 meses de un 9 a un 12%, si bien se tratan de dos elecciones diferentes.
Felipe Solá será el principal perjudicado de una aceptable elección, donde sufrió un ninguneo que producirá, probablemente, un estallido de la alianza de Macri con el peronismo residual, y el producto mediático de De Nárvaez.
Los grandes medios titularán el 29: “Amplia oposición al gobierno. Se abre una nueva etapa”
Si el gobierno perdiera en la Provincia de Buenos Aires, el efecto de la derrota, más allá de ser primero a nivel nacional, producirá un efecto superior al fracaso de la votación de la resolución 125. El drenaje inevitable, sería, en ese caso, la hemorragia conocida que se produce en el interior del justicialismo hacia el referente con mayores posibilidades futuras. La inestabilidad política se instalaría en el escenario.
DEBAJO DE LA BANALIDAD Y LA DESPOLITIZACIÓN
Está en juego la continuidad de un programa, trazado a golpes de pragmatismo, que en muchos aspectos es una continuidad de la década de los noventa, una asociación, vía retenciones, con la soja y el petróleo, y en otros significativos implican una ruptura con ese deplorable pasado. Enfrente, está el PROperonismo que es el menemismo reciclado, con la vuelta a los paradigmas privatizadores, a las falacias neoliberales y la Coalición Cívica que es el radicalismo reciclado con la impronta “libertadora”, profundamente antiperonista en Elisa Carrió, su referente principal. En la Capital el voto inmaculado y puro se lo lleva Pino Solanas que permite a sus votantes, un voto al progresismo testimonial que a muchos le deja la conciencia tranquila mientras la lucha por el poder y el futuro inmediato se dirime en otra parte. Sectores del establishment ven con simpatía su sostenido crecimiento capitalino, como lo reveló el elogio enorme de Mariano Grondona a Alcira Argumedo o la admiración del periodista Eduardo Feinmann a Pino Solanas.
Solo si se retrocede en lo que se ha avanzado, se tendrá nostalgia de lo que se perdió. Desde los convenios colectivos al uso del espacio público. Desde los derechos humanos al alineamiento con los nuevos aires latinoamericanos. Desde una presencia activa del Estado a la concreción de algunas estatizaciones. Desde el alejamiento del Fondo Monetario a la quita de la deuda. Desde la recuperación de alguna parte importante de la demolida legislación laboral a la existencia de una política monetaria. Desde los millones de puestos de trabajos creados, al socorro de cerca de dos millones de jubilados imposibilitados de jubilarse. Desde la apertura de miles de empresas industriales al enfrentamiento alternativo con distintos sectores de la Argentina tradicional. Desde afrontar una crisis internacional descomunal con medidas Keynesianas que privilegia la ocupación y el empleo contra las tradicionales recetas de ajuste.
Para parte significativa del establishment, esto que es moderado y necesario para posibilitar un desarrollo capitalista dificultoso y con evidentes precariedades, le parece inadmisible. Para sectores de izquierda, es muy poco. Ambos significativamente se encuentran, como tantas otras veces, en la misma trinchera.
Se podría hacer un listado interminable de errores, limitaciones, contradicciones, probables corrupciones del gobierno. Macri, De Narváez, Prat Gay, repetirían, incluso potenciarían, la mayor parte de ellas, por no decir todas, y desmontarían todo lo que se ha avanzado. En función de un prometido mejor futuro, envuelto en un discurso republicano y de calidad institucional, lo peor de la década del noventa volvería a hacerse presente.
No se elige entre lo óptimo y lo mejor, como casi nunca sucede en la historia concreta. Se opta entre las alternativas que una sociedad construye, con sus grandezas y miserias. Algunos grupos marginales repiten otras trágicas experiencias de “cuanto peor, mejor”. Están también aquellos que se colocan en la banquina, indiferentes a lo que sucede en el camino porque ninguna de las propuestas les resulta satisfactoria.
Si la guerra es algo demasiado serio para dejárselo a los militares, si es lapidario colocar el manejo de la economía en mano de los economistas, no habrá posibilidad de jerarquizar la política si continúa en manos de los publicistas, de los “los Durán Barba”
Y sin embargo………
Debajo de la banalidad y la despolitización, están las alternativas políticas. Verlas es una forma de evitar el mito del eterno retorno. Apenas la posibilidad de arar sobre un terreno que permita sembrar algunos sueños para cosechar realidades. Lo demás es chamuyo publicitario: vótame, vótate, alica, alicate.
* La APEGE estaba integrada por el Consejo Empresario Argentino (CEA), la Sociedad Rural Argentina, la Unión Comercial Argentina, la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara Argentina de Comercio, la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires, Confederaciones Rurales Argentinas, la Cámara de Sociedades Anónimas, la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Rosario y la Copal (alimentación).
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