Crioablación: Una técnica de vanguardia para el tratamiento de las arritmias que utiliza frío, logra mejores resultados y menores complicaciones para el paciente.
La ablación por congelamiento o crioablación es una nueva técnica que se encuentra disponible en nuestro país, en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). Su innovador trabajo a través del frío tiene la ventaja de permitir revertir una cauterización.
Esta característica posibilita que ante cualquier complicación que se observe durante la aplicación de la energía (en el momento del tratamiento) se pueda suspender y de esta forma revertir el efecto nocivo; algo que hasta el momento no podía llevarse a cabo con otras técnicas.
La ablación por congelamiento dura tan sólo 80 minutos ofreciendo de esta forma mayor confort al paciente que se ve expuesto entre otros beneficios a un menor uso de anestesia. Los resultados obtenidos con la crioablación son muy satisfactorios, siendo la recurrencia de una arritmia de tan sólo un 30% y la presencia de complicaciones mucho menor.
El procedimiento
El procedimiento consiste en llevar un catéter a través de una vena hasta el corazón y posicionarlo en el sitio de interés. Una vez realizado el diagnóstico, se determina el lugar donde se encuentra la anomalía y mediante el congelamiento del helio que se encuentra en el interior del catéter (un gas inerte) obteniendo una temperatura de hasta -60ºC, se elimina el circuito anómalo.
¿Para quiénes está indicada la crioablación?
“La crioablación puede indicarse hoy en día a pacientes que presentan taquicardias paroxísitcas supraventericulares (una forma de arritmia) y en especial a pacientes con una edad igual o menor a 45 años, evitando, por ejemplo, toda posibilidad de bloqueo AV completo y necesidad de implante de un marcapasos definitivo como consecuencia del tratamiento convencional y brindar al paciente por consiguiente una mejor calidad de vida, ya que son muy jóvenes para presentar esta afección. Con esta nueva técnica las expectativas y los resultados son muy alentadores” comenta Fernando Scazzuso, cardiólogo-electrofisiólogo, Jefe de la Sección de Electrofisiología Invasiva del ICBA.
“Otro grupo de pacientes que se ven beneficiados por esta nueva técnica, son aquellos que presentan fibrilación auricular paroxística, afección que hasta el momento se estaba tratando por medio de la ablación por radio frecuencia o mapeo electro- anatómico. A partir de ahora y con todas las opciones disponibles en el ICBA, estudiaremos a cada paciente y su caso particular, para definir la mejor alternativa terapéutica a seguir” agrega el especialista.
La fibrilación auricular es la forma de arritmia más común en la población general y si bien afecta al 1% de la misma, este riesgo aumenta un 10% por década a partir de los 60 años y según confirman últimos estudios, es una de los causantes de la embolia cerebral (ACV), con sus secuelas como la parálisi de un hemicuerpo, la postración y trastornos severos del habla. Se estima que en nuestro país unas 800.000 personas son portadoras de fibrilación auricular.
Los síntomas más frecuentes de la fibrilación auricular son: palpitaciones, pérdida de capacidad funcional (lo que la persona hacia hasta el momento no puede realizarlo normalmente) y falta de aire. Es de suma importancia tratarla porque los pacientes con fibrilación auricular tienen un riesgo 5 veces mayor de padecer un accidente cerebro vascular y 3 veces mayor de padecer insuficiencia cardíaca. (Asteriscos TV).
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