La devaluación y la persistente incertidumbre en torno a cuál será el valor de convergencia del tipo de cambio no sólo está generando saltos en los precios en todos los eslabones de las cadenas productivas y de comercialización: también suma dificultades con el acortamiento de plazos de pago cuando falta el crédito.
Las nuevas exigencias de venta afectan especialmente a pymes, muchas de las cuales carecen de financiamiento.
Fuentes de varios rubros industriales consultados aseguraron que si bien en los últimos días comenzó a liberarse algo más la venta –que se había frenado abruptamente luego de la brusca devaluación de hace diez días–, todavía existen algunos problemas en rubros que no tienen precio y que optan por mantener el stock hasta tener más claro el panorama a mediano plazo.
La situación que se generalizó en todos los sectores es el achicamiento de los plazos de pago; hoy muchas empresas y distribuidores exigen pago al contado, cuando la operatoria normal es abonar a 30, 60 o 90 días.
“Todos se quieren cubrir y, si venden, contar con el efectivo porque no se sabe a qué valor van a poder reponer la mercadería”, señaló una fuente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), que se mostró satisfecha por el acuerdo alcanzado con la Cámara del Acero en materia de precios, pero afirmó que ahora deberán trabajar sobre el tema plazos de pago, que está afectando principalmente a las pequeñas y medianas empresas que no cuentan con financiamiento para hacerse de la mercadería y continuar con la producción.
La opción que tiene una industria si el distribuidor de algún insumo sólo acepta pago contado es recurrir al banco y descontar los cheques, si es que tiene de terceros. Pero el costo se encareció fuerte en los últimos meses. En enero, las tasas subieron 7 puntos porcentuales y hoy se ubican en torno al 27% para 30 días y 33% para 60 días.
“No podemos vender a plazo. Compramos materia prima sin plazo, por lo que cuando antes dábamos 30 días ahora es contado”, señaló una fuente de una importante hilandería, que reconoció que se están haciendo pocas operaciones pero que prefieren no vender con este nivel de incertidumbre.
Desde el sector de la construcción advirtieron que los grandes proveedores de insumos como Acindar, Siderar y Aluar acordaron con el gobierno amortiguar el impacto de la devaluación, pero “de ahí para abajo muchos no entregan, otros no tienen precio y otros tantos exigen pago contado”, señaló al diario El Cronista un empresario del rubro, añadiendo que este escenario podría ocasionar la parálisis de algunas obras debido a la falta de financiamiento para comprar los materiales. “Si tenía una orden de compra con un distribuidor eléctrico por 100 a un plazo de 30 días, hoy te piden 115 y al contado”, ejemplificó.
Según comentarios de órganos de prensa, si bien el Gobierno asegura que a $ 8 el valor del dólar es el nivel de convergencia y que no dejarán que siga subiendo, el mercado desconfía y cree que la cotización real es mayor. De hecho, todo ahorrista que puede comprar divisas, a raíz de la débil apertura del cepo, lo hace aún a $ 9,6. Y el blue cotizó el viernes a $ 12,50, por lo que la brecha sigue siendo alta.
Cuestiones relevantes
Según detalló la Cámara Argentina de Comercio, existen cuestiones de relevancia que pueden tener en cuenta las entidades ante eventuales pedidos de acuerdo de precios solicitados por parte de las autoridades:
* Los acuerdos de precios firmados hasta el momento por cámaras empresarias suponen una sugerencia desde cada entidad a sus socios para los productos de una lista, pero NO son vinculantes a menos que la empresa firme el convenio.
* Todo acuerdo también depende de que los fabricantes/proveedores se adhieran al mismo. Los comercios pymes compran a empresas mayoristas, por lo cual sus precios dependen de lo que fijen estas últimas y de que se hayan incluido en el acuerdo firmado por la Cámara representativa del sector.
* Otra cuestión a tener en cuenta son los costos logísticos. Difícilmente un acuerdo firmado para Capital y Gran Buenos Aires pueda replicarse en el interior del país manteniendo los mismos precios. Como se explicó anteriormente, los comercios del interior están sujetos a que los fabricantes/proveedores mayoristas se adhieran al acuerdo y vendan a los comercios locales al mismo precio.
* En muchos casos los comercios del interior del país no pueden tener determinada variedad de productos por limitaciones de demanda y mercado. Por lo tanto, no se puede pretender que un comercio ofrezca la lista completa de productos con precio acordado. (Empresas News).
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