Son entre evacuados y autoevacuados. Hay 5 centros donde se les da comida, ropa y calzado. Creen que la situación puede ser peor si sigue lloviendo.
El Municipio de Pilar asiste a un total de 380 personas en 4 centros de evacuados a raíz de las fuertes lluvias caídas en la provincia, cifra a la que se le suman más de 400 personas que por cuenta propia decidieron abandonar sus casas y refugiarse en la de amigos o familiares.
La Comuna dispuso de un operativo en donde "están trabajando todas las áreas", coordinado por Acción Social, Defensa Civil, Salud, y otras dependencias que recorren las zonas afectadas.
"Los lugares más complejos son barrio Río Luján, Los Grillos, Astolfi, Manzanares, San Alejo, San Jorge, Mundo Aparte, Manantiales, entre otros, que no solo se ven anegados por la crecida del Río Luján, sino por la intensa agua caída, un total de 141 milímetros en los últimos dos días", contó la Subsecretaria de Acción Social, Susana Do Nascimento a Pilar de Todos.
La asistencia consiste en alimentos, abrigo y calzados para los 380 evacuados que hay hasta ahora, dispuestos en 5 centros diferentes, como en la escuela 23 de Astolfi, el Club Argentino de Del Viso, Capilla de Agustoni y dos en barrio Río Luján.
Con los desbordes afloraron viejos reclamos vecinales
Fue el caso de unos 60 vecinos de Villa Astolfi que cortaron la calle Rondeau, acceso a la localidad desde la ruta 25, en su intersección con Mendoza.
De acuerdo a lo manifestado ante El Diario, justamente esa calle sufre las consecuencias de las lluvias. El problema es que no hay zanjeo y carece de caños de desagüe en los cruces. Cuando llueve, el agua no escurre, inunda las calles y termina por meterse adentro de las casas, como ocurrió en este caso.
Si bien en noviembre de 2012, ante una protesta, el Municipio se había comprometido a llevar a cabo las obras demandadas, según los vecinos, nada de eso se concretó.
En medio del bloqueo parcial de la calle y el humo de las ramas que quemaban los vecinos, ayer llegó hasta el lugar el subsecretario de Gobierno, Javier Girado, quien pidió un lapso de “48 horas” para que el Municipio comience a ejecutar las obras demandadas. El funcionario se comprometió a enviar las máquinas y hasta se deslizó la posibilidad de construir un asfalto frío sobre la misma calle Mendoza. Ante las promesas, los vecinos levantaron la protesta una hora y media después de haberla iniciado.
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