Especialistas advierten la importancia de controlar los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular para prevenir el deterioro cognitivo. La enfermedad de Alzheimer es una amenaza, por el momento, incurable
La expectativa de vida es cada vez mayor, el hombre vive cada vez más años y nuevas enfermedades aumentan su prevalencia. La enfermedad de Alzheimer es una de ellas y cada vez más personas se ven afectadas por este mal, por el momento incurable.
Al igual que la enfermedad cardiovascular, la demencia cursa un período entre 10 y 15 años silente y asintomática, previo al inicio de la enfermedad. Período en el cual, la oportuna intervención del cardiólogo puede, “retrasar o prevenir su aparición, detener su avance o atenuar sus consecuencias una vez establecida”.
Augusto Vicario, médico de la Unidad Corazón-Cerebro del Instituto Cariovascular Buenos Aires (ICBA) explicó que en las últimas décadas, numerosas investigaciones sugieren que los “factores de riesgo vasculares” tales como, la hipertensión arterial, la diabetes y el cigarrillo, entre otros que dañan la salud vascular, contribuyen a precipitar, agravar y empeorar el pronóstico de las demencias. "De modo tal, el control de los factores de riesgo vascular, se convierte en el foco de atención, porque “lo que resulta bueno para el corazón, es bueno para el cerebro”", indicó.
Hay 5 intervenciones que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer enfermedad de Alzheimer:
-Controlar la presión arterial. La presión arterial alta daña las arterias cardíacas y cerebrales. Cuidar la presión arterial en la edad media de la vida es una forma de prevenir la enfermedad de Alzheimer en estapas avanzadas de la vida.
-Dejar de fumar. El humo del cigarrillo envejece prematuramente las arterias. El 14% de las demencias pueden atribuirse al fumar cigarrillos.
-Controlar el colesterol. El colesterol en exceso obstruye las arterias y disminuye la circulación sanguínea tanto en el corazón como en el cerebro.
-Seguir una dieta saludable y cuidar el peso. Las dietas grasas y la obesidad aumentan el riesgo de enfermedades cardio y cerebrovasculares.
-Mantenerse fisicamente activo. La actividad física mejora la condición física y mental generando bienestar. La falta de actividad física aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, hipertensión arterial, diabetes, depresión y demencia.
El especialista señaló que "si además de los 5 puntos mencionados, se estimula el cerebro y se disfruta de una vida social plena, se gozará de buena salud vascular y se vivirá más años conservando nuestras capacidades cognitivas".
"El Instituto Cardiovascular de Buenos Aires cuenta con la Unidad Corazón-Cerebro cuyo objetivo es promover la salud preservando las capacidades cognitivas. Y, su misión es estimular la investigación y educación relacionada con la interacción entre el corazón y el cerebro y divulgar las medidas preventivas que pueden conservar la salud cardíaca y cerebral. Cuide su cerebro tanto como su corazón", concluyó. (Asteriscos TV).
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