“Paralizar las obras tiene consecuencias”, advirtió el exministro de Planificación y actual diputado nacional, que rechaza la necesidad de hacer auditorías, pues afirma que todo fue licitado y adjudicado durante su gestión.
Julio De Vido tomó por costumbre durante su gestión salir al cruce a través de comunicados de las notas periodísticas que aludieran a cuestiones de su administración. Ahora, como diputado nacional, no ha cambiado y difundió un comunicado como respuesta a una nota periodística en la que advierten sobre la decisión del Gobierno de revisar obras puestas en marcha por la gestión anterior, antes de destrabar fondos para su continuidad.
De Vido advirtió que “el Estado tiene continuidad, y paralizar las obras siempre tiene consecuencias”. Recordó que “están en la ley” y que “las consecuencias son siempre perjuicio al erario público (a la plata de todos los argentinos) y debería ser responsabilidad personal de los que toman las decisiones de estas consultoras privadas contratadas directamente que están ‘auditando’”.
El exministro de Planificación Federal sostuvo que “no se necesita mucha auditoría” sobre las obras puestas en marcha durante la época K, por cuanto “todas las obras licitadas y adjudicadas durante mi gestión, la tienen desde que se inicia el expediente. Está todo informado en la documentación de traspaso que les dejé sobre el escritorio y entregué a cada organismo de control y garantía”.
“Parece que los funcionarios actuales no lo han leído. Me quedaron ejemplares, si me avisan se las mando. Eso sí son muchas hojas: ¡12 años!”, advierte, agregando: “A menos que vayan a echar también a los funcionarios y empleados que intervinieron por la secretaría de Obras Públicas, la Dirección Nacional d Arquitectura, la Contaduría General, SIGEN, AGN y todos los que tienen intervención necesaria en los procesos licitatorios, evaluaciones, contrataciones, imputaciones presupuestarias y pagos”.
Sugirió también no olvidarse de “todos los legisladores que año a año aprobaron los presupuestos y los fondos para hacer las obras. Todas las personas, funcionarios y empleados, que intervinieron en la gestión de todos los expedientes públicos donde tramitan las obras”.
De Vido consideró que la nota del diario La Nación debería quedar “bajo la lupa”, como así también “todos los irresponsables que desconocen que el Estado tiene continuidad y que no depende de la voluntad de una persona. No hay ‘extraños movimientos financieros’; hay leyes y normativa que cumplir en cada trámite, que no inventé yo”. En ese sentido sugirió leer la Ley de Procedimientos Administrativos.
“Los funcionarios de este Gobierno que se sorprenden, se lamenta, se indignan o se ríen demuestran qué poco les importan las obras porque seguramente no saben para qué sirven. Desde el mercado es difícil entender qué es el bienestar general… No figura en las reglas de mercado”, ironizó el legislador kirchnerista, que consideró que “se sorprenden estos funcionarios y por eso piden a gritos que se declare la emergencia en todos los temas”, sugiriendo que la intención es “la forma de contratar directamente a quienes ellos quieran. Sorpréndanse todo lo que quieran pero ojo, que los expedientes no desaparezcan porque pueden reconstruirse. Esto también lo dice la ley”.
“No tenga miedo de gestionar, sólo hay que comprometerse con la realidad y tomar decisiones para cambiarla. ¿No vinieron a eso? El alto impacto de echarle la culpa al que se fue tiene patas cortas”, concluye la nota de Julio De Vido. (Parlamentario.com).
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