El diputado nacional del FpV consideró, en diálogo con Info Región, que el acuerdo entre el Gobierno y los holdouts “no tiene pies ni cabeza, en términos éticos, políticos y patrióticos”.
Para el diputado kirchnerista, el acuerdo representa una “situación bochornosa” al plantearse como “una de las condiciones” que los propios integrantes del Congreso de la Nación “deroguen” la Ley Cerrojo y de Pago Soberano.
“Esto es una intromisión en lo que es un Poder de un Estado soberano. Todo el esquema es una barbaridad. Por eso vamos a intentar que la sesión no avance y no vamos a dar quórum. Y, en segunda instancia, nos vamos a oponer claramente”, explicó a Info Región.
Para Grana, existe la posibilidad que los bonistas “ya reestructurados” en 2005 y en 2010, “tengan condiciones para generar una nueva demanda”. “Es una situación de riesgo, desprolija y de una improvisación enorme. Nos quieren presentar este acuerdo como una maravilla de negociación, cuando le estamos dando más de lo que nos pidieron, y que nosotros dijimos que no, el año pasado. Esto es una cuestión muy grave, porque, además, les estamos dando la espalda a más de 130 países, que apoyaron en Naciones Unidas la posición argentina y donde se constituyó un protocolo de negociación de deuda soberana”, aseveró.
Posible crisis.
El diputado también se mostró preocupado ante una eventual crisis, producto de la confirmación legislativa de este acuerdo con fondos buitre y la coyuntura económica que se da en “lo interno”.
“Todo esto se da en el marco interno de la devaluación, la apertura de las importaciones, el desfinanciamiento del Estado, que ya no cobra retenciones a situaciones de privilegio en términos económicos como son las mineras y las cerealeras; esto se traslada a una inflación galopante, que no para de subir, y con pérdidas masivas de empleos. Todo ese combo nos lleva de cabeza a una crisis”, describió. Grana advirtió que quienes “pagarán” la crisis serán “los más humildes”.
Ataque a local de Nuevo Encuentro.
Consultado por el ataque que sufrió una sede del partido que encabeza Martín Sabbatella, Grana no lo redujo a un ataque a militantes, sino que lo consideró “una agresión a todos los vecinos”.
Se sumó al repudio generalizado de funcionarios y referentes políticos, al dejar en claro que se deben “condenar” este tipo de hechos. “Entendemos que esta situación se generó como producto de la extraordinaria violencia verbal que hay desde el Gobierno con respecto a los militantes en general, y en particular con los del kirchnerismo”, remarcó Grana.
Y reclamó: “Estamos muy preocupados esta situación y pedimos al Gobierno nacional que no deje pasar un día más sin poner un freno a esta violencia, y que ponga a todos los argentinos a condenar este tipo de actitudes”. (Inforegión).
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