Monseñor Jorge Lugones consideró, en diálogo con Info Región, que ampliar la sala de juegos de Temperley y radicarla en Puente La Noria provocará “un gravísimo riesgo social”. La Iglesia advirtió a la Provincia.
“Abrir el bingo (en Puente La Noria) es como darle una granada a un niño, aunque no se saque la espoleta”. Con estas palabras, monseñor Jorge Lugones repudió el proyectado traslado y ampliación de la sala de juegos que actualmente funciona en un centro comercial de Temperley.
En diálogo con este medio, Lugones sostuvo que la apertura del bingo en una de las zonas más transitadas y vulnerables del municipio “tendría repercusiones terribles” y calificó al hecho de “peligrosísimo”. “Ante esto vemos un gravísimo riesgo social”, remarcó.
El Obispo señaló que “el fondo del problema es que Puente La Noria es un lugar de tránsito de 200.000 personas diarias, donde se encuentran las terminales de corta y media distancia”, además de que se trata de “una zona deprimida socialmente”. “A 200 metros hay un asentamiento sobre un basural, que no tiene cloacas, están colgados de la luz, obtienen agua con una manguera y recargan tanques con bombas a partir de agua de vecinos”, puntualizó.
Remarcó que “un lugar de juego genera adicción (ludopatía)”, que se sumaría al flagelo que ya existe con “el alcohol y la droga” que golpean a distintos barrios. “Los hospitales de la zona están deteriorados, ¿y quieren poner un bingo?”, se preguntó.
Reclamo a Provincia. El Obispo además precisó que se comunicaron con el gobierno bonaerense “porque es un tema muy preocupante”. “Vino un delegado de la Provincia a hablar con nosotros y estamos con el deseo de que esto se pare, que no se lleve a cabo”, apuntó, al tiempo que comentó que también realizaron una junta de firmas.
El proyecto en marcha y que ya cuenta con autorización municipal implica el traslado del casino electrónico que funciona en el Coto de Temperley a un local mucho más amplio y con el cuádruple de máquinas de juego, radicado en una zona de alto tránsito. (Inforegión).
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