La menopausia es una etapa normal
y natural en la vida de una mujer que comienza con el cese de la función
ovárica. A lo largo de la vida, la mujer atraviesa por varias etapas en las que
se producen cambios físicos, que en parte están regulados por los niveles
hormonales. Inicialmente la primera menstruación, o menarca, determina el
comienzo de la pubertad, que conlleva el inicio de la edad fértil; con el
tiempo, los ovarios disminuyen la producción de hormonas tales como estrógenos
y progesterona y dan lugar al comienzo de la menopausia que se considera desde la
fecha de la última menstruación en la vida de la mujer. Para hablar de una
mujer que ha entrado en éste período, se debe registrar un año en ausencia de
menstruaciones.
La variación de los niveles
hormonales es la responsable de las modificaciones que aparecen en 4ste
período. La edad habitual de la menopausia se estima entre los 48 y los 52 años,
pero los síntomas pueden aparecer varios años antes del cese definitivo de la
menstruación, etapa que se conoce como perimenopausia o transición a la
menopausia.
Entre los primeros síntomas que
suelen registrarse están las alteraciones en el ciclo menstrual. Algunas
pacientes presentarán ciclos más largos o de mayor cantidad a los que estaban
acostumbradas, mientras que otras
podrán, por ejemplo, tener ciclos intermitentes o pérdidas fuera de su período
menstrual. Si el sangrado que se produce presenta una duración y/o cantidad
excesiva, será necesario consultar con un especialista para prevenir la
aparición de anemia y asegurarse de que esta alteración no sea por otra causa.
Acompañando a los ciclos
irregulares, suelen aparecer los
llamados “calores” o “sofocos”, que constituyen el síntoma más característico
de la menopausia. Estos pueden ocurrir en cualquier momento del día y pueden
ser desencadenados por el consumo de bebidas calientes, alcohol, situaciones de
estrés, o en ocasiones sin un factor que lo determine.
También pueden aparecer
palpitaciones, sensación de angustia o depresión, irritabilidad, disminución
del deseo sexual, sequedad vaginal, insomnio, vértigo, alteración de la memoria
o de la capacidad de concentración y pérdida involuntaria de orina.
Otro aspecto importante a tener
en cuenta es la integridad ósea y cardiovascular. La menopausia implica un
aumento en el riesgo de sufrir osteoporosis
e infartos cardíacos. La forma más efectiva de prevenir estos eventos es
a partir de una buena calidad de vida, que se basa en la actividad física
regular y una dieta sana y balanceada, con un buen aporte de calcio.
Terapia hormonal
La terapia hormonal de reemplazo
consiste en la administración de hormonas para aliviar los síntomas de la
menopausia en los casos en que la paciente se sienta muy afectada y perturbada
por los mismos. Tomar estas hormonas ayudará
además a prevenir la pérdida de masa ósea que ocurre durante la menopausia. Sin
embargo, la terapia hormonal de reemplazo, tiene sus riesgos, por lo que se
recomienda utilizarla en aquellas pacientes en las que su calidad de vida se
vea comprometida, administrando la menor dosis posible durante
períodos cortos de tiempo, teniendo en cuenta la historia personal de cada
mujer, considerando los factores de riesgo para enfermedad cardiovascular y
antecedentes de cáncer de mama.
La consulta con el especialista
brindará un adecuado asesoramiento para cada paciente, y proveerá de
información necesaria para el control y la prevención de consecuencias a largo
plazo.
La menopausia es una etapa
natural de la mujer y es importante que cada una la viva como tal, en plenitud,
y reforzando los buenos hábitos como la actividad física regular y la buena
alimentación. El equilibrio entre el cuerpo y la mente se forjan a partir del
ejercicio diario y de la aceptación de la vida y sus distintas etapas.
“La vida es como andar en
bicicleta, para conservar el equilibrio, debes mantenerte en movimiento” Albert
Einstein
Dra. Mariana Strika (MN 128401)
Médica Servicio de Ginecología y
Obstetricia del Hospital Alemán
Sección menopausia
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