Alejandro Videla, del equipo de Neumonología del Hospital Universitario Austral desarrolló una investigación junto con colegas del CONICET, del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) y referentes del exterior, a partir de la cual se comprobó que los sectores de la sociedad que poseen menores recursos presentan mayor porcentaje de fumadores.
Recientemente se publicaron los resultados de un estudio titulado “Revisión sistemática de la relación entre tabaco y pobreza”, que fue realizado a pedido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), una organización argentina sin fines de lucro que se dedica a la investigación, la educación y la cooperación técnica en temas de salud.
La investigación, que involucró a 31 millones de personas en todo el mundo, se basó en 2 búsquedas, de las cuales se obtuvieron 13.583 referencias generadas entre 1989 y 2013.
Luego de eliminar los duplicados y la selección por título y resumen, 1.226 estudios fueron seleccionados para una evaluación detallada, tras la cual se estableció que el tabaquismo causa más de 5 millones de muertes por año, y que el 80% de los fumadores vive en países en vías de desarrollo.
Ariel Bardach, investigador del IECS, explicó: “Este trabajo muestra una relación ‘dosis-respuesta’ inversa y constante entre el tabaquismo y el nivel de ingresos de los fumadores y sus familias. Esto quiere decir que los sectores con menores ingresos económicos presentan mayor porcentaje de fumadores. Esta relación está presente en todas las zonas geográficas del mundo, por lo que se trata de un fenómeno global, que además se ve en ambos sexos, y en todas las edades”.
Por su parte, el Dr. Alejandro Videla, médico del Staff de Neumonología y Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral (HUA) comentó que “la primera versión del trabajo fue terminada en 2011 y la actualización en 2015, abarcando la literatura publicada hasta 2013. Por ende, la mayoría de las conclusiones de la primera versión se aplican a las de 2015, publicada en 2016”.
El objetivo del estudio fue demostrar que si el consumo de cigarrillos continúa tal como se presenta en la actualidad, para 2030 se cobrará 8 millones de vidas.
“Este estudio es el primero de esta naturaleza que analiza cuantitativamente el impacto del tabaco por clase social y demuestra que existe una relación inversa entre el nivel de ingreso y el consumo de tabaco. Concretamente, las clases bajas consumen más que las altas. En el continente americano, por ejemplo, el tabaquismo en los pobres es un 50% más alto que en las clases adineradas”, refirió por su parte el Dr. Agustín Ciapponi, autor principal del estudio, médico especialista en clínica médica, en medicina familiar y coordinador del Centro Cochrane IECS.
La publicación señaló además que la explicación más aceptada para este fenómeno se conoce como “modelo de los Cuatro Estadíos”. En este sentido, Ciapponi detalló: “Primero, el tabaquismo se disemina rápido en las clases altas, que son las que están más abiertas a la innovación; y después se difunde al resto de la población (en un segundo y un tercer estadío). Luego, las clases altas dejan de fumar porque toman contacto con la cultura del cuidado de la salud y porque reciben información. Así es como, en un cuarto y último estadío, el tabaquismo disminuye en las clases altas y se consolida en las bajas”.
De hecho, tal como consta en el estudio, en los hogares de bajos ingresos la compra de tabaco representa un 10,7% de los gastos familiares. Asimismo, la proporción de ingresos que se destina al tabaco es más elevada en las clases bajas (que tienen menos ingresos) que en las altas, y así el tabaco contribuye al empobrecimiento.
Pero esta no es la única causa que ahonda la vulnerabilidad de los más humildes, porque esto se evidencia también en que ellos no pueden afrontar las consecuencias del tabaquismo como los grupos más acomodados.
“Enfermedades como el cáncer de pulmón, los infartos cardíacos y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afectan más a los pobres que a los ricos porque los más humildes están menos cubiertos por los sistemas de salud. Es por eso que el tabaquismo potencia la inequidad de las sociedades”, subrayó Ciapponi.
También de la investigación se extrae que la relación inversa que existe entre nivel de ingreso y el consumo de tabaco (a mayor ingreso, menor consumo) se acrecentó en los últimos 20 años, periodo en el cual el tabaquismo creció notoriamente entre las mujeres, quienes a su vez presentan cáncer de pulmón cada vez con mayor frecuencia, pese a que aún fuman menos que “ellos”.
El cigarrillo en números:
*Un 27% de la población mundial fuma.
*1 billón de hombres y 250 millones de mujeres fuman diariamente.
*La edad promedio del consumidor de tabaco es 41 años.
*El 82% de los fumadores vive en países de bajos y medianos ingresos.
*El consumo de tabaco es la principal causa de muertes evitables, con un número estimado de 6 millones de muertes anuales en todo el mundo.
*La mayor incidencia de tabaquismo entre los hombres es en los países de ingresos medios bajos.
*Para la población total, la prevalencia de tabaquismo es más alta entre los países de ingresos medios altos.
*Junto con los grupos de menores ingresos, los jóvenes (personas de entre 15 y 44 años) son los más afectados por la pandemia de tabaco.
*Las mujeres y los hombres de clase baja fuman 1 vez y media más que los hombres de clase alta.
*El 10,7% de los gastos familiares es lo que se destina a la compra de tabaco en los hogares de bajos ingresos.
*Con algunas excepciones regionales (como puede ser la práctica de mascar tabaco en India y el consumo de kreteks en Indonesia) el cigarrillo es el método más común de consumo de tabaco a nivel mundial.
*Las enfermedades más habituales atribuibles al tabaquismo son: cáncer de pulmón, infarto, enfermedad coronaria, muerte cardiovascular, pérdida de dientes, periodontitis, EPOC y bajo peso en recién nacidos. (Asteriscos TV).
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