El teletrabajo, una de las principales transformaciones generadas por la pandemia de coronavirus en el mundo, llegó para quedarse, pase lo que pase con el coronavirus.
Esa fue una de las principales conclusiones de la presentación realizada por las principales centrales sindicales al avalar esa modalidad laboral ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados.
Sindicalistas y legisladores del oficialismo y la oposición coincidieron en la necesidad de resguardar a los trabajadores de los abusos cometidos por el personal jerárquico, que exige más de lo que debe porque, total, el trabajador está a tiro de un mensaje.
Una de las voces cantantes por el sindicalismo la llevó el secretario general adjunto de los telefónicos de FOETRA, Claudio Marín, quien a su vez es referente de la CTA.
Ante los diputados, consideró que el teletrabajo constituye un "cambio de época".
Y exigió contemplar la necesidad de garantizar el derecho a la "desconexión digital", para resguardar a los trabajadores de situaciones que ya suceden, cuando desde la jefatura o gerencia "llaman al trabajador en cualquier horario fuera de su jornada porque total está a mano".
"Los gerentes están llamando a la casa de los compañeros sábados, domingos, a cualquier hora. No se respetan las jornadas y esto genera no solo un estrés, sino un aumento de la carga de trabajo", se quejó Marín. "Esto genera no solamente estrés y un problema psicológico individual, sino además una extracción mayor de plusvalía", sostuvo Marín, incorporando a la discusión un enfoque teórico que nació con el marxismo.
Marín también dijo que la conectividad a internet y telefonía debería estar íntegramente a cargo del empleador cuando se legisle el teletrabajo.
Marín también propuso que se consigne la modalidad mixta, combinando trabajo presencial algunos días a la semana y trabajo remoto el resto de las jornadas.
El debate de la iniciativa continuará este miércoles con la participación del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, entre otros funcionarios.
La posición de la CGT
Los cosecretarios generales de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña arrancaron el debate. Si bien al principio admitieron que no les parecía oportuno legislar en estos momentos sobre el teletrabajo, decidieron respaldar la tarea de los legisladores debido al consenso alcanzado.
Para ambos sindicalistas fue clave que, en la iniciativa acordada, se haya eliminado la cláusula que establecía un plazo de 180 días para la adecuación de la ley a los convenios colectivos de trabajo.
"Si persiste esta situación y no tenés fuerza sindical es muy difícil discutir en el marco de un convenio colectivo. Que no existan plazos abre una negociación libre para las partes", consideró Daer.
Desde la CTA Autónoma, Ricardo Peidró sostuvo que "deberían incluirse disposiciones específicas que tiendan a fortalecer la negociación colectiva, es decir, establecer que el teletrabajo solo puede ser utilizado previa habilitación en la negociación colectiva". Además, propuso que "el consentimiento solo pueda establecerse en forma colectiva y no individual", dado que "lo voluntario en las relaciones laborales, por lo general, es decisión de los empleadores".
"El teletrabajo potencia el proceso de individualización de las relaciones laborales y dificulta instancias de organización y reclamo colectivo", advirtió.
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