En siete días hubo 5 mil casos más. Y cerca de 400 muertes. En la Ciudad fue más bajo: 29%.
El dato alarmó aún más al gobierno bonaerense de Axel Kicillof, que ya venía convencido de la necesidad de volver por algunas semanas a la Fase 1 de la cuarentena, en la desigual lucha contra el coronavirus.
Sobre la mesa de trabajo estaba un gráfico sobre la evolución de contagios en el conurbano: de punta a punta, en una semana, se habían disparado un 50%.
Así, se confirma que el tan temido paso del coronavirus por el Conurbano entró en una nueva fase, de consecuencias potencialmente catastróficas.
Es que no sólo se mantiene firme el aumento de los contagios en los 28 partidos que lo componen, sino que va tomando cada vez mayor velocidad.
El dato que tiene el gobierno bonaerense es que del 13 al 20 de junio, la cantidad de casos registrados subió 49,2%, al pasar de 11.198 a 16.708. Y las muertes se acercan a 400.
Después de casi tres meses en los que la Ciudad tuvo números más altos que la Provincia, ahora lidera (nominalmente) la tabla sanitaria. En la misma semana que el conurbano vio empinarse la curva un 49%, en Capital el crecimiento fue menor: 29%.
Esto explica, en parte, por qué las autoridades bonaerenses son las más preocupadas en ajustar las restricciones por la cuarentena.
Los especialistas advierten, de todos modos, por la necesidad de hacer una lectura más fina de la estadística: analizar la cantidad de hisopados que hace cada distrito y la positividad de esos testeos. Ante el número limitado de kits -un problema irresuelto tras casi cuatro meses de pandemia-, la tendencia en Argentina es monitorear donde se presume que está el virus: los que tienen síntomas o son contactos de contagiados. Esto redunda en una positividad alta, pero deja tanto a la Ciudad como a la Provincia -sobre todo- en posición incómoda: se va detrás del virus sin poder cortar su curva ascendente.
La fase 1 de aislamiento es la que prevé sólo la circulación de personas vinculadas a actividades esenciales. Fue la que rigió de arranque, cuando la movilidad apenas orillaba el 10% de la época pre-pandemia.
Después de más de tres meses de cuarentena, implicaría una marcha atrás tan fuerte (con cierre de comercios e industrias, y prohibiendo actividades recreativas), que parece difícil de volver a implementar. Al menos de modo homogéneo. El alerta por la suba de casos en los partidos del GBA tiene matices. Porcentualmente, la disparada más grande se dio en Hurlingham: 80% en una semana, de 153 a 276.
En Lanús una suba de 60% de casos en la última semana. De 647 a 1.035. Es de los distritos con mayor cantidad de casos.
Otro distrito donde los casos se dispararon La Matanza. De 1.650 a 2.586, un 56,7% más. Apenas se confirmó el primer caso de Covid en el país, se coincidió en que lo más grave llegaría si el virus entraba con fuerza en los barrios marginados del Conurbano. Aquel temor ya está transcurriendo. En alza. Y con final incierto. (Asteriscos TV).
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