LOMAS DE ZAMORA, Enero 15, (PUNTO CERO-Inforegión) El saneamiento del Arroyo del Rey despierta amores y odios entre las partes involucradas en el proyecto. Ayer la zona quedó despejada para que ingresen nuevas máquinas que realizarán los trabajos hídricos en la desembocadura.
Luego de intensas conversaciones y hasta de momentos de tensión, se llegó a un acuerdo y tres camiones municipales colaboraron con el abandono de los 550 locales ubicados en la feria de La Ribera, ante la presencia de vecinos integrantes del foro hídrico -que regulan que se continúe con el proyecto-. También estuvieron miembros de inspección general, como Víctor Ureta; y municipal, Mario Romero; el director de Asuntos Hídricos, Carlos Omar Núñez; el ingeniero municipal Richiardi, y vendedores de La Salada, que querían permanecer allí para "cuidar" sus puestos de trabajo.
“Desde las 6 de la mañana se estará trabajando con las maquinarias en el saneamiento del canal que beneficiará a más de 600 mil personas para que se acaben las inundaciones que afectan a 15 barrios de Lomas de Zamora”, prometió Núñez durante el encuentro.
Las tratativas comenzaron cuando miembros del Foro Hídrico de Lomas de Zamora, junto con varios vecinos del barrio Lamadrid se acercaron como todos los días a controlar que no se paralicen las tareas en el Arroyo del Rey. “Estamos presentes porque acá hay un cuidador, llamado Pantera, que anunció que se iba a instalar un asentamiento en la desembocadura y tememos que se acaben los fondos si no controlamos”, aseguró la presidenta del foro de la décima, Susana Ledesma.
El diálogo se dio individualmente entre los inspectores municipales y los puesteros, que se negaron a dar sus nombres ante Info Región porque, aunque aseguran que están ubicados de forma legal, temen por las consecuencias que pueden tener "al blanquear" que están ubicados allí. La mayoría acordó trasladarse a un sector de la calzada que estaría inhabilitado por las obras o también a la vereda. Sin embargo, un grupo minoritario exigía “un subsidio para el traslado”, mientras repetía con furia que ellos no querían “perder su trabajo por sus hijos”.
Tres horas más tarde se llegó a un acuerdo para el que no fue necesario más que un intercambio de palabras. “Los puestos van a poder ubicarse en la calle o en cualquier otro lado durante los tres meses que dure la obra, ya que de igual manera los días de feria los colectivos no pueden pasar y es difícil trasladarse con normalidad”, expresó Alicia, vecina de Villa Lamadrid.
Ricardo Moreno, presidente de la cooperación del Paseo de Compras La Ribera coincidió en que se realicen las obras porque él mismo ha “padecido fuertes inundaciones”. Sin embargo considera que “se acuerdan de la gente cuando hay campañas políticas, dado que esta obra ya se había hecho, pero mal y por 90 días estuvo cortada La Ribera”.
“Que se haga todo pero que nos dejen trabajar, porque la feria la crearon las colectividades boliviana, paraguaya, peruana, porque necesitan una fuente de ingresos”, resaltó Ricardo.
Por otro lado, los vecinos de los alrededores, como Sergio Correa, están "indignados" por la "mala organización" de los trabajos dado que, consideró: “No estamos en contra de las obras, pero exigimos a los constructores que realicen un puente paralelo por la calle Azamor, porque sino estamos totalmente aislados”.
“Para dirigirnos a nuestro empleo debemos hacer un rodeo de 25 cuadras y es un peligro caminar por Ingeniero Budge a determinadas horas”, sostuvo.
Hoy realizarán un reclamo en la desembocadura puesto que, como residentes del barrio, así como los vendedores y los miembros del foro, necesitan “ser escuchados”. (PUNTO CERO-Inforegión).
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