LUJAN, Setiembre 08, (PUNTO CERO-El Civismo) Los domingos a la noche, casi invariablemente, decenas de jóvenes motociclistas realizan una práctica tan ilegal como peligrosa.
Los vecinos de la zona solicitan que las autoridades tomen medidas. El subsecretario de Control Urbano explicó que “se están implementando distintos controles”.
Conforman una larga caravana de motos de baja cilindrada que parte del centro de la ciudad y tiene como destino final el Acceso Oeste, a la altura del puente de la ruta 192. En ese lugar, una decena de jóvenes se dedica a dar rienda suelta a los aceleradores de sus ruidosos rodados, sin advertir el peligro que representa esa práctica ni su condición de ilegal.
Las “picadas” en ese sector de la autopista se han transformado en una constante. Todos los domingos, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan, los vecinos de los barrios adyacentes deben soportar el ruido de las motos hasta bien entrada la madrugada del lunes.
Según relataron a este medio varias personas, esta situación se repite desde principios de marzo, y si bien la Policía acude “rápidamente” ante las denuncias de vecinos cansados de intentar y no poder conciliar el sueño, una vez que las fuerzas de seguridad abandonan el lugar los “amantes de las picadas” regresan para poner en marcha los motores.
El inicio de esta historia que se repite cada semana puede ser constatado por cualquier persona que pase por la plaza Colón un domingo cerca de las 11 de la noche. En la intersección de las calles Colón y San Martín, justo enfrente de una tradicional confitería, se reúnen decenas de jóvenes con sus motos, como antesala de la práctica que tiene cansado a los vecinos y, al menos en apariencia, inactivas a las autoridades.
En este sentido, desde la sección “Del Dicho al Hecho” de este bisemanario se alertaba, meses atrás, sobre la presencia de motos en la plaza Belgrano que en caravana enfilaban por la calle 9 de Julio, tomaban la rotonda Ana de Matos y luego de transitar por la ex ruta 7, desembocaban en el Acceso Oeste, a la altura del puente de la ruta 192.
Según varios testigos involuntarios de esas “picadas”, esta práctica ilegal reúne a unas 100 personas, entre “competidores” y curiosos.
OPERATIVOS CON POCOS RESULTADOS
Consultado por este medio, el subsecretario de Control Urbano, Pablo Oliva, explicó que en el tema está trabajando “toda la Patrulla Rural y la Policía Vial y que se han hecho distintos operativos”.
“Dentro de las capacidades de trabajo existentes se está trabajando los días donde medianamente hemos visto que se producen estos inconvenientes. En algún momento hemos realizado operativos en la avenida Nuestra Señora de Luján”, agregó el funcionario municipal.
Si bien Oliva informó que “se han implementado varios operativos”, los vecinos de los barrios cercanos a ese sector del Acceso Oeste sostienen que el problema está vigente desde hace más de cinco meses.
Por otra parte, el subsecretario de Control Urbano descartó que detrás de estas “picadas” esté alguna organización criminal, sino “que se trata de grupos que se van armando y se van desplazando de lugar”.
- Si estos jóvenes se juntan en pleno centro de la ciudad, ¿podría existir la posibilidad de actuar en ese momento? preguntó EL CIVISMO.
- “Todo lo que sea prevención tenelo por seguro que lo vamos a ir haciendo. En el momento que uno ve determinada cantidad de grupos que se juntan, siempre se puede hacer algo para evitar que ocurran estas cosas. Esa es nuestra intención y a lo que estamos apuntando como objetivo final”, respondió Oliva.
“De alguna forma nos hemos trazado un plan de trabajo que cuenta con una mayor operatividad de inspectores en la zona céntrica”, agregó.
Los vecinos de la zona solicitan que las autoridades tomen medidas. El subsecretario de Control Urbano explicó que “se están implementando distintos controles”.
Conforman una larga caravana de motos de baja cilindrada que parte del centro de la ciudad y tiene como destino final el Acceso Oeste, a la altura del puente de la ruta 192. En ese lugar, una decena de jóvenes se dedica a dar rienda suelta a los aceleradores de sus ruidosos rodados, sin advertir el peligro que representa esa práctica ni su condición de ilegal.
Las “picadas” en ese sector de la autopista se han transformado en una constante. Todos los domingos, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan, los vecinos de los barrios adyacentes deben soportar el ruido de las motos hasta bien entrada la madrugada del lunes.
Según relataron a este medio varias personas, esta situación se repite desde principios de marzo, y si bien la Policía acude “rápidamente” ante las denuncias de vecinos cansados de intentar y no poder conciliar el sueño, una vez que las fuerzas de seguridad abandonan el lugar los “amantes de las picadas” regresan para poner en marcha los motores.
El inicio de esta historia que se repite cada semana puede ser constatado por cualquier persona que pase por la plaza Colón un domingo cerca de las 11 de la noche. En la intersección de las calles Colón y San Martín, justo enfrente de una tradicional confitería, se reúnen decenas de jóvenes con sus motos, como antesala de la práctica que tiene cansado a los vecinos y, al menos en apariencia, inactivas a las autoridades.
En este sentido, desde la sección “Del Dicho al Hecho” de este bisemanario se alertaba, meses atrás, sobre la presencia de motos en la plaza Belgrano que en caravana enfilaban por la calle 9 de Julio, tomaban la rotonda Ana de Matos y luego de transitar por la ex ruta 7, desembocaban en el Acceso Oeste, a la altura del puente de la ruta 192.
Según varios testigos involuntarios de esas “picadas”, esta práctica ilegal reúne a unas 100 personas, entre “competidores” y curiosos.
OPERATIVOS CON POCOS RESULTADOS
Consultado por este medio, el subsecretario de Control Urbano, Pablo Oliva, explicó que en el tema está trabajando “toda la Patrulla Rural y la Policía Vial y que se han hecho distintos operativos”.
“Dentro de las capacidades de trabajo existentes se está trabajando los días donde medianamente hemos visto que se producen estos inconvenientes. En algún momento hemos realizado operativos en la avenida Nuestra Señora de Luján”, agregó el funcionario municipal.
Si bien Oliva informó que “se han implementado varios operativos”, los vecinos de los barrios cercanos a ese sector del Acceso Oeste sostienen que el problema está vigente desde hace más de cinco meses.
Por otra parte, el subsecretario de Control Urbano descartó que detrás de estas “picadas” esté alguna organización criminal, sino “que se trata de grupos que se van armando y se van desplazando de lugar”.
- Si estos jóvenes se juntan en pleno centro de la ciudad, ¿podría existir la posibilidad de actuar en ese momento? preguntó EL CIVISMO.
- “Todo lo que sea prevención tenelo por seguro que lo vamos a ir haciendo. En el momento que uno ve determinada cantidad de grupos que se juntan, siempre se puede hacer algo para evitar que ocurran estas cosas. Esa es nuestra intención y a lo que estamos apuntando como objetivo final”, respondió Oliva.
“De alguna forma nos hemos trazado un plan de trabajo que cuenta con una mayor operatividad de inspectores en la zona céntrica”, agregó.
Sobre el final de la charla, Oliva admitió “que todavía quedan muchísimas cosas para mejorar” y que no resulta sencillo controlar y evitar estas prácticas. (PUNTO CERO-El Civismo).
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