BUENOS AIRES, Abril 29, (PUNTO CERO) "Si uno le pregunta a consultores políticos experimentados en EE.UU. dirán que Obama tiene más posibilidades de ganar la contienda demócrata, lo cual no significa que su camino a la Casa Blanca esté asegurado. El triunfo en Pennsylvania la mantiene a Hillary Clinton en carrera, pero con muchas dificultades, empezando por las monetarias.
Obama ha logrado convertirse en un ícono del cambio, no solo en su país, sino incluso en el extranjero. En una encuesta que realizó nuestra consultora en marzo en la zona metropolitana, indicó que dentro de la interna demócrata el 40 % prefiere al senador por Illinois contra el 13 % que se inclina por Hillary. Datos en la misma tendencia recogió una empresa de sondeos en México.
Más allá de las proyecciones que arrojan las encuestas para los dos próximos estados en disputa, lo cierto es que a nivel nacional sigue existiendo superioridad del afroamericano. Sin embargo, ese no es el dato clave.
La clave es quién le puede ganar al ya definido aspirante republicano John McCain. Y ahí la paridad es muy fuerte: la mayor parte de los sondeos arrojan diferencias que están dentro de los márgenes de error, y muchos directamente se consideran empatados. De vuelta, Obama llevaría una pequeña luz de ventaja sobre la senadora por New York en este punto.
Como muchos lectores sabrán, los americanos están votando solo a una parte de los que deciden en las convenciones de ambos partidos cómo será la fórmula presidencial: los delegados. Pero existe una importante masa de dirigentes no elegidos por las bases –los superdelegados- quienes tendrán la palabra final en un escenario tan reñido como este.
Hasta hace pocas semanas atrás se decía: Obama va al frente, y si bien Hillary tiene más superdelegados, nadie querrá abrazarse con el perdedor, por lo que muchos de éstos empiezan a pasarse al bando del ganador. Sin embargo, “mientras el 68% de los votantes de Obama en Pennsylvania dijo que votaría por Clinton en caso de que compitiera contra McCain, sólo el 53% de los votantes de Clinton dijo que votaría por Obama” según marcó esta semana el analista Ron Fournier. Qué significa? Que a la hora de la verdad, hay votos de la ex primera dama que se podrían ir con el candidato republicano si Obama es la apuesta de los demócratas.
La convención demócrata es dentro de 4 meses –a fines de agosto- y si se sigue manteniendo la misma ventaja de Obama en el número de delegados, lo que empezará a suceder es que todo el mundo se fijará en las encuestas, ya que de poco serviría elegir al que más apoyo tuvo en las primarias, si luego tiene más problemas para captar votos en el electorado general.
Hoy la ventaja es para los demócratas en general, y para Barack Obama, en particular. Pero tanta lucha interna ha empezado a sembrar dudas de todo tipo, aunque parece extraño que se pueda mantener en el poder un partido cuyo presidente está terminando su gestión de 8 años con solo el 30 % de aprobación.
Obama ha logrado convertirse en un ícono del cambio, no solo en su país, sino incluso en el extranjero. En una encuesta que realizó nuestra consultora en marzo en la zona metropolitana, indicó que dentro de la interna demócrata el 40 % prefiere al senador por Illinois contra el 13 % que se inclina por Hillary. Datos en la misma tendencia recogió una empresa de sondeos en México.
Más allá de las proyecciones que arrojan las encuestas para los dos próximos estados en disputa, lo cierto es que a nivel nacional sigue existiendo superioridad del afroamericano. Sin embargo, ese no es el dato clave.
La clave es quién le puede ganar al ya definido aspirante republicano John McCain. Y ahí la paridad es muy fuerte: la mayor parte de los sondeos arrojan diferencias que están dentro de los márgenes de error, y muchos directamente se consideran empatados. De vuelta, Obama llevaría una pequeña luz de ventaja sobre la senadora por New York en este punto.
Como muchos lectores sabrán, los americanos están votando solo a una parte de los que deciden en las convenciones de ambos partidos cómo será la fórmula presidencial: los delegados. Pero existe una importante masa de dirigentes no elegidos por las bases –los superdelegados- quienes tendrán la palabra final en un escenario tan reñido como este.
Hasta hace pocas semanas atrás se decía: Obama va al frente, y si bien Hillary tiene más superdelegados, nadie querrá abrazarse con el perdedor, por lo que muchos de éstos empiezan a pasarse al bando del ganador. Sin embargo, “mientras el 68% de los votantes de Obama en Pennsylvania dijo que votaría por Clinton en caso de que compitiera contra McCain, sólo el 53% de los votantes de Clinton dijo que votaría por Obama” según marcó esta semana el analista Ron Fournier. Qué significa? Que a la hora de la verdad, hay votos de la ex primera dama que se podrían ir con el candidato republicano si Obama es la apuesta de los demócratas.
La convención demócrata es dentro de 4 meses –a fines de agosto- y si se sigue manteniendo la misma ventaja de Obama en el número de delegados, lo que empezará a suceder es que todo el mundo se fijará en las encuestas, ya que de poco serviría elegir al que más apoyo tuvo en las primarias, si luego tiene más problemas para captar votos en el electorado general.
Hoy la ventaja es para los demócratas en general, y para Barack Obama, en particular. Pero tanta lucha interna ha empezado a sembrar dudas de todo tipo, aunque parece extraño que se pueda mantener en el poder un partido cuyo presidente está terminando su gestión de 8 años con solo el 30 % de aprobación.
Como se dice habitualmente en el béisbol: esto no se acaba hasta que se acaba. (PUNTO CERO).
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