VICENTE LOPEZ, Octubre 27, (PUNTO CERO) El ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, expresó que el lugar ofrecido para que Gendarmería utilice como base en La Cava "era una catástrofe" y se quejó del trato que recibieron los gendarmes durante los dos años que custodiaron la villa.
Tras la salida de los efectivos de la villa La Cava del partido de San Isidro, desde la comuna levantaron la voz rápidamente. Y luego del asesinato del ingeniero Barrenechea el intendente Gustavo Posse dijo que La Cava "se convierte en una posta y un aguantadero para los delincuentes que operan en el área metropolitana”.
Este viernes Fernández dijo que le informó al intendente de San Isidro Gustavo Posse sobre el retiro de la Gendarmería y señaló que el lugar que le habían "ofrecido a los gendarmes "era una catástrofe".
Agregó que "Lo ví por los medios al intendente (Gustavo Posse), con quien históricamente tengo una relación muy buena, decir un montón de cosas que me obliga a tener que responderle por escrito en una nota contándole lo que sucedió”.
Precisó que el retiro de los gendarmes de La Cava fue "un trabajo que acordamos con el ministro Stornelli (Carlos) para poder destinarlos a otros objetivos", y que el funcionario bonaerense "entendió que podía ir cumpliendo con la policía de la provincia".
El ministro señaló en diálogo con Radio 10 que el intendente de San Isidro, dijo que "está dispuesto a poner todo lo que sea necesario cuando la verdad es que nunca puso nada" y se quejó del trato que recibieron los gendarmes durante los dos años que custodiaron la villa.
"El lugar que nos ofrecieron era una catástrofe. Si hemos recibido algo por parte de la municipalidad ha sido, en alguna oportunidad, sólo agua potable", señaló.
Fernández precisó que los efectivos "tenían que ubicarse bajo un tinglado" y "hacerse cargo del reestablecimiento del lugar, que quedaba sucio o roto" después que lo utilizan unos chicos del barrio.
"El personal de Gendarmería no está para eso. Me da bronca. Y el intendente nunca fue allí, no debe ni conocerlo. Jamás pisó ese lugar", se quejó el ministro.
No obstante, Fernández dijo que tiene "mucho respeto" por Posse, recordó que "lo he elogiado porque siempre lo he visto como uno de los intendentes con vocación", pero indicó que ahora desconoce su "actitud".
Finalmente, señaló que lo "consterna" el caso del ingeniero asesinado y agregó: "tengo un hijo joven que las noches que sale me tiene con el corazón en la boca hasta que llega".
Tras la salida de los efectivos de la villa La Cava del partido de San Isidro, desde la comuna levantaron la voz rápidamente. Y luego del asesinato del ingeniero Barrenechea el intendente Gustavo Posse dijo que La Cava "se convierte en una posta y un aguantadero para los delincuentes que operan en el área metropolitana”.
Este viernes Fernández dijo que le informó al intendente de San Isidro Gustavo Posse sobre el retiro de la Gendarmería y señaló que el lugar que le habían "ofrecido a los gendarmes "era una catástrofe".
Agregó que "Lo ví por los medios al intendente (Gustavo Posse), con quien históricamente tengo una relación muy buena, decir un montón de cosas que me obliga a tener que responderle por escrito en una nota contándole lo que sucedió”.
Precisó que el retiro de los gendarmes de La Cava fue "un trabajo que acordamos con el ministro Stornelli (Carlos) para poder destinarlos a otros objetivos", y que el funcionario bonaerense "entendió que podía ir cumpliendo con la policía de la provincia".
El ministro señaló en diálogo con Radio 10 que el intendente de San Isidro, dijo que "está dispuesto a poner todo lo que sea necesario cuando la verdad es que nunca puso nada" y se quejó del trato que recibieron los gendarmes durante los dos años que custodiaron la villa.
"El lugar que nos ofrecieron era una catástrofe. Si hemos recibido algo por parte de la municipalidad ha sido, en alguna oportunidad, sólo agua potable", señaló.
Fernández precisó que los efectivos "tenían que ubicarse bajo un tinglado" y "hacerse cargo del reestablecimiento del lugar, que quedaba sucio o roto" después que lo utilizan unos chicos del barrio.
"El personal de Gendarmería no está para eso. Me da bronca. Y el intendente nunca fue allí, no debe ni conocerlo. Jamás pisó ese lugar", se quejó el ministro.
No obstante, Fernández dijo que tiene "mucho respeto" por Posse, recordó que "lo he elogiado porque siempre lo he visto como uno de los intendentes con vocación", pero indicó que ahora desconoce su "actitud".
Finalmente, señaló que lo "consterna" el caso del ingeniero asesinado y agregó: "tengo un hijo joven que las noches que sale me tiene con el corazón en la boca hasta que llega".
"La misma situación que tiene la gente en San Isidro, las tengo yo, 70 kilómetros al sur de la capital", expresó el titular de la cartera de Justicia y Seguridad, y concluyó que desde su ministerio "tenemos la responsabilidad del trabajo y no de la queja". (PUNTO CERO).
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