Un tribunal de EEUU dictaminó que los jefes pueden despedir a los trabajadores que encuentren demasiado atractivos. Absurdo.
Increíble pero real: la discrminación llegó también para los más lindos, ya que un Tribunal Supremo de Iowa dictaminó que las empresas pueden despedir legalmente a los trabajadores que encuentren demasiado atractivos. Sostuvo que un dentista no violó la Ley de Derechos Civiles del estado cuando despidió a una auxiliar dental que su mujer consideraba una "amenaza" para su matrimonio.
La auxiliar dental, Melissa Nelson, quien trabajó para el dentista James Knight durante más de 10 años y nunca había coqueteado con él, según declararon ambas partes, lo demandó diciendo que no habría sido despedida en caso de ser hombre.
Knight testificó que se había quejado a Nelson en varias ocasiones porque llevaba una ropa demasiado ajustada, insinuando y "distrayéndolo".
En algún momento de 2009, él también comenzó a intercambiar mensajes de texto con Nelson. La mayoría de ellos estaban relacionados con el trabajo y eran inofensivos, según declaraciones. Pero otros fueron más sugerentes, incluyendo uno en el que Knight preguntó a Nelson cada cuánto tenía un orgasmo. Ella nunca respondió a ese mensaje.
A finales de 2009, la mujer de Knight descubrió el intercambio de mensajes y pidió a su marido que despidiera a la auxiliar dental porque "era una gran amenaza para nuestro matrimonio".
A comienzos de 2010, él la despidió, diciendo que su relación se había convertido en un perjuicio para su familia.
Nelson lo demandó, diciendo que no había hecho nada mal, que consideraba a Knight un amigo y una figura paterna, y que no habría sido despedida de no haber sido por su género.
Knight argumentó que Nelson no fue despedida por su condición de mujer, ya que todos los empleados de este sector son mujeres, sino por la forma en la que se había desarrollado su relación y la amenaza que suponía para su matrimonio.
Los siete magistrados, todos hombres, dijeron que la cuestión de fondo presentada por el caso fue "si un empleado que no ha incurrido en una conducta coqueta podría ser legalmente despedido simplemente porque el jefe considere al empleado como una atracción irresistible".
El alto tribunal dictaminó que los jefes pueden despedir a los trabajadores que encuentren demasiado atractivos y que este tipo de acciones no equivalen a una discriminación ilegal. (Asteriscos TV).
La auxiliar dental, Melissa Nelson, quien trabajó para el dentista James Knight durante más de 10 años y nunca había coqueteado con él, según declararon ambas partes, lo demandó diciendo que no habría sido despedida en caso de ser hombre.
Knight testificó que se había quejado a Nelson en varias ocasiones porque llevaba una ropa demasiado ajustada, insinuando y "distrayéndolo".
En algún momento de 2009, él también comenzó a intercambiar mensajes de texto con Nelson. La mayoría de ellos estaban relacionados con el trabajo y eran inofensivos, según declaraciones. Pero otros fueron más sugerentes, incluyendo uno en el que Knight preguntó a Nelson cada cuánto tenía un orgasmo. Ella nunca respondió a ese mensaje.
A finales de 2009, la mujer de Knight descubrió el intercambio de mensajes y pidió a su marido que despidiera a la auxiliar dental porque "era una gran amenaza para nuestro matrimonio".
A comienzos de 2010, él la despidió, diciendo que su relación se había convertido en un perjuicio para su familia.
Nelson lo demandó, diciendo que no había hecho nada mal, que consideraba a Knight un amigo y una figura paterna, y que no habría sido despedida de no haber sido por su género.
Knight argumentó que Nelson no fue despedida por su condición de mujer, ya que todos los empleados de este sector son mujeres, sino por la forma en la que se había desarrollado su relación y la amenaza que suponía para su matrimonio.
Los siete magistrados, todos hombres, dijeron que la cuestión de fondo presentada por el caso fue "si un empleado que no ha incurrido en una conducta coqueta podría ser legalmente despedido simplemente porque el jefe considere al empleado como una atracción irresistible".
El alto tribunal dictaminó que los jefes pueden despedir a los trabajadores que encuentren demasiado atractivos y que este tipo de acciones no equivalen a una discriminación ilegal. (Asteriscos TV).
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