La demora en construir subestaciones, la raíz de los apagones del Conurbano

Desde Edenor y Edesur sostienen que para brindar un servicio eficiente, es fundamental la construcción de nuevas subestaciones. Sin embargo, la falta de fondos y oposición de sectores ambientalistas demoraron su levantamiento. Los emblemáticos casos de Ituzaingó y Berazategui. 

Cada vez que los vecinos del Conurbano espían los termómetros, temen lo peor. Es que los últimos años los cortes de energía eléctrica en épocas estivales son moneda corriente y así muchos hogares deben permanecer varios días sin suministro con el incordio que eso significa. 

Tanto desde el Gobierno nacional pero también los intendentes y las entidades que defienden a los consumidores, sostienen que las distribuidoras que operan en el Conurbano, Edenor y Edesur, no realizaron las inversiones necesarias aunque las firmas se excusan en que el congelamiento de tarifas atentó contra el mantenimiento y las nuevas obras.

Así, mezclado en la discusión tarifaria pero también en el debate ecológico, uno de los trabajos más importantes para el funcionamiento del sistema, como la construcción de subestaciones quedó relegado.

Tal es el caso de las subestaciones de Ituzaingó y Berazategui donde los vecinos resistieron la instalación de las moles de cemento aduciendo que las ondas emitidas por las plantes son cancerígenas.

Por ejemplo, en Ituzaingó, Edenor, tiene frenada la construcción de la subestación desde 2004. La firma sostiene que el distrito creció al punto tal que la carga en las Subestaciones está alcanzando a la potencia instalada.

“Para atender los suministros antes mencionados y garantizar la demanda actual de las localidades descriptas, resulta necesario construir una Nueva Subestación Transformadora”, sostiene Edenor.

Para ese objetivo, el Municipio que conduce Alberto Descalzo le vendió a la empresa una parcela en sobre la calle Peredo, entre Acevedo y El Salvador. En principio la Comuna exigía que el tendido de los cables fuese bajo tierra, pero luego flexibilizó esa condición.

Además, por las quejas de varios grupos, Descalzo en su momento frenó la construcción aunque luego también decidió apartarse. Así, Edenor consiguió que el ENRE la otorgara en agosto el Certificado de Conveniencia y Necesidad Pública, que autoriza a la construcción de la subestación.

Ahora, solo resta el visto bueno del OPDS, aunque el ok del gobierno de Daniel Scioli está prácticamente asegurado. 

En Berazategui, la situación es similar aunque Edesur pudo poner en funcionamiento la subestación de Rigolleau. Allí, los vecinos también resistieron con el mismo argumento de sus pares de Ituzaingó y hasta fueron reprimidos por la policía bonaerense y patrullas que responden al Municipio, antes manejado por el ex intendente Juan José Mussi y ahora por su hijo, Patricio. 

Los asambleístas recurrieron a la Justicia y esperan un fallo que dicte no el cierre sino el traslado de la planta hacia lugres no habitados. Finalmente, después de un conflicto político entre los vecinos y la Municipalidad, la planta entró en funcionamiento. 

De todos modos, la puesta en marcha de esa subestación tampoco alcanza ya que los vecinos de la zona también sufrieron cortes este fin de semana. 

“Antes, EDESUR nos decía que los cortes eran producto de la falta de funcionamiento de la subestación Rigolleau, pero ahora ya está conectada y seguimos igual. Yo me voy a poner al frente de la protesta, junto con los vecinos, porque no puede ser que verano tras verano padezcamos los cortes de luz que en Berazategui, además, nos dejan sin agua", se quejó Patricio Mussi.

El plan de De Vido

En ese contexto, el Gobierno decidió el mes pasado aumentar las tarifas a los hogares para crear un fondo con el objetivo de acelerar las obras en el sector energético.

Según el ministro Julio de Vido, con el dinero recaudado se prevé la construcción de diez subestaciones y ampliaciones en Lanús, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Presidente Perón, Esteban Echeverría, Ezeiza, Cañuelas, Berazategui y Florencio Varela. También se levantarán otras cuatro subestaciones para el sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, una estación transformadora y once subestaciones para el sector norte del Gran Buenos Aires. (La Política OnLine).