El oficialismo ya abrió la disputa por las autoridades del parlamento provincial. El tío de Wado de Pedro quiere el bloque en Diputados, donde a Ottavis no le será fácil mantener la estratégica vice. El ministro del Interior tiene su candidato y el Chino Navarro juega con el sello K y su afinidad con Scioli.
La Legislatura bonaerense es escenario de fuertes disputas por definir las nuevas autoridades, dirimidas por los intendentes, La Cámpora, el gobernador y figuras del gobierno nacional como Florencio Randazzo.
En Diputados, los alcaldes libran una pelea por la continuidad de Horacio González como presidente de la Cámara. Oriundo de Ituzaingó, González tomó vuelo propio bajo al gestión sciolista, que no vería con malos ojos su continuidad.
Pero por la tercera sección, que representa la franja sur del conurbano, llega con ganas de mandar el ex intendente de Berezategui Juan José Mussi, cabeza de la lista que peleó mano a mano con el massismo. Su carta es, justamente, que en la primera el Frente Renovador arrasó.
La negociación dejó mal parado a José Ottavis, quien ocupa desde 2011 la estratégica vicepresidencia de Diputados. Tiene valor porque su titular debe firmar cada disposición de la Cámara para darle validez. Era el cargo que tenía Julián Domínguez antes de ser reclutado al Gabinete nacional.
Ottavis no la tiene fácil. Perdió crédito en La Cámpora con aquella fatídica sesión que aprobó el impuestazo al campo, cuando una foto del diario Clarín mostró una conversación de su celular evadiendo una consulta sobre posibles coimas.
El joven camporista tampoco la viene pasando bien frente a los jefes territoriales. Como reveló LPO, en el cierre de listas del PJ Mussi le hizo saber que su futuro como diputado no será fácil.
“En la Legislatura van a cambiar muchas cosas, a vos no te voy a dar pelota y si me dan las manos voy por la presidencia de la cámara o por el bloque y tengo gente que me apoya”, lo amenzó el secretario de Medio Ambiente.
Si se consuma la caída de Ottavis, La Cámpora ya encontró una salida elegante: proponer como jefe de bloque a Alberto España, tío de Eduardo “Wado” De Pedro. Sin los vicios de los jóvenes, España no es resistido en el bloque como cualquiera de ellos.
Pero hay otros referentes que quieren terciar en la disputa. Descartada la continuidad de Juan de Jesús, salpicado por su estrecha relación con Amado Boudou, Florencio Randazzo ya postuló a su ladero Marcelo Feilú, de Bahía Blanca.
Otro que se lanzó es Fernando Navarro. Con chapa del Movimiento Evita, el Chino nunca rompió lazos con Scioli ni cuando más le apuntaban desde la Casa Rosada.
Pero si pudiera elegir, el gobernador apuntaría a uno propio como Guido Lorenzino. Será parte de la negociación.
Los otros bloques
Con el pase del radical Ricardo Jano el Frente Renovador se aseguró el diputado 22 que le da el lugar de segunda minoría, necesario para tener la vicepresidencia primera.
Para ese lugar habría consenso en ungir a Rubén Eslaiman, de San Martín y cercano a Luis Barrionuevo. Tal vez las diferencias que marcó el gastronómico con Massa puedan cambiar de nombre.
Por la presidencia del bloque hay una interesante pelea entre Mario Giacobbe y Juan Amondarain. El primero tiene la banca de Darío Giustozzi y el platense es un viejo ladero de Massa, con quien trabajó en la jefatura de Gabinete.
La UCR seguirá presidida por la chascomunense Liliana Denot, quien hará un interbloque con el Gen y el Socialismo, que seguirían al mando de Marcelo Díaz. (La Política OnLine).
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