El frío, el viento, la humedad y las bajas temperaturas son elementos que pueden atentar con nuestra salud auditiva. Por ello, especialistas en audición brindan recomendaciones útiles a tener en cuenta para cuidar nuestros oídos.
El invierno suele implicar riesgos, más aún si no tomamos ciertas precauciones. Las bajas temperaturas pueden generar catarros, bronquitis, faringitis o gripe, afecciones que pueden incidir directamente en nuestra salud auditiva. Los chicos y las personas mayores son, además, los grupos más propensos a padecer estos problemas, debido a que su sistema inmunológico es más frágil.
“Una de las enfermedades más comunes, en esta época del año, son las otitis. Estas pueden ser del oído externo y del oído medio”, afirma el Dr. Fernando Diamante, médico otólogo, Coordinador del Departamento de Implantes Cocleares del Hospital Garrahan y médico asesor de GAES Centros Auditivos.
“Las otitis del oído medio –es la inflamación del mucoperiostio, el tejido que recubre el hueso de las cavidades de esta zona del oído- es la más común en la época invernal; el origen más frecuente son los cuadros rinosinusales. La mejor forma de prevenir este tipo de otitis es cuidar las vías aéreas altas del frío, por ejemplo”, aclara el Dr. Diamante.
Asimismo, ratifica que son los niños y los adultos mayores los más vulnerables, “ya que presentan cambios anatómicos y funcionales de la trompa de Eustaquio, que es la comunicación entre la rinofaringe y el oído, los más vulnerables a nivel inmunológico.”
En este sentido, los especialistas de GAES Centros Auditivos proponen una serie de consejos para prevenir posibles trastornos auditivos durante el invierno:
Es recomendable mantener los oídos protegidos, en la medida de lo posible, en el caso de bajas temperaturas o si vamos a ir a la nieve, mediante orejeras o gorros de lana.
Si notamos que nuestro oído está inflamado a causa de las bajas temperaturas, al llegar a casa podemos aplicar una bolsa de agua caliente de forma externa para reducir la inflamación.
Una de las mejores protecciones es seguir una alimentación que fortalezca nuestros oídos. Una dieta rica en vitamina B-12, que podemos encontrar en alimentos como la leche y sus derivados, los huevos, el hígado, las carnes rojas, es beneficiosa para el sistema nervioso y para nuestros oídos y, además, ayuda a prevenir la anemia.
Mantener una buena higiene. Los expertos recomiendan los difusores de agua marina y por supuesto, nunca introducir hisopos u otros objetos en los oídos.
Después de haber pasado una otitis o cualquier tipo de infección del oído, es recomendable una revisión auditiva para comprobar si pudo haber afectado a la audición. El especialista prescribirá el tratamiento oportuno en cada caso. (Inforegión).
“Una de las enfermedades más comunes, en esta época del año, son las otitis. Estas pueden ser del oído externo y del oído medio”, afirma el Dr. Fernando Diamante, médico otólogo, Coordinador del Departamento de Implantes Cocleares del Hospital Garrahan y médico asesor de GAES Centros Auditivos.
“Las otitis del oído medio –es la inflamación del mucoperiostio, el tejido que recubre el hueso de las cavidades de esta zona del oído- es la más común en la época invernal; el origen más frecuente son los cuadros rinosinusales. La mejor forma de prevenir este tipo de otitis es cuidar las vías aéreas altas del frío, por ejemplo”, aclara el Dr. Diamante.
Asimismo, ratifica que son los niños y los adultos mayores los más vulnerables, “ya que presentan cambios anatómicos y funcionales de la trompa de Eustaquio, que es la comunicación entre la rinofaringe y el oído, los más vulnerables a nivel inmunológico.”
En este sentido, los especialistas de GAES Centros Auditivos proponen una serie de consejos para prevenir posibles trastornos auditivos durante el invierno:
Es recomendable mantener los oídos protegidos, en la medida de lo posible, en el caso de bajas temperaturas o si vamos a ir a la nieve, mediante orejeras o gorros de lana.
Si notamos que nuestro oído está inflamado a causa de las bajas temperaturas, al llegar a casa podemos aplicar una bolsa de agua caliente de forma externa para reducir la inflamación.
Una de las mejores protecciones es seguir una alimentación que fortalezca nuestros oídos. Una dieta rica en vitamina B-12, que podemos encontrar en alimentos como la leche y sus derivados, los huevos, el hígado, las carnes rojas, es beneficiosa para el sistema nervioso y para nuestros oídos y, además, ayuda a prevenir la anemia.
Mantener una buena higiene. Los expertos recomiendan los difusores de agua marina y por supuesto, nunca introducir hisopos u otros objetos en los oídos.
Después de haber pasado una otitis o cualquier tipo de infección del oído, es recomendable una revisión auditiva para comprobar si pudo haber afectado a la audición. El especialista prescribirá el tratamiento oportuno en cada caso. (Inforegión).
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