De acción prolongada y aplicación mensual, mejora la adherencia al tratamiento y ayuda a pacientes con esquizofrenia a reintegrarse a la sociedad. Se calcula que en nuestro país aproximadamente 400.000 personas padecen esta enfermedad.
Tras ser aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) ya se encuentra disponible para su uso en nuestro país el palmitato de paliperidona, desarrollado por Janssen; un medicamento inyectable de aplicación mensual, efectivo en el control de los síntomas de la esquizofrenia, que ayuda a mejorar la adherencia al tratamiento de quienes enfrentan este trastorno psiquiátrico.
La esquizofrenia es una enfermedad crónica que se caracteriza por generar alteraciones en el pensamiento, las percepciones, las emociones y la conducta.
Según el doctor Luis Herbst, médico psiquiatra, “internacionalmente se acepta que la cantidad de pacientes con esquizofrenia de una población representa al 1% del total. Esto nos permitiría estimar que en la Argentina habría aproximadamente 400.000 personas que padecen esquizofrenia”.
A pesar de existir diversos tratamientos disponibles, se calcula que el riesgo de una recaída es del 20% al 40% después de un año de tratamiento con antipsicóticos orales.
A su vez, dos terceras partes de los pacientes con esquizofrenia cumplen de manera parcial o no cumplen con la toma de sus fármacos, por lo que el riesgo de recaída aumenta casi 5 veces.
Las recaídas pueden prevenirse con el seguimiento adecuado de una terapia farmacológica, sin embargo, se ha demostrado que hasta el 80% de los pacientes presentan crisis psicóticas por falta de adherencia al tratamiento. En este sentido, la nueva alternativa terapéutica ofrecida por Janssen, que es el primer antipsicótico atípico de aplicación mensual, es una opción innovadora que hace uso de la tecnología de Nanocristales® para mantener una concentración adecuada de la sustancia activa en el cuerpo del paciente, lo que mejora la tasa de adherencia al tratamiento y ayuda a prevenir recaídas.
De acuerdo a un estudio publicado en The Journal of Mental Health Policy en 2007, de los pacientes tratados con palmitato de paliperidona, el 90% no presentó ningún tipo de recaída, lo que significa una gran evolución. “Los episodios psicóticos no son inocuos, no sólo producen un daño psicopatológico sino que también producen un daño estructural en el cerebro que incrementa la discapacidad de los pacientes en relación a su funcionamiento social e independencia. Prevenir las recaídas es fundamental para cuidar las capacidades y autonomía de nuestros pacientes”, puntualizó el Dr. Herbst.
La adherencia al tratamiento también tiene una implicancia en el impacto económico de la enfermedad, que va desde gastos directos relacionados con hospitalización, atención médica y psiquiátrica, necesidades de rehabilitación y apoyo social, hasta los costos indirectos como resultado de la pérdida de la productividad (desempleo, incapacidad, ausencia del trabajo, jubilación temprana y mortalidad prematura).
“La falta de adherencia es, hasta ahora, una necesidad insatisfecha. Drogas como el palmitato de paliperidona nos proporcionan la seguridad de saber que nuestros pacientes, en etapas iniciales o tardías, están recibiendo los beneficios de su tratamiento y nos permiten cuidar su futuro funcional y cognitivo. Que aún con su enfermedad puedan intentar ser más libres”, concluyó el especialista en psiquiatría. (Asteriscos TV).
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