Con un evento donde hubo show, música, tango, autoridades y celebridades
En un acto con más de 150 personas, el Parador Atalaya de Ruta 9 (y Ruta 193) tuvo su apertura oficial. El viernes antes de que muchos se tomen su merecido descanso, la marca convocó a Fernando Bravo para que en conjunto con las autoridades de la empresa y de la municipalidad de Zárate hagan oficial el primer parador del corredor norte.
Fue a fines de julio cuando el local abrió una prima etapa de despacho de medialunas. Ahora ya tiene disponible para los clientes el salón comedor y en las próximas semanas ya estará ofreciéndole el servicio de comida completo igual que en los locales de Ruta 2.
Siguiendo con el objetivo de convertirse en líder de gratificación al viajero, Atalaya abrió un nuevo parador en la intersección de las rutas 9 (panamericana) y 193, justo donde los turistas deciden por un viaje a la mesopotamia Argentina o al litoral a través del puente Zarate-BrazoLargo. Un corredor con más de 15 millones de personas en la ruta del Mercosur.
El evento se realizó en el parador ubicado en el kilómetro 84,5 con la conducción de Fernando Bravo, quien tuvo cariñosas palabras hacia la marca, su historia y para con quienes hoy son sus gerentes. El local fue visitado por autos antiguos respetando el estilo retro que destaca a la marca desde sus inicios hace más de 70 años. Graciela Borges, madrina de Atalaya, mandó un cariñoso saludo al no poder estar presente por compromisos laborales.
Las autoridades municipales de Zárate estuvieron presentes y destacaron la llegada de una marca tan importante a la ciudad. En tanto, la pareja de tango local integrada por Nicolás Cobos y Paola Jean Jean deleitaron a los presentes con una versión de "La Cumparsita" para hacer honores a la capital nacional del tango. Por último autoridades eclesiásticas ofrecieron sus bendiciones para el brindis final.
El evento se cerró con la presencia de Nube 9, una de las bandas Cover de los Beatles más premiada, reconocida como banda del año en Liverpool.
La empresa
Atalaya es uno de los paradores de ruta más famosos del país. Una empresa nacional que se dedica a la gratificación al viajero así como a la producción de productos artesanales a escala industrial.
En los último años ha ampliado su cartera de productos y ha encontrado una propuesta comercial que se actualiza para todo tipo de cliente. Con locales en Ruta 2, Mar del Plata y Chascomús la empresa se ha instalado como un ícono de la tradicional costa argentina.
A partir del segundo parador de Ruta 2 la empresa se animó a un modelo de negocio que satisface a los nuevos viajeros que necesitan un servicio dinámico y sencillo. Siguiendo las tendencias europeas de autoservicio y comida rápida Atalaya apostó a un modelo moderno sin renunciar a su identidad de marca relacionada con lo artesanal.
En la fábrica de pastelería se producen 6 millones de medialunas al año, mientras que en la fábrica de alfajores el número asciende a más 1 millón. Trabajan más de 300 personas que atienden a más de 800 mil clientes en el año.
Para lograr estos objetivos la empresa ha tomado la decisión de profesionalizar la empresa para lograr un crecimiento estable que los ayude a conquistar otros puntos turísticos del país. Ha invertido en máquinas del mejor nivel internacional con sistemas operativos que ayuden a la organización interna y a aumentar el nivel de satisfacción del cliente y asegurar la calidad e higiene de los productos.
La Marca
Atalaya es una marca consolidada a nivel nacional. Las medialunas han sido su producto estrella por muchos años. Si bien cuenta con 70 años de historia la imagen nunca se quedó atrás y se actualiza constantemente para satisfacer a los clientes clásicos y a las nuevas generaciones que exigen un servicio más ágil.
La marca busca respetar a su público para ofrecerle la mejor experiencia. Rodearlo de un ambiente retro, ofrecerle un producto casero con un servicio ágil y moderno. Con su llegada a Ruta 9 sigue buscando nuevas referencias como el puente Zárate- Brazo Largo, el corredor de la ruta del Mercosur y las conexiones a países limítrofes. Sin dejar de lado la relación con la costa argentina, el nuevo desafío es instalarla como una marca ligada a la experiencia de viajar.
La historia
En la década del 40 empezó a funcionar el parador Atalaya. Vendiendo productos caseros y ofreciendo un servicio de ruta a los primeros viajeros de la incipiente ruta 2.
Cuando el viaje a la costa desde capital federal duraba más de 6 horas y la ruta, recién asfaltada, todavía tenía una sola mano. La ruta siguió creciendo y empezó el éxodo masivo del verano hacia Mar del Plata. Cuando muchos paradores familiares tuvieron que cerrar sus puertas, Atalaya pudo resistir los avatares del país y sostenerse gracias al apoyo de los accionistas que seguían siendo parte de la misma familia.
Los desafíos de una economía moderna e internacional ha aumentado la exigencia de los viajeros a la cual Atalaya ha sabido canalizar y satisfacer. Hoy siguen siendo involucradas las mismas familias, algunos empleados cuentan décadas atendiendo en el local y se siguen sumando inversores de la zona para que la marca pueda seguir sus ambiciones de crecimiento. (La Auténtica Defensa).
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