Miradas profesionales y la experiencia de los jóvenes sobre un problema que está más presente de lo que se ve a simple vista.
La violencia de género es una realidad que nos toca vivir a los chivilcoyanos, muchos son los casos de femicidios que se han sucedido a lo largo de estos últimos años. Es un problema social en el que es necesario extremar todas las medidas para evitarlo.
De ahí la importancia de abordar esta problemática desde el inicio y es por eso que existe la preocupación y compromiso desde cada uno de los niveles del Estado para poner atención en los noviazgos violentos de la adolescencia.
En Chivilcoy, un grupo de profesionales de la Casa de la Mujer y la Adolescencia lleva adelante talleres en escuelas secundarias, con el fin de hacer ver a los adolescentes la imperiosa necesidad de no reproducir la violencia en sus relaciones.
Además hay muchas otras iniciativas tendientes a contemplar este problema desde estadios tempranos.
En las escuelas
Cecilia Palles Azcola, de la Casa de la Mujer y la Familia, una de las profesionales que trabajan en talleres con escuelas secundarias, manifestó que esta iniciativa se enmarca el proyecto "Cuida tu cuerpo, es el único lugar que tienes para vivir”, para prevenir y promocionar los vínculos de los adolescentes.
"La Casa de la Mujer y la Familia, que ya en relación directa con la Comisaría de la Mujer, vemos casos de personas adultas, por eso creemos que una manera de prevenir para no llegar a situaciones de violencia en el futuro es empezar a trabajar con los chicos, fijarse que las relaciones sean sanas, marcando alarmas”, explicó.
- ¿Cómo se traduce la violencia en los noviazgos jóvenes?
- En la mayoría de los casos es psicológica y física. Se usa el agravio verbal, el insulto…
- ¿Cuál es la percepción de los chicos del noviazgo, cómo se perciben ellos?
- Evitamos que esta relación en que se manejan con insultos sea naturalizada. Uno trata de marcar que eso no es sano para el otro. Hay muchos chicos que sí ven esto, pero a otros les cuesta. También tiene que ver con historias personales, el vivir en el maltrato cotidiano es algo que ya se trae. Al menos impulsamos que piensen que estas relaciones son conflictivas.
Muchas veces esto puede ser motivo de violencia en las escuelas, pero más con el llamado "bullying”. Casualmente este tema lo tratamos en Moquehuá, porque es una demanda de los propios chicos.
- (Claudia Bamonte) Trabajamos con la palabra y hacemos ver que subir el tono y no escuchar al otro es un rasgo de violencia, pero los chicos no lo ven desde ese lugar. Están más enfocados en la agresión física y el insulto, de ahí que el trabajo viene desde la palabra.
Una vez al mes nos reunimos con las instituciones que nos derivan los casos y tratamos de socializar el caso para desarrollarlo entre las instituciones. La idea es que no se haga cargo sólo una entidad, en Chivilcoy hay instituciones con excelentes profesionales y la única manera es trabajar en red.
Mirada psicológica
La licenciada en Psicología, Ana Paula Roberto coincidió en que es necesario hablar de violencia en el noviazgo "porque se ha comprobado que la violencia se ha instalado en la estructura de la pareja, es posible rastrear en sus comienzos. Una intervención temprana, tiene mejor pronóstico”.
También valoró a las redes sociales como herramienta de prevención al puntualizar que "se han convertido en una gran oportunidad para prevenir/erradicar la violencia en el noviazgo. Especialmente en lo que respecta a los jóvenes, que son los principales usuarios”.
"En los últimos años ha aumentado la cantidad de páginas que tienen como objetivo visibilizar y concientizar sobre esta problemática. Circulan videos, fotos, frases, viñetas que incluso, desde el humor cuestionan los estereotipos o prejuicios (denominados de género) que existen en torno a cómo nuestra sociedad espera que sean y se comporten hombres y mujeres”.
"Por ejemplo – continuó-, se espera que las chicas sean pacientes y comprensivas, eviten los conflictos y ‘entiendan’ a sus novios, transformen su relación de pareja en el ‘centro de su vida’. Y por parte de los varones, que protejan y cuiden de las mujeres, que no muestren fragilidad, oculten sus sentimientos, que puedan decidir cómo se visten, con quien se relacionan, las actividades que tienen permitido hacer sus parejas, etc”.
La profesional añadió que "si bien hoy en día, muchos de estos valores tradicionales se cuestionaron, aun subsisten en los discursos de los jóvenes. Los celos y el control sobre celulares, contraseñas de redes sociales, correos electrónicos Son formas de violencia de baja intensidad, justificadas e invisibilizadas por los mismos jóvenes y problematizar estas cuestiones, es crear factores protectores para erradicar la violencia. Los mensajes que circulan pueden ser compartidos y replicados con un simple clic. En un solo segundo podemos hacer llegar la información a innumerables personas”.
Mirada joven
Lucila Passerini y Nicolás Pontaquarto impulsaron una serie de talleres de formación para adolescentes, que se llevaron a cabo en el Complejo Histórico "Adelina Dematti de Alaye”, para la prevención de la violencia de género.
Expresó para este informe que de acuerdo a las vivencias de su entorno, la violencia en el noviazgo en los adolescentes "está muy presente, pero invisibilizada. En los pibes más jóvenes, se cree que la única violencia es el golpe. Esto es a raíz del desconocimiento y es más común de lo que se cree”.
"He presenciado a chicos gritándole a sus novias ‘¿así salís a la calle?’ o ¿qué tanto escribís en el celular?’… Incluso yo he pasado por eso. Eso también es una forma de violencia”, resaltó.
Respecto a los talleres de formación que coordinó con Nicolás Pontaquarto, recordó que uno de los temas era precisamente de las formas de la violencia. "Antes del golpe, ya hubo una situación de violencia, no viene de la nada, quizá la más común es la violencia psicológica y la simbólica que se expresa, por ejemplo, en el llamado de atención del varón hacia la mujer por el tamaño de la pollera. Además aquellos del ‘vos sos mía/mío…’. No, yo no soy tuya/tuyo ni de nadie”, expresó.
Seguidamente, Passerini aseguró que "las redes sociales y los medios de comunicación fomentan todo el tiempo esa cosificación, violencia simbólica y psicológica hacia la mujer. "Un chico joven prende la tele y se encuentra con el programa de Tinelli o Infama en que se ríen de las mujeres o la usan como objeto sexual. El joven reproduce eso que ve lo ve natural ayudado por su desinformación”, evaluó. (La Razón de Chivilcoy).
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