Tiene 23 años, lo apodan "Narigón" y había llegado a Luján hace dos años procedente de Moreno. De momento, está acusado por dos casos de abuso cometidos contra jóvenes a las que interceptaba en la vía pública en plena ciudad. Los investigadores y el fiscal creen que puede haber más hechos.
Fue una investigación que llevó casi dos meses de paciente trabajo a la DDI Mercedes, Comisaría Luján Primera y Comisaría de la Mujer y la Familia y que requirió de la ayuda de recursos tecnológicos como así también de los testimonios de dos víctimas, aunque los pesquisa creen que puede haber muchas más.
El lunes fue detenido en el barrio Parque Esperanza una persona de 23 años apodado “Narigón”. Está acusado por “abuso sexual agravado, por haber sido configurado un sometimiento gravemente ultrajante para las víctimas por las circunstancias de su realización, y por haber sido cometido mediante el uso de armas -dos hechos, uno en grado de tentativa-, en calidad de autor”.
Bajo esta extensa carátula, el fiscal Pablo Vieiro ordenó el arresto de un joven sospechado de haber abusado sexualmente a varias mujeres en los últimos meses. El detenido sorprendía a sus víctimas en la vía pública, las amenazaba con un arma blanca y las violaba en zaguanes.
El depravado se ganaba la vida los fines de semana como “trapito” en un boliche de colectora de Gaona, vivía en el barrio Parque Esperanza, aunque alternaba domicilio en la zona conocida como “Las 5 Esquinas”. Es oriundo de Moreno y hacía dos años que se había radicado en esta ciudad. Ahora, los investigadores rastrean en su pasado si no hay más víctimas en su ciudad natal.
Tienen establecido que el 19 de enero, a las 6 de la mañana, sorprendió a una joven de su misma edad cuando caminaba hacia su trabajo por calle General Paz entre Ituizaingó y Dr. Muñiz. El “Narigón” la tomó por la espalda, la amenazó con el arma blanca y por la fuerza la hizo ingresar a un zaguán de una vivienda de la cuadra donde consumó el aberrante acto.
La victima alcanzó a forcejar y a pedir ayuda. Una vecina salió a socorrer a la mujer al tiempo que el violador se dio a la fuga. La Policía tomó conocimiento del hecho y en base a las imágenes de cámaras de seguridad privada pudieron obtener las características del rostro como así también las prendas de vestir que tenía en ese momento.
Con la investigación en curso, en la Comisaría de la Mujer y la Familia ingresó una segunda denuncia con varios puntos en común respecto al episodio ocurrido a principios de año. El lunes 20 de marzo, otra joven estuvo a punto de ser abusada.
En este caso, todo pasó cerca de las 7 de la mañana, en el cruce de Humberto, Juan B. Justo y Enrique Udaondo. La víctima, también de 23 años, fue interceptada por el “Narigón”, quien repitió el modus operandi. Pero en este caso, la joven zafó, llegó a tocar el timbre de una casa, obligando al depravado a tener que fugarse.
Las imágenes de las cámaras del COM como de otros dispositivos similares que hay en viviendas particulares de la zona, pudieron reconstruir el trayecto que hizo el abusador luego de no poder concretar un nuevo hecho.
Al cotejar las imágenes, los investigadores llegaron a la conclusión que estaban en presencia de la misma persona. Creen que es un violador serial. El paso siguiente fue hacer un relevamiento vecinal hasta dar con un domicilio donde solía parar.
La detención se concretó en el barrio Parque Esperanza, donde vivía con una familia que desconocía la actividad delictiva del sujeto que albergaban en su hogar. Durante el arresto, la Policía secuestró un cuchillo que sería el utilizado para paralizar a sus víctimas y prendas de vestir que las jóvenes describieron cuando narraron lo sucedido.
Por razones legales, no fue dada a conocer la identidad del detenido debido a que la Justicia confía que puede haber nuevos casos. El “Narigón” fue trasladado a la Comisaría de San Andrés de Giles, donde quedó alojado mientras se espera la realización de una rueda de reconocimiento y el resultado de las pruebas de ADN.
Gustavo Charino. (El Civismo).
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