La ministra de Desarrollo Social aseguró, no obstante,
que el índice de 30,3 por ciento difundido ayer por el INDEC "es un
número que duele".
"Es importante saber que estamos frenando la
tendencia, pero claramente es un número que nos duele, un número muy
alto que nos desvela y nos obliga a trabajar todos los días", remarcó Stanley
en declaraciones radiales, en las que aseveró, además, que la cifra "es
producto en gran medida de muchos años de negación y exclusión, de no
trabajar en serio para revertir la situación".
La ministra señaló que fueron "muchos años de dejar de medir, dejar de pensar, años en lo que no se ha frenado la situación a tiempo" y que ahora se necesita "llegar con medidas que reviertan todas las condiciones y situaciones que hoy vulneran a las familias".
El INDEC informó ayer que el índice de pobreza alcanzó en el segundo semestre del 2016 al 30,3 por ciento del país, alrededor de 12,7 millones de personas, por debajo del 32,2 por ciento del primer semestre.
Dentro de ese 30,3 por ciento de pobres, hay un 6,1 por ciento de indigentes, también por debajo del 6,3 por ciento de la medición anterior, y que comprende las personas cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad de alimentos suficientes.
Infancia. Sobre la situación de la infancia, la ministra sostuvo que es “tremendo ver cómo se profundiza la pobreza y la indigencia en los niños” y remarcó especialmente el trabajo que se viene desarrollando en los centros de primera infancia para lograr que “todos los chicos tengan las mismas oportunidades en cualquier parte del país”.
Emergencia. Por otra parte, sobre las negociaciones con las organizaciones sociales para la implementación de la ley de emergencia social, Stanley destacó que “siempre es importante poder mantener canales de diálogo abierto, y poder sentarse todos en una mesa sin pensar en partidos políticos y coyunturas sino en ver cómo se sale adelante de esta situación”.
En ese marco, en relación a las protestas en las calles, indicó que “fueron muchos años de usar la calle como un mecanismo de extorsión en el que lamentablemente los cortes y piquetes no hacen más que profundizar la grieta y convertirse en un lugar de todos contra todos”.
La ministra señaló que fueron "muchos años de dejar de medir, dejar de pensar, años en lo que no se ha frenado la situación a tiempo" y que ahora se necesita "llegar con medidas que reviertan todas las condiciones y situaciones que hoy vulneran a las familias".
El INDEC informó ayer que el índice de pobreza alcanzó en el segundo semestre del 2016 al 30,3 por ciento del país, alrededor de 12,7 millones de personas, por debajo del 32,2 por ciento del primer semestre.
Dentro de ese 30,3 por ciento de pobres, hay un 6,1 por ciento de indigentes, también por debajo del 6,3 por ciento de la medición anterior, y que comprende las personas cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad de alimentos suficientes.
Infancia. Sobre la situación de la infancia, la ministra sostuvo que es “tremendo ver cómo se profundiza la pobreza y la indigencia en los niños” y remarcó especialmente el trabajo que se viene desarrollando en los centros de primera infancia para lograr que “todos los chicos tengan las mismas oportunidades en cualquier parte del país”.
Emergencia. Por otra parte, sobre las negociaciones con las organizaciones sociales para la implementación de la ley de emergencia social, Stanley destacó que “siempre es importante poder mantener canales de diálogo abierto, y poder sentarse todos en una mesa sin pensar en partidos políticos y coyunturas sino en ver cómo se sale adelante de esta situación”.
En ese marco, en relación a las protestas en las calles, indicó que “fueron muchos años de usar la calle como un mecanismo de extorsión en el que lamentablemente los cortes y piquetes no hacen más que profundizar la grieta y convertirse en un lugar de todos contra todos”.
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