Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión es uno de los
trastornos neuropsiquiátricos más comunes en los adultos mayores. Se
trata de una enfermedad psíquica que se caracteriza por una angustia
profunda, baja autoestima, perdida de interés y disminución de las
funciones mentales.
Con el objetivo de seguir promoviendo el
bienestar en la comunidad y en especial de las personas mayores de edad,
la Fundación Barceló brinda algunos consejos para ayudar a prevenirla.
“En
adultos mayores la depresión está sub-diagnosticada, porque muchos
profesionales creen que estar triste y sentirse solo es parte de la
vejez. Esto es falso y forma parte de los estereotipos que caracterizan a
las personas mayores”, informa el Doctor Diego Bernardini, profesor de
Posgrado en la Maestría de Gerontología Clínica y en Especialidad en
Medicina Legal en Fundación Barceló.
En el caso de los ancianos,
este tipo de enfermedades mentales puede relacionarse con la pérdida de
seres queridos, problemas económicos por consecuencia de la jubilación o
por una discapacidad, mudanzas a centros de tercera edad, dolores,
problemas de audición, vista, entre otros.
“La depresión es mucho
más que estar de mal humor, decaído o triste. No tiene que ver con ser
un vago o una persona improductiva. Por eso, resulta muy importante
diferenciar este problema de salud con otros estados del ánimo que son
parte del mismo vivir”, agrega el Doctor en Medicina.
Desde Fundación Barceló aconsejan:
Mantenerse
activos: Así el cuerpo libera endorfinas que producen sensación de
felicidad y euforia. Además, puede ayudar a mejorar la autoestima. El
ejercicio debe ser proporcional a las condiciones de la persona y si es
al aire libre mejor.
Comer equilibrado: En la vejez, las personas
deben incorporar una dieta levemente hipocalórica y aportar ácidos
grasos de la familia omega-3.
Dormir bien: Permitir que el cuerpo
descanse el tiempo suficiente. De esta manera, el adulto mayor tendrá
energía al día siguiente para practicar hobbies o ir a reuniones
sociales.
Cuidar la paciencia: mantener interés en la imagen
propia contribuye a la seguridad del paciente. Levantarse de la cama,
bañarse, vestirse, ayudan a vernos bien.
Dedicar tiempo a las
relaciones personales: Rodearse de personas positivas y afectuosas.
Tener conversaciones con amigos y la familia a diario, colabora con el
estado anímico de la persona y protege contra la depresión.
El
bienestar de la sociedad es uno de los principales objetivos de la
Facultad. Por eso, desde Fundación Barceló recomiendan optar por un
estilo de vida activo y saludable e invitan a la comunidad a estar
atentos a los adultos mayores para evitar la depresión.
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