VICENTE LOPEZ, Agosto 23, (PUNTO CERO-168 Horas) El matrimonio Witis envió una carta donde comenta circunstancias del caso del asesinato de su hijo Mariano Witis. Aquí el texto completo de la misma:
“Comentarios sobre el incidente de recusación resuelto a favor del Dr. Marcelo Rodríguez Jordán en representación de Rubén Emir Champonois por el TOC Nº 4 y la impugnación de nuestra participación que fue denegada.
Antes que nada vamos a decir que nos parece opinable la argumentación en cuanto a que hay opinión adelantada por el Tribunal respecto de lo que estaba previsto dilucidar en la audiencia art. 372, no podemos dejar de mencionar que la resolución del tribunal de alzada obliga al TOC 4 a partir de la figura de homicidio simple reiterado y consecuentemente el dolo como manifestó en su alegato la fiscal de casación. Sin perjuicio de ello hemos de manifestar nuestro profundo desagrado por el trato injurioso y prejuicioso de que hemos sido objeto gratuitamente por el letrado nombrado.
"El afán persecutorio y revanchista de quien fuera particular damnificado, señor Jorge Witis, aparentemente insatisfecho por circunstancias ajenas a nuestra intervención, ha generado que los señores magistrados se expidan con antelación y más allá de la audiencia del art. 372 del ritual....."
Esto es, no sólo tenemos afán persecutorio y revanchista, sino que a raíz de nuestra desmesura hemos inducido a los jueces a incurrir en prejuzgamiento y dar lugar a la recusación. Termina el citado diciendo: "Por último, cabe acotar a esta altura, que las circunstancias descriptas no empañan la alta consideración que esta defensa tiene de cada uno de los integrantes de ese distinguidísimo Tribunal".
¿Se justifica esta deferencia? ¿O acaso una supuesta falla en el procedimiento tiene algún mérito? ¿Era necesario resolver lo resuelto? Por lo pronto nosotros constituimos domicilio y solicitamos la fijación de la audiencia. A ese respecto no hubo respuesta. ¿O sí?
Pero aparte de asignarnos el anacrónico papel de quinta rueda del carro citando a Levene, ignorando olímpicamente las reformas vigentes al Código Penal y Procesal que jerarquizan e igualan en muchos aspectos las atribuciones de las víctimas con las del Fiscal, tergiversa el fallo de Casación y de la Corte.
Se menosprecia, en nombre de la defensa, los derechos vulnerados de las víctimas y sus familiares, cuando el espíritu debiera ser la búsqueda de verdad, asumir la responsabilidad y si no hay defensa pedir clemencia. Que somos revanchistas con un pobre muchacho que por una mueca infame del destino nos dejó sin nuestro hijo. Tanto durante la IPP, el Juicio, Casación, ha repetido "Soy inocente" "Cumplí con mi deber" ¿Alguien pidió clemencia?
Resulta que todo lo ocurrido poco menos que ha sido resuelto a las maravillas por el Poder Judicial. Insistimos: Para los familiares de las víctimas hay una distancia muy grande entre respetar los derechos de los imputados y hacer lugar a sus alegaciones que ninguna evidencia sustenta. Rubén Emir Champonois ha purgado cuatro años y ocho meses de prisión, en eso se traducen los ocho años y medio a los que fue condenado en primera instancia.
Aquí señor Rodríguez Jordán, hay dos fallos judiciales de homicidio, y una actitud persistente de su defendido en la negación de su responsabilidad en estos dos "lamentables decesos", como ud. llama a los fusilamientos. O quizás deberemos concluir tomando como base los términos de los sucesivos defensores de este ex uniformado que a Mariano y Darío los mató el saturnismo, como suele decir nuestra abogada? ¿Qué quiere decir inocente?
Quien fuera particular damnificado no se da por aludido en cuanto a la pérdida de su condición de tal, ya que la Constitución y los organismos internacionales lo avalan y el Tribunal que usted respeta tanto lo acredita, y no admite hoy tampoco ni por la pluma ni por la palabra del mas ilustre de los letrados que se minimice el monumental significado de los hechos para las personas de carne y hueso que los hemos padecido. Por otra parte el criterio de la ONU es que cuando la pena no es proporcional HAY IMPUNIDAD. Todas las partes acusadoras en el juicio solicitamos la pena de 20 años por los homicidios. Seguimos pensando que es un pedido razonable, no pedimos la pena máxima ni deseamos que "se pudra en la cárcel" (expresión que puede aparecer en boca de algunos particulares como manifestación de impotencia frente a la burla que frecuentemente reciben de los policías a quienes el castigo casi nunca llega, pero que no pasa de ahí)
Aceptamos y propiciamos la defensa del imputado pero no acordaremos nunca con la defensa de la mentira, o las maniobras dilatorias para evitar la condena, otra cuestión que se nos achaca cuando le cabe a la defensa del reo. Parece ser que como Mariano no ha de volver, nosotros no tenemos mas que darnos por cumplidos con la deplorable administración de justicia que nos tocó. ¿O acaso lo único sensato por hacer es plantearle a la Policía Bonaerense una demanda civil? ¿O a la Provincia? Quienes sustentan esta tesis, y créannos que no son pocos, abonan con el pensamiento y la acción el trastrocamiento del orden de prioridades respecto de los bienes jurídicos a proteger. Porque de lo que se trata, señores Marcelo Rodríguez Jordán, Piombo, García Helguera, Igarzabal, Vales Garbo, Rodríguez Mainz, Rico Roca, Carlos Ruckauf, Ramón Orestes Verón, etc., es de poner el acento en la disuasión por el severo reproche (el homicidio es algo grave e irreparable), en la garantía de la no repetición de estos cotidianos pero no por ello menos terribles sucesos, cuando un funcionario estatal violando las normas de procedimiento mata personas. No nos han convencido ni lo harán de que la reparación a la que deberíamos aspirar es la económica, no señores, buscamos un sentido superior a la pérdida, un sentido moral y jurídico primordial que reafirme indudablemente a qué y a quienes estamos preservando.
Aspiramos a terminar con la violencia que nos arrebata de los brazos a nuestros seres queridos, sabemos que esto es posible, hace falta voluntad, responsabilidad, coraje, perseverancia, tolerancia, respeto y amor.
Raquel y Jorge Witis,
papás de Mariano Witis,
“Comentarios sobre el incidente de recusación resuelto a favor del Dr. Marcelo Rodríguez Jordán en representación de Rubén Emir Champonois por el TOC Nº 4 y la impugnación de nuestra participación que fue denegada.
Antes que nada vamos a decir que nos parece opinable la argumentación en cuanto a que hay opinión adelantada por el Tribunal respecto de lo que estaba previsto dilucidar en la audiencia art. 372, no podemos dejar de mencionar que la resolución del tribunal de alzada obliga al TOC 4 a partir de la figura de homicidio simple reiterado y consecuentemente el dolo como manifestó en su alegato la fiscal de casación. Sin perjuicio de ello hemos de manifestar nuestro profundo desagrado por el trato injurioso y prejuicioso de que hemos sido objeto gratuitamente por el letrado nombrado.
"El afán persecutorio y revanchista de quien fuera particular damnificado, señor Jorge Witis, aparentemente insatisfecho por circunstancias ajenas a nuestra intervención, ha generado que los señores magistrados se expidan con antelación y más allá de la audiencia del art. 372 del ritual....."
Esto es, no sólo tenemos afán persecutorio y revanchista, sino que a raíz de nuestra desmesura hemos inducido a los jueces a incurrir en prejuzgamiento y dar lugar a la recusación. Termina el citado diciendo: "Por último, cabe acotar a esta altura, que las circunstancias descriptas no empañan la alta consideración que esta defensa tiene de cada uno de los integrantes de ese distinguidísimo Tribunal".
¿Se justifica esta deferencia? ¿O acaso una supuesta falla en el procedimiento tiene algún mérito? ¿Era necesario resolver lo resuelto? Por lo pronto nosotros constituimos domicilio y solicitamos la fijación de la audiencia. A ese respecto no hubo respuesta. ¿O sí?
Pero aparte de asignarnos el anacrónico papel de quinta rueda del carro citando a Levene, ignorando olímpicamente las reformas vigentes al Código Penal y Procesal que jerarquizan e igualan en muchos aspectos las atribuciones de las víctimas con las del Fiscal, tergiversa el fallo de Casación y de la Corte.
Se menosprecia, en nombre de la defensa, los derechos vulnerados de las víctimas y sus familiares, cuando el espíritu debiera ser la búsqueda de verdad, asumir la responsabilidad y si no hay defensa pedir clemencia. Que somos revanchistas con un pobre muchacho que por una mueca infame del destino nos dejó sin nuestro hijo. Tanto durante la IPP, el Juicio, Casación, ha repetido "Soy inocente" "Cumplí con mi deber" ¿Alguien pidió clemencia?
Resulta que todo lo ocurrido poco menos que ha sido resuelto a las maravillas por el Poder Judicial. Insistimos: Para los familiares de las víctimas hay una distancia muy grande entre respetar los derechos de los imputados y hacer lugar a sus alegaciones que ninguna evidencia sustenta. Rubén Emir Champonois ha purgado cuatro años y ocho meses de prisión, en eso se traducen los ocho años y medio a los que fue condenado en primera instancia.
Aquí señor Rodríguez Jordán, hay dos fallos judiciales de homicidio, y una actitud persistente de su defendido en la negación de su responsabilidad en estos dos "lamentables decesos", como ud. llama a los fusilamientos. O quizás deberemos concluir tomando como base los términos de los sucesivos defensores de este ex uniformado que a Mariano y Darío los mató el saturnismo, como suele decir nuestra abogada? ¿Qué quiere decir inocente?
Quien fuera particular damnificado no se da por aludido en cuanto a la pérdida de su condición de tal, ya que la Constitución y los organismos internacionales lo avalan y el Tribunal que usted respeta tanto lo acredita, y no admite hoy tampoco ni por la pluma ni por la palabra del mas ilustre de los letrados que se minimice el monumental significado de los hechos para las personas de carne y hueso que los hemos padecido. Por otra parte el criterio de la ONU es que cuando la pena no es proporcional HAY IMPUNIDAD. Todas las partes acusadoras en el juicio solicitamos la pena de 20 años por los homicidios. Seguimos pensando que es un pedido razonable, no pedimos la pena máxima ni deseamos que "se pudra en la cárcel" (expresión que puede aparecer en boca de algunos particulares como manifestación de impotencia frente a la burla que frecuentemente reciben de los policías a quienes el castigo casi nunca llega, pero que no pasa de ahí)
Aceptamos y propiciamos la defensa del imputado pero no acordaremos nunca con la defensa de la mentira, o las maniobras dilatorias para evitar la condena, otra cuestión que se nos achaca cuando le cabe a la defensa del reo. Parece ser que como Mariano no ha de volver, nosotros no tenemos mas que darnos por cumplidos con la deplorable administración de justicia que nos tocó. ¿O acaso lo único sensato por hacer es plantearle a la Policía Bonaerense una demanda civil? ¿O a la Provincia? Quienes sustentan esta tesis, y créannos que no son pocos, abonan con el pensamiento y la acción el trastrocamiento del orden de prioridades respecto de los bienes jurídicos a proteger. Porque de lo que se trata, señores Marcelo Rodríguez Jordán, Piombo, García Helguera, Igarzabal, Vales Garbo, Rodríguez Mainz, Rico Roca, Carlos Ruckauf, Ramón Orestes Verón, etc., es de poner el acento en la disuasión por el severo reproche (el homicidio es algo grave e irreparable), en la garantía de la no repetición de estos cotidianos pero no por ello menos terribles sucesos, cuando un funcionario estatal violando las normas de procedimiento mata personas. No nos han convencido ni lo harán de que la reparación a la que deberíamos aspirar es la económica, no señores, buscamos un sentido superior a la pérdida, un sentido moral y jurídico primordial que reafirme indudablemente a qué y a quienes estamos preservando.
Aspiramos a terminar con la violencia que nos arrebata de los brazos a nuestros seres queridos, sabemos que esto es posible, hace falta voluntad, responsabilidad, coraje, perseverancia, tolerancia, respeto y amor.
Raquel y Jorge Witis,
papás de Mariano Witis,
rehén fusilado por la policía bonaerense el 21/9/2000. (PUNTO CERO-168 Horas).
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