LUJAN, Enero 03, (PUNTO CERO-El Civismo) Se llevaron a cabo cuatro clausuras y tres infracciones en lugares de esparcimiento nocturno. Una de las clausuras generó fuerte polémica. Se trata del local denominado “Infierno Grande”, donde los inspectores aseguraron encontrar más de 1.200 personas.
Este fin de semana largo continuarán los procedimientos en los locales de esparcimiento nocturno.
La Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad y Control Urbano en forma conjunta con la Dirección de Prevención Comunitaria de la Municipalidad procedieron a la clausura de cuatros pubs y labraron infracciones en otros tres lugares de esparcimiento nocturno por no respetar las normas vigentes.
La información oficial divulgada este miércoles es escueta con relación a la repercusión que tuvo el hecho y nada dice respecto de la participación de la intendenta Graciela Rosso, quien se presentó a las 3.30 de la madrugada del martes en la Comisaría Primera ordenándole a la Policía que proceda a mantener cerrado el pub “Infierno Grande”, luego de que los inspectores municipales encontraran entre 900 a 1.000 personas de más en su interior -no puede superar las 200- y procedieran a su clausura.
De los lugares sancionados, éste podría exponerse ahora a una dura sanción por haber violado la clausura, retirar la faja colocada en la puerta del local y haber quintuplicado la capacidad declarada oportunamente. Tras este episodio, entendido por algunos funcionarios como un desafío a las nuevas autoridades, la intendenta Rosso radicó una denuncia penal contra el establecimiento.
Los procedimientos se llevaron a cabo a días de cumplirse el tercer aniversario de la tragedia del boliche Cromañon y en una época clave para la actividad comercial en este tipo de rubro.
Las primeras clausuras tuvieron lugar en la localidad de Open Door donde fueron obligados a cesar con la actividad que estaban desarrollando un bar situado en Ruta 6 y avenida Cabred y otro ubicado en avenida Cabred 566 por no contar con la respectiva habilitación municipal, mientras que en avenida Cabred pero en el domicilio 589 los inspectores intimaron al dueño a que se abstenga de realizar ruidos molestos.
El domingo a la madrugada y en un “operativo de rutina a fin de dar cumplimiento a la Ordenanza 5133/06”, tuvieron lugar las clausuras que despertaron mayores polémicas.
Según la Municipalidad, la confitería “bailable” ubicada en Mitre 480 (“Infierno Grande”) y “no bailable” de San Martín 684 (“Al Diablo”) fueron clausuradas por “infracción al factor ocupacional”. Es decir: los inspectores encontraron más gente que la permitida.
En tal sentido, fuentes oficiales que pidieron no ser reveladas indicaron a este medio que en “Infierno Grande” había unas 1.200 personas cuando lo permitido por Bomberos de Policía no puede superar las 200 y en “Al Diablo” la capacidad declarada estaba duplicada.
El “factor ocupacional” es uno de los puntos prioritarios para las autoridades comunales. El 19 de diciembre y en una reunión llevada a cabo en el hall del primer piso de la Terminal de Ómnibus, el gobierno se reunió con una veintena de propietarios de boliches, pubs y confiterías no bailables.
En esa reunión, personal de la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad anticiparon que serían inflexibles con aquellos establecimientos que infringieran el cupo de personas permitidas en cada lugar.
Además, desde el oficialismo revelaron que en dicha reunión salió a luz que el “80 por ciento” de los lugares de esparcimiento nocturno tienen vencida la habilitación expedida por Bomberos de Policía.
Con este antecedente, la Municipalidad realizó una recorrida por algunos lugares cuyo resultado era previsible y promete continuar este fin de semana con similares procedimientos con el objetivo de hacer cumplir las disposiciones vigentes.
PREMIOS Y CASTIGOS
En un principio, los lugares clausurados se verían expuestos a una multa de 5.000 pesos más 15 días cerrados. Aunque este último aspecto de la sanción es apelable ante la jueza de Faltas (en este caso es la intendenta tras la disolución del Juzgado en el gobierno de Prince), al menos en el caso de “Infierno Grande” la situación sería diferente ya que la Municipalidad está dispuesta a mantenerse firme en su postura tras reclausurarlo el 25 de diciembre, horas después del tradicional brindis navideño. “Mas allá de lo que tengan que pagar en la Municipalidad, es más grave violar una clausura al romper una faja porque interviene la Justicia Penal”, explicaron en la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad, al tiempo que dieron por descontado que este fin de semana “Infierno Grande” estará cerrado.
En el caso de “Al Diablo” la situación es diferente debido a que no contaría con antecedentes como “Infierno Grande” (acumula unas 20 actas en los últimos 10 meses, según lo dicho por su dueño a este medio) a lo que se suma la predisposición que habrían tenido sus propietarios ante la sanción aplicada. “Como se portó bien, el juez de Falta tiene la facultad de aplicarle una multa y por ser la primera vez puede reabrir porque la clausura es preventiva. Hay mucha diferencia entre uno y otro”, agregó la misma fuente que accedió a dar algunas precisiones a EL CIVISMO.
En “Infierno Grande” se defienden y tienen otra visión del asunto. “En ningún momento violamos la faja de clausura. Nosotros actuamos como corresponde”, dijo Leandro Milanesio, y agregó: “La ordenanza no contempla la clausura preventiva bajo ningún motivo” porque “no está publicada y, por lo tanto, no está vigente”.
Sin embargo, en el oficialismo señalaron que esto no es cierto ya que desde el momento en que una ordenanza tiene número y fecha se vuelve automáticamente aplicable.
Milanesio expresó que el acta confeccionada el sábado a la noche por los inspectores no especificó la cantidad de días que duraba la clausura como consecuencia también de haber violado el “factor ocupacional” del local. Por lo tanto, considera que no pueden aplicarle una clausura preventiva de tres días, tal como sucede cuando son encontrados menores de 18 años consumiendo bebidas alcohólicas y cuya sanción suele ser levantada con sólo hacer un buen descargo ante la autoridad pertinente.
NAVIDAD AGITADA
El lunes, pasada la medianoche, “Infierno Grande” decidió abrir sus puertas tras ser asesorado por un abogado y por interpretar que la sanción a la que quedaba expuesto aún no estaba firme. Ante la presencia de un escribano, y previo descargo en la Municipalidad, procedió a “levantar” la faja de clausura mientras la Policía labraba un acta en la que quedaba constancia del acto que estaba cometiendo. Por unas horas, la vida en “Infierno Grande” volvió a ser como era hasta la llegada de los inspectores.
A las 3.30 de la madrugada la discusión se trasladó a la seccional de Policía adonde arribó la intendenta Rosso con la determinación de disponer el cierre del pub. Finalmente, “Infierno Grande” decidió bajar la persiana y cientos de jóvenes continuaron festejando la llegada de la Navidad en la plaza Colón. Por ello, Milanesio no ocultó su bronca al considerar que hay colegas que son “intocables” y “que la ley es para algunos”.
Para el Dr. Ricardo Barrios, abogado de Milanesio, la clausura es “atípica” y negó que su cliente haya violentado la faja de clausura al haber utilizado como recurso legal una “vía de hecho”, fundada en el descargo presentado el domingo y del que fue testigo un escribano.
“Leandro Milanesio no cometió ninguna infracción porque estaba en condiciones legales de abrir y de acuerdo como venga la mano será la actitud que va a tomar frente a la opinión pública”, manifestó el Dr. Barrios, quien calificó asombrado a las actuales autoridades como “una nueva patota” por la forma de actuar que tuvo el gobierno con el local de su defendido.
El jueves a la mañana el letrado esperaba una resolución de la Asesoría Legal y Técnica de la Municipalidad para decidir los pasos a seguir, aunque el gobierno por esas mismas horas no tenía contemplado emitir resolución alguna, dando así por cerrado el tema.
Este fin de semana largo continuarán los procedimientos en los locales de esparcimiento nocturno.
La Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad y Control Urbano en forma conjunta con la Dirección de Prevención Comunitaria de la Municipalidad procedieron a la clausura de cuatros pubs y labraron infracciones en otros tres lugares de esparcimiento nocturno por no respetar las normas vigentes.
La información oficial divulgada este miércoles es escueta con relación a la repercusión que tuvo el hecho y nada dice respecto de la participación de la intendenta Graciela Rosso, quien se presentó a las 3.30 de la madrugada del martes en la Comisaría Primera ordenándole a la Policía que proceda a mantener cerrado el pub “Infierno Grande”, luego de que los inspectores municipales encontraran entre 900 a 1.000 personas de más en su interior -no puede superar las 200- y procedieran a su clausura.
De los lugares sancionados, éste podría exponerse ahora a una dura sanción por haber violado la clausura, retirar la faja colocada en la puerta del local y haber quintuplicado la capacidad declarada oportunamente. Tras este episodio, entendido por algunos funcionarios como un desafío a las nuevas autoridades, la intendenta Rosso radicó una denuncia penal contra el establecimiento.
Los procedimientos se llevaron a cabo a días de cumplirse el tercer aniversario de la tragedia del boliche Cromañon y en una época clave para la actividad comercial en este tipo de rubro.
Las primeras clausuras tuvieron lugar en la localidad de Open Door donde fueron obligados a cesar con la actividad que estaban desarrollando un bar situado en Ruta 6 y avenida Cabred y otro ubicado en avenida Cabred 566 por no contar con la respectiva habilitación municipal, mientras que en avenida Cabred pero en el domicilio 589 los inspectores intimaron al dueño a que se abstenga de realizar ruidos molestos.
El domingo a la madrugada y en un “operativo de rutina a fin de dar cumplimiento a la Ordenanza 5133/06”, tuvieron lugar las clausuras que despertaron mayores polémicas.
Según la Municipalidad, la confitería “bailable” ubicada en Mitre 480 (“Infierno Grande”) y “no bailable” de San Martín 684 (“Al Diablo”) fueron clausuradas por “infracción al factor ocupacional”. Es decir: los inspectores encontraron más gente que la permitida.
En tal sentido, fuentes oficiales que pidieron no ser reveladas indicaron a este medio que en “Infierno Grande” había unas 1.200 personas cuando lo permitido por Bomberos de Policía no puede superar las 200 y en “Al Diablo” la capacidad declarada estaba duplicada.
El “factor ocupacional” es uno de los puntos prioritarios para las autoridades comunales. El 19 de diciembre y en una reunión llevada a cabo en el hall del primer piso de la Terminal de Ómnibus, el gobierno se reunió con una veintena de propietarios de boliches, pubs y confiterías no bailables.
En esa reunión, personal de la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad anticiparon que serían inflexibles con aquellos establecimientos que infringieran el cupo de personas permitidas en cada lugar.
Además, desde el oficialismo revelaron que en dicha reunión salió a luz que el “80 por ciento” de los lugares de esparcimiento nocturno tienen vencida la habilitación expedida por Bomberos de Policía.
Con este antecedente, la Municipalidad realizó una recorrida por algunos lugares cuyo resultado era previsible y promete continuar este fin de semana con similares procedimientos con el objetivo de hacer cumplir las disposiciones vigentes.
PREMIOS Y CASTIGOS
En un principio, los lugares clausurados se verían expuestos a una multa de 5.000 pesos más 15 días cerrados. Aunque este último aspecto de la sanción es apelable ante la jueza de Faltas (en este caso es la intendenta tras la disolución del Juzgado en el gobierno de Prince), al menos en el caso de “Infierno Grande” la situación sería diferente ya que la Municipalidad está dispuesta a mantenerse firme en su postura tras reclausurarlo el 25 de diciembre, horas después del tradicional brindis navideño. “Mas allá de lo que tengan que pagar en la Municipalidad, es más grave violar una clausura al romper una faja porque interviene la Justicia Penal”, explicaron en la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad, al tiempo que dieron por descontado que este fin de semana “Infierno Grande” estará cerrado.
En el caso de “Al Diablo” la situación es diferente debido a que no contaría con antecedentes como “Infierno Grande” (acumula unas 20 actas en los últimos 10 meses, según lo dicho por su dueño a este medio) a lo que se suma la predisposición que habrían tenido sus propietarios ante la sanción aplicada. “Como se portó bien, el juez de Falta tiene la facultad de aplicarle una multa y por ser la primera vez puede reabrir porque la clausura es preventiva. Hay mucha diferencia entre uno y otro”, agregó la misma fuente que accedió a dar algunas precisiones a EL CIVISMO.
En “Infierno Grande” se defienden y tienen otra visión del asunto. “En ningún momento violamos la faja de clausura. Nosotros actuamos como corresponde”, dijo Leandro Milanesio, y agregó: “La ordenanza no contempla la clausura preventiva bajo ningún motivo” porque “no está publicada y, por lo tanto, no está vigente”.
Sin embargo, en el oficialismo señalaron que esto no es cierto ya que desde el momento en que una ordenanza tiene número y fecha se vuelve automáticamente aplicable.
Milanesio expresó que el acta confeccionada el sábado a la noche por los inspectores no especificó la cantidad de días que duraba la clausura como consecuencia también de haber violado el “factor ocupacional” del local. Por lo tanto, considera que no pueden aplicarle una clausura preventiva de tres días, tal como sucede cuando son encontrados menores de 18 años consumiendo bebidas alcohólicas y cuya sanción suele ser levantada con sólo hacer un buen descargo ante la autoridad pertinente.
NAVIDAD AGITADA
El lunes, pasada la medianoche, “Infierno Grande” decidió abrir sus puertas tras ser asesorado por un abogado y por interpretar que la sanción a la que quedaba expuesto aún no estaba firme. Ante la presencia de un escribano, y previo descargo en la Municipalidad, procedió a “levantar” la faja de clausura mientras la Policía labraba un acta en la que quedaba constancia del acto que estaba cometiendo. Por unas horas, la vida en “Infierno Grande” volvió a ser como era hasta la llegada de los inspectores.
A las 3.30 de la madrugada la discusión se trasladó a la seccional de Policía adonde arribó la intendenta Rosso con la determinación de disponer el cierre del pub. Finalmente, “Infierno Grande” decidió bajar la persiana y cientos de jóvenes continuaron festejando la llegada de la Navidad en la plaza Colón. Por ello, Milanesio no ocultó su bronca al considerar que hay colegas que son “intocables” y “que la ley es para algunos”.
Para el Dr. Ricardo Barrios, abogado de Milanesio, la clausura es “atípica” y negó que su cliente haya violentado la faja de clausura al haber utilizado como recurso legal una “vía de hecho”, fundada en el descargo presentado el domingo y del que fue testigo un escribano.
“Leandro Milanesio no cometió ninguna infracción porque estaba en condiciones legales de abrir y de acuerdo como venga la mano será la actitud que va a tomar frente a la opinión pública”, manifestó el Dr. Barrios, quien calificó asombrado a las actuales autoridades como “una nueva patota” por la forma de actuar que tuvo el gobierno con el local de su defendido.
El jueves a la mañana el letrado esperaba una resolución de la Asesoría Legal y Técnica de la Municipalidad para decidir los pasos a seguir, aunque el gobierno por esas mismas horas no tenía contemplado emitir resolución alguna, dando así por cerrado el tema.
En cambio, menos controversia levantaron las sanciones contra una “confitería no bailable” ubicada en Italia 909 que fue infraccionada por un “espectáculo público no autorizado”, estando prohibido el mismo dentro del rubro y en una disco ubicada en Fleming y Sarratea que no respetó el horario de cierre. (PUNTO CERO-El Civismo).
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