La ministra de Infraestructura, Cristina Álvarez Rodríguez, participó del “Consejo de Mujeres de Ituzaingó por la Igualdad de Género”, donde se analizó el protagonismo de la mujer en la escena pública argentina. "No sólo nos encargamos de las grandes obras, sino que también le prestamos especial atención a las denominadas obras invisibles, aquellas que no se ven a simple vista pero le cambian la vida a la gente que menos tiene", enfatizó la Ministra.
La ministra de Infraestructura, Cristina Álvarez Rodríguez, participó del “Consejo de Mujeres de Ituzaingó por la Igualdad de Género”, donde se analizó el protagonismo de la mujer en la escena pública argentina. Participaron también la ministra nacional de Defensa, Nilda Garré, y la diputada nacional Diana Conti.
La Ministra señaló que tras muchos años de lucha, las mujeres han logrado trascender el ámbito de lo doméstico e instalarse como protagonistas indiscutibles y necesarias de la escena pública argentina. “Es por eso que hoy, la pregunta fundamental es cómo nos vamos a posicionar las mujeres en este panorama y apuntalar la continuidad del proyecto nacional”, indicó, y agregó que “creo que por ello es imprescindible extender nuestras fronteras, las fronteras de cada hogar, las del trabajo, la de las escuelas, la de los hospitales, las de las universidades, las de la función pública procurando en esta impronta profundizar el modelo de inclusión social que se viene desarrollando”.
Alvarez Rodríguez es la primera mujer en ocupar el cargo de ministra de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires. “Desde mi lugar de trabajo, junto con mi equipo, luchamos día a día para “humanizar” la obra pública. No sólo nos encargamos de las grandes obras, sino que también le prestamos especial atención a las denominadas “obras invisibles”, aquellas que no se ven a simple vista pero le cambian la vida a la gente que menos tiene. Y cuando hablo de vivienda no hablo sólo de una construcción, sino de la alegría de un chico al tener un hogar donde crecer. Cuando hablamos de un plan de escrituración, hablamos de la cara de felicidad de una abuela que recibe la escritura de su casa. Cuando hablamos de pavimentar una ruta, hablamos de la tranquilidad de una familia a la hora de irse de vacaciones”.
La mujer aporta en su tarea cotidiana una mirada realista, acostumbrada a lidiar con varios frentes y sabe desde donde ver y atender las necesidades de los que la rodean. La ministra rescató la tarea “silenciosa pero fundamental” de las mujeres de las cooperativas, de las ingenieras y las arquitectas, de las mujeres que trabajan en sus barrios, aportando en la construcción de un país distinto, más justo e inclusivo”.
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