La iniciativa, que avanza en el Congreso, busca modificar el régimen laboral argentino vigente en materia de descansos y compensaciones durante los fines de semana.
La nueva ley ya cuenta con media sanción del Senado y en las próximas semanas podría convertirse en ley, marcando un antes y un después tanto para los empleados de comercios e industrias, como para los empresarios, que ya manifestaron una fuerte preocupación por las implicancias económicas que la misma generará, tras su aprobación.
La actual Ley de Contrato de Trabajo establece que corresponde pagar con un 100% de recargo las horas que se trabajen los días sábados después de las 13 horas, como así también los domingos y feriados. Asimismo, el marco vigente determina que se debe otorgar un franco compensatorio.
Sin embargo, con la posterior publicación del decreto 2284/91 de desregulación económica, dichas restricciones de horarios y días fueron suprimidas para la prestación de servicios de venta, empaque, expedición, administración y otras actividades comerciales afines. Así, las empresas hoy pueden disponer que los empleados trabajen los fines de semana sin recibir una compensación por hacerlo en esos días, excepto que el convenio colectivo que los agrupe así lo establezca -tal como sucede con los trabajadores de estaciones de servicio, donde sí está vigente el 100% de recargo.
En cambio, hay más de 1 millón de empleados de comercio hoy dependen del acuerdo de partes alcanzado entre el sindicato y cada empresa para que este beneficio sea reconocido.
La medida que avanza en el Parlamento afectará especialmente a los comercios establecidos en grandes superficies -como por ejemplo los supermercados-, que actualmente pueden disponer de los trabajadores los fines de semana casi sin costo adicional.
Al respecto, aún resuenan en los oídos de los empresarios las recientes declaraciones de la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, quien señaló: "Tenemos que volver a hacer una revolución cultural en la que nos acostumbremos a no ir los domingos a los supermercados o volver, como cuando yo era chica, y a comprar los fideos en el almacén, que (ese día) cerraba a la una de la tarde".
La propuesta parlamentaria, efectuada por los senadores del Partido Justicialista Carlos Verna y María de los Angeles Higonet, producirá -se descarta- modificaciones sustanciales para los empleados e implicará un fuerte encarecimiento de los costos laborales para los empresarios que opten por abrir sus puertas los fines de semana.
Según el nuevo proyecto el trabajo, a partir del sábado a las 13 horas y hasta las 24 horas del domingo, será remunerado con un recargo del 100%, contrariamente a lo que estipula el decreto de desregulación actual. Y, además, establece que dicho beneficio remunerativo para los trabajadores se pague al doble, independientemente de que el franco sea gozado o no días en posteriores.
Al respecto, el proyecto de ley, que cuenta con aval del Gobierno, plantea dos cambios sustanciales:
1- Por un lado, modifica el artículo 204 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) , que es el que establece la prohibición de trabajar desde las 13 horas del día sábado hasta las veinticuatro horas del día siguiente. Esta limitación se mantiene en la nueva redacción del artículo, pero cambian los "casos de excepción" (fuerza mayor, peligros, accidentes o "exigencias excepcionales de la empresa") respecto de la versión original. En el nuevo proyecto de ley, en cambio, se acotan estas excepciones y se excluyen, de manera explícita, las "exigencias excepcionales de la empresa ", quedando contemplados los casos de fuerza mayor, peligros, accidentes o aquellos que "las leyes y reglamentaciones prevean".
2- Por otro lado, los legisladores proponen modificar el artículo 207 de la LCT , que versa sobre los salarios por días de descanso no gozados. En este caso, la empresa obligatoriamente tendrá que abonar el salario habitual con el 100% de recargo, y deberá hacerlo más allá de su "obligación de otorgar franco compensatorio". La omisión será considerada una falta "muy grave " y sancionada en "conformidad con lo dispuesto por el artículo 3º del Anexo II del Pacto Federal del Trabajo Ley 25.212". Al respecto se indicó que se impondrán multas que llegan hasta los $ 1.000 por cada trabajador en infracción.
Mientras la Cámara de Diputados se apresta a tratar la iniciativa, los empresarios ya manifiestan su preocupación por los efectos de la reforma, que en las próximas semanas será debatida por la comisión de Trabajo de la Cámara baja.
En este escenario, el presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, Alfredo Martínez, anticipó que se espera que el proyecto tenga un rápido tratamiento.
Cruce UIA - CGT
Otro proyecto de ley, para que los trabajadores participen de las ganancias de las empresas, desató un duro cruce entre la UIA y la CGT, ya que el titular de la entidad fabril, Héctor Méndez, dijo que esa iniciativa convertiría a la Argentina en una nueva Cuba.
Desde la central obrera le respondieron con munición gruesa, al asegurar que el empresario estaba "bebido".
Mérndez criticó la intención de la CGT de impulsar el proyecto y pidió que "Héctor Recalde (diputado oficialista y abogado de la central obrera) lo vaya a aplicar a otro lado". En declaraciones radiofónicas, Méndez consideró que "no son momentos para seguir ajustando las clavijas, porque estamos perdiendo competitividad y nos cuesta salir al exterior".
La conducción de la CGT tiene previsto en los próximos días definir los detalles de este otro proyecto que Recalde, después, presentará ante el Congreso, con el "visto bueno" de la Casa Rosada.
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