El Ministerio de Salud provincial decidió el reemplazo de uno de los directores asociados del hospital Gandulfo por un funcionario ligado al diputado provincial del kirchnerismo. “No queremos ser rehenes de trampas y jugadas políticas”, dicen los médicos. El acuerdo entre los sectores oficialistas para manejar el área.
Médicos, enfermeros y personal no profesional del hospital Gandulfo de Lomas de Zamora se mantienen en “asamblea permanente” en rechazo a la remoción de uno de los directores ejecutivos y en contra de la llegada al cargo de un hombre ligado al diputado provincial Fernando “Chino” Navarro.
El conflicto se inició esta semana cuando el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, le comunicó a Carlos Oviedo la decisión de apartarlo como director asociado, cargo que comparte con Nelson Donato y Mónica Malchiodi. El funcionario también le informó que en su reemplazo asumirá el -hasta el momento- secretario de Salud del Municipio, Oscar Palacios, aunque sin argumento oficial, en el círculo íntimo del médico aseguran que el propio Collia admitió que el desplazo se debe a “presiones políticas”.
Sucede que Palacios es hombre del “Chino” Navarro y como tal ya había ocupado la dirección del Gandulfo. Luego del acuerdo de gobernabilidad alcanzado entre todos los sectores del kirchnerismo local para sostener la intendencia de Martín Insaurralde se hizo cargo de Salud en reemplazo del rossista Roberto Panno y Oviedo tomó su lugar. El pacto también incluía la llegada de un hombre de Insaurralde a la dirección general del hospital, pero ese paso aún no fue dado.
Sin embargo, una serie de desaguisados de Palacios fueron, de a poco, alejándolo de su puesto. Son muchos en el Ejecutivo que aún le recuerdan al “Chino” que el escándalo de las tres toneladas de remedios vencidos del Plan Remediar surgió por declaraciones periodísticas de Palacios.
“Si no hubiese abierto la boca, la oposición no se habría enterado”, razonan en el oficialismo. Ese affaire más la delicada situación del hospital Oscar Alende hicieron que Insaurralde tomara la decisión de removerlo pero para no agitar las aguas del kirchnerismo decidió que el secretario renuncie cuando resuelva su situación profesional.
Así, el enroque incluía la vuelta de Palacios al Gandulfo y la llegada a Salud del titular del bloque del Frente para la Victoria en el Concejo Deliberante, Alfredo Fernández. De todos modos, la jugada de Navarro para no perder poder no le está resultando sencilla. Oviedo –que en su momento también era apoyado por el legislador provincial- logró que el cuerpo de directores actúe en tándem y no quiere dejar el cargo.
“Hemos instalado una carpa en la puerta del hospital con la intención de comunicar nuestra situación. Ya juntamos seis mil firmas que llevaremos a la Gobernación y a la Nación. No queremos ser rehenes de trampas y jugadas políticas. No puede ser que los políticos tomen como un coto de caza a un hospital y lamentablemente pensamos que el doctor Palacios ha sido tomado como un instrumento”, le dijo Malchiodi a LPO. (La Política OnLine).
Médicos, enfermeros y personal no profesional del hospital Gandulfo de Lomas de Zamora se mantienen en “asamblea permanente” en rechazo a la remoción de uno de los directores ejecutivos y en contra de la llegada al cargo de un hombre ligado al diputado provincial Fernando “Chino” Navarro.
El conflicto se inició esta semana cuando el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, le comunicó a Carlos Oviedo la decisión de apartarlo como director asociado, cargo que comparte con Nelson Donato y Mónica Malchiodi. El funcionario también le informó que en su reemplazo asumirá el -hasta el momento- secretario de Salud del Municipio, Oscar Palacios, aunque sin argumento oficial, en el círculo íntimo del médico aseguran que el propio Collia admitió que el desplazo se debe a “presiones políticas”.
Sucede que Palacios es hombre del “Chino” Navarro y como tal ya había ocupado la dirección del Gandulfo. Luego del acuerdo de gobernabilidad alcanzado entre todos los sectores del kirchnerismo local para sostener la intendencia de Martín Insaurralde se hizo cargo de Salud en reemplazo del rossista Roberto Panno y Oviedo tomó su lugar. El pacto también incluía la llegada de un hombre de Insaurralde a la dirección general del hospital, pero ese paso aún no fue dado.
Sin embargo, una serie de desaguisados de Palacios fueron, de a poco, alejándolo de su puesto. Son muchos en el Ejecutivo que aún le recuerdan al “Chino” que el escándalo de las tres toneladas de remedios vencidos del Plan Remediar surgió por declaraciones periodísticas de Palacios.
“Si no hubiese abierto la boca, la oposición no se habría enterado”, razonan en el oficialismo. Ese affaire más la delicada situación del hospital Oscar Alende hicieron que Insaurralde tomara la decisión de removerlo pero para no agitar las aguas del kirchnerismo decidió que el secretario renuncie cuando resuelva su situación profesional.
Así, el enroque incluía la vuelta de Palacios al Gandulfo y la llegada a Salud del titular del bloque del Frente para la Victoria en el Concejo Deliberante, Alfredo Fernández. De todos modos, la jugada de Navarro para no perder poder no le está resultando sencilla. Oviedo –que en su momento también era apoyado por el legislador provincial- logró que el cuerpo de directores actúe en tándem y no quiere dejar el cargo.
“Hemos instalado una carpa en la puerta del hospital con la intención de comunicar nuestra situación. Ya juntamos seis mil firmas que llevaremos a la Gobernación y a la Nación. No queremos ser rehenes de trampas y jugadas políticas. No puede ser que los políticos tomen como un coto de caza a un hospital y lamentablemente pensamos que el doctor Palacios ha sido tomado como un instrumento”, le dijo Malchiodi a LPO. (La Política OnLine).
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