Los adelantos tecnológicos y estudios científicos que se vienen realizando en los últimos años, dan la posibilidad a muchas parejas de cumplir el “Sueño de ser padres”.
En CEGYR, el promedio de edad de una mujer que requiere incluir en su tratamiento de fertilidad a la ovodonación, es de 41 años. Esto incluye mujeres cuyos ovarios ya no tiene la posibilidad de producir óvulos o son de mala calidad, como así también a mujeres que fallaron en tratamientos anteriores en forma reiterada, asumiendo algún tipo de problema a nivel ovocitario.
Cuando se propone un tratamiento de donación de óvulos o espermatozoides, las parejas comienzan a hacerse muchas preguntas respecto a quiénes “son los padres verdaderos” del niño, o cómo y cuándo decirle y qué decirle. También se cuestionan el parecido y el arrastre genético.
“En primera, instancia lo que le decimos a una pareja que tiene que pasar por una ovodonación es que la maternidad y la paternidad pasan por el vínculo, no por quién aporta la información genética. Por otro lado, le sugerimos aceptar y prepararse para el tratamiento desde el inicio. Para ello, aquellas parejas que van a pasar por un tratamiento de ovodonación, como primer paso en nuestro Centro, es necesario que tengan una consulta con el equipo de Psicólogos. Esto es para comprender el proceso que van a vivir y entender si la pareja está preparada para atravesar un tratamiento de dichas características. Es muy importante la comprensión sobre el significado de la ovodonación”, comenta Sergio Papier, Director Médico de CEGYR.
En este tipo de tratamientos de fertilidad que incluyen ovodonación, es necesario preparar a los padres que tienen dudas sobre cómo contar esto a su hijo y a sus familiares.
“Generalmente los padres repiten el pensamiento de temor frente a este tema con sus hijos. Temor a que el niño en el futuro tenga una reacción similar a la de una adopción, pretendiendo conocer al donante. Tienen miedo de que haya una búsqueda. Lo que suelen olvidar es que en la adopción la búsqueda esta relacionada con el abandono y no así en la ovodonación, donde lo que está en juego es un deseo muy profundo de ser padres. Un amor genuino y de necesidad y esto es importante que los padres lo comprendan para que se lo transmitan al niño”, explica Leticia Urdapilleta, Dra. en Psicología, integrante del Equipo de Psicólogos de CEGYR.
“Por esto es muy importante trabajar sobre la idea de lo que significa y es “ser padres”. Los donantes y los receptores, muchas veces, tienen las mismas fantasías pero inversas. El donante tiene miedo de que le quieran devolver al niño y el receptor teme que le reclamen a su hijo”. También los padres tienen miedo de que el niño quiera conocer a su progenitor. La frase que siempre escuchamos es “Y si quiere conocer a la madre?”. Acá es importante que la pareja comprenda que no hay dos madres. La madre es la que lo lleva en el vientre”, agrega el Lic. Darío Fernández, integrante del Equipo de Psicólogos de CEGYR.
“La madre es una sola, la que lo tuvo en el vientre y lo dio a luz. La donante no puede reclamar la maternidad por ley”, explica la Dra. Urdapilleta.
Según la ley argentina, es madre de un hijo quien lo pare, quién lo lleva en el vientre, por lo tanto la madre biológica claramente en ovodonación, está bien definida.
“Si Bien hay pautas biológicas que son genéticas, hay otras que se asientan en la gestación. Es importante saber que la personalidad y las características psicológicas se definen con el vínculo que se genera con los niños. Muchas veces los padres temen que, -Si hace luego este gesto, no va a ser como yo, o este otro-. O que sean muy miedosos o hiperactivos. Estas pautas de comportamiento no son un valor de la genética, se definen con la crianza y la educación, con los límites y el amor que se le da al niño. El tema de los parecidos es otra pregunta recurrente y siempre lo tratamos en equipo con los psicólogos. Todas estas fantasías acaban en el momento que toman al niño entre sus brazos y lo ven. Ese es el final de toda duda. Luego, más o menos parecidos, los niños toman los hábitos y características de sus padres y allí se manifiestan los parecidos que necesitaban sus papás”, comenta el Doctor Papier.
¿Cómo y Qué decirle a un niño sobre la manera en que llegó al mundo?
"Vivirlo naturalmente desde el inicio es el concepto que trabajamos y recomendamos en CEGYR. Un mecanismo para que haber nacido por una tratamiento con ovodonación sea natural para el niño, es que luego del parto vengan al Centro, visiten el lugar y a los profesionales que tuvieron a cargo el tratamiento y estar así, en contacto con el tema de la manera más natural posible. Esto, poco a poco, el niño lo va incorporando de formar natural, de lo contrario, si se convierte en un tema tabu los padres a veces empiezan a alimentar fantasías que disparan problemas a futuro”, menciona el Dr. Papier.
“Cuando los niños van creciendo, recomendamos a los padres el utilizar algunas situaciones cotidianas para poder introducir el tema. Estas pueden ser, por ejemplo, cuando ven una mujer embarazada o cuando van a ver a un niño recién nacido”, agrega el Lic. Fernandez.
Para hablar con los hijos sobre este tema es clave tener en cuenta los aspectos cognitivos y psicológicos, según su edad. Hay decir y explicar sólo aquello que el niño pregunta y puede entender. Es ideal hacerlo antes de los cinco años, ya que presentan menor confrontación con la situación.
Criar es construir día a día y el amor no se relaciona con el nuevo nacimiento de manera aislada, sino con la posibilidad de construir con ese niño un vínculo de amor y aceptación. Es importante que los chicos crezcan sabiendo. (Asteriscos Tv).
En CEGYR, el promedio de edad de una mujer que requiere incluir en su tratamiento de fertilidad a la ovodonación, es de 41 años. Esto incluye mujeres cuyos ovarios ya no tiene la posibilidad de producir óvulos o son de mala calidad, como así también a mujeres que fallaron en tratamientos anteriores en forma reiterada, asumiendo algún tipo de problema a nivel ovocitario.
Cuando se propone un tratamiento de donación de óvulos o espermatozoides, las parejas comienzan a hacerse muchas preguntas respecto a quiénes “son los padres verdaderos” del niño, o cómo y cuándo decirle y qué decirle. También se cuestionan el parecido y el arrastre genético.
“En primera, instancia lo que le decimos a una pareja que tiene que pasar por una ovodonación es que la maternidad y la paternidad pasan por el vínculo, no por quién aporta la información genética. Por otro lado, le sugerimos aceptar y prepararse para el tratamiento desde el inicio. Para ello, aquellas parejas que van a pasar por un tratamiento de ovodonación, como primer paso en nuestro Centro, es necesario que tengan una consulta con el equipo de Psicólogos. Esto es para comprender el proceso que van a vivir y entender si la pareja está preparada para atravesar un tratamiento de dichas características. Es muy importante la comprensión sobre el significado de la ovodonación”, comenta Sergio Papier, Director Médico de CEGYR.
En este tipo de tratamientos de fertilidad que incluyen ovodonación, es necesario preparar a los padres que tienen dudas sobre cómo contar esto a su hijo y a sus familiares.
“Generalmente los padres repiten el pensamiento de temor frente a este tema con sus hijos. Temor a que el niño en el futuro tenga una reacción similar a la de una adopción, pretendiendo conocer al donante. Tienen miedo de que haya una búsqueda. Lo que suelen olvidar es que en la adopción la búsqueda esta relacionada con el abandono y no así en la ovodonación, donde lo que está en juego es un deseo muy profundo de ser padres. Un amor genuino y de necesidad y esto es importante que los padres lo comprendan para que se lo transmitan al niño”, explica Leticia Urdapilleta, Dra. en Psicología, integrante del Equipo de Psicólogos de CEGYR.
“Por esto es muy importante trabajar sobre la idea de lo que significa y es “ser padres”. Los donantes y los receptores, muchas veces, tienen las mismas fantasías pero inversas. El donante tiene miedo de que le quieran devolver al niño y el receptor teme que le reclamen a su hijo”. También los padres tienen miedo de que el niño quiera conocer a su progenitor. La frase que siempre escuchamos es “Y si quiere conocer a la madre?”. Acá es importante que la pareja comprenda que no hay dos madres. La madre es la que lo lleva en el vientre”, agrega el Lic. Darío Fernández, integrante del Equipo de Psicólogos de CEGYR.
“La madre es una sola, la que lo tuvo en el vientre y lo dio a luz. La donante no puede reclamar la maternidad por ley”, explica la Dra. Urdapilleta.
Según la ley argentina, es madre de un hijo quien lo pare, quién lo lleva en el vientre, por lo tanto la madre biológica claramente en ovodonación, está bien definida.
“Si Bien hay pautas biológicas que son genéticas, hay otras que se asientan en la gestación. Es importante saber que la personalidad y las características psicológicas se definen con el vínculo que se genera con los niños. Muchas veces los padres temen que, -Si hace luego este gesto, no va a ser como yo, o este otro-. O que sean muy miedosos o hiperactivos. Estas pautas de comportamiento no son un valor de la genética, se definen con la crianza y la educación, con los límites y el amor que se le da al niño. El tema de los parecidos es otra pregunta recurrente y siempre lo tratamos en equipo con los psicólogos. Todas estas fantasías acaban en el momento que toman al niño entre sus brazos y lo ven. Ese es el final de toda duda. Luego, más o menos parecidos, los niños toman los hábitos y características de sus padres y allí se manifiestan los parecidos que necesitaban sus papás”, comenta el Doctor Papier.
¿Cómo y Qué decirle a un niño sobre la manera en que llegó al mundo?
"Vivirlo naturalmente desde el inicio es el concepto que trabajamos y recomendamos en CEGYR. Un mecanismo para que haber nacido por una tratamiento con ovodonación sea natural para el niño, es que luego del parto vengan al Centro, visiten el lugar y a los profesionales que tuvieron a cargo el tratamiento y estar así, en contacto con el tema de la manera más natural posible. Esto, poco a poco, el niño lo va incorporando de formar natural, de lo contrario, si se convierte en un tema tabu los padres a veces empiezan a alimentar fantasías que disparan problemas a futuro”, menciona el Dr. Papier.
“Cuando los niños van creciendo, recomendamos a los padres el utilizar algunas situaciones cotidianas para poder introducir el tema. Estas pueden ser, por ejemplo, cuando ven una mujer embarazada o cuando van a ver a un niño recién nacido”, agrega el Lic. Fernandez.
Para hablar con los hijos sobre este tema es clave tener en cuenta los aspectos cognitivos y psicológicos, según su edad. Hay decir y explicar sólo aquello que el niño pregunta y puede entender. Es ideal hacerlo antes de los cinco años, ya que presentan menor confrontación con la situación.
Criar es construir día a día y el amor no se relaciona con el nuevo nacimiento de manera aislada, sino con la posibilidad de construir con ese niño un vínculo de amor y aceptación. Es importante que los chicos crezcan sabiendo. (Asteriscos Tv).
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