El candidato a gobernador bonaerense por Unión para el Desarrollo Social, Francisco De Narváez, afirmó que el postulante del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, “no es una alternativa y votarlo sería como votar al oficialismo”, y opinó que los de Eduardo Duhalde y Carlos Reutemann son “liderazgos que se terminan”.
De Narváez repasó sus propuestas de cara a la gobernación (para la cual se candidatea por segunda vez), abogó por una reforma política que separe las elecciones de la Provincia con la nacional, y defendió su alianza política con el radicalismo, la cual aseguró que “está intacta”.
Al ser consultado sobre las tres principales medidas que realizaría apenas accediera al sillón de Dardo Rocha, De Narváez dijo que “la primera sería ponerse al frente de la lucha contra el delito con una reestructuración de la Policía Bonaerense, que debería ser encabezada por un comisario y no por un civil”.
“Estoy absolutamente en contra de la reforma (del ex ministro de Seguridad provincial, León) Arslanián, porque no fue efectiva. Yo quiero al mando un hombre de la fuerza, sin comando civil, pero con un civil en Asuntos Internos elegido por concurso y con control parlamentario”, explicó.
En segundo término, el diputado del Peronismo Federal buscaría ”en 90 días hacer llegar a las 800 villas del conurbano un destacamento, un puesto sanitario y un camión cisterna con agua potable”.
Y por último, “le pediría al gobierno nacional la actualización del Fondo de Reparación Histórica del conurbano, porque está congelado desde 1996, ya que un debate nacional por la coparticipación llevaría mucho tiempo, aunque ponderó una reforma que no cambie lo que cada provincia recibe, sino que se distribuyan diferente los nuevos fondos, para que la Provincia recupere lo perdido en los `80″.
Como gobernador, el dirigente nacido en Colombia anunció que “aumentaría la coparticipación con las intendencias pero con asignaciones específicas en obras y a precios promedio provinciales, y adelantó que se opone al proyecto de regionalización del gobernador Daniel Scioli, porque genera más burocracia y menos eficiencia, y hay que descentralizar”.
Con respeto a la política nacional, De Narváez fustigó a Binner, de quien opinó -al igual que Elisa Carrió- que “tiene un acuerdo político con el oficialismo, por lo que no es una alternativa votarlo ya que sería como hacerlo por el oficialismo”.
“Las declaraciones de Binner se corrigen cuando él se da cuenta que está en campaña electoral, su primera reacción es estar en línea con el Gobierno”, deslizó.
El diputado defendió su alianza con Ricardo Alfonsín, a la cual calificó de “programática”, y explicó que ”no es abandonar posturas sino sumar, el haber negociado un apoyo tácito del postulante presidencial Alberto Rodríguez Saá (sin candidato propio a mandatario bonaerense).
“En las primarias hubo corte de boleta, yo obtuve más votos que Ricardo, y eso habla de la necesidad de salir de la lista sábana. La gran reforma nacional es separar la Provincia de la elección nacional; cambia el eje de toda la discusión social y política argentina”, aseveró. Según las mediciones que maneja -y que aclara que corresponden sólo a territorio bonaerense-, “hay un empate entre Alfonsín y Rodríguez Saá en el segundo lugar”, mientras que “Duhalde ha caído en las preferencias del electorado.
Sobre el fracaso del Peronismo Federal, que aglutinó a los peronistas opositores desde 2009, dijo que era “un equilibrio complejo por las cuatro candidaturas” a presidente, y que “lamentó mucho” el fracaso de la interna, y atribuyó la desarticulación del espacio a que “hay liderazgos que se terminan, como el de Duhalde y el de Reutemann”.
Además, cuestionó a “los políticos que por definición siempre quieren ser opositores y no tienen vocación de gobernar, como (la diputada Elisa) Carrió”, y aseguró que “al no haber bipartidismo, van a surgir liderazgos alternativos que no se califican como opositores”.
De Narváez repasó sus propuestas de cara a la gobernación (para la cual se candidatea por segunda vez), abogó por una reforma política que separe las elecciones de la Provincia con la nacional, y defendió su alianza política con el radicalismo, la cual aseguró que “está intacta”.
Al ser consultado sobre las tres principales medidas que realizaría apenas accediera al sillón de Dardo Rocha, De Narváez dijo que “la primera sería ponerse al frente de la lucha contra el delito con una reestructuración de la Policía Bonaerense, que debería ser encabezada por un comisario y no por un civil”.
“Estoy absolutamente en contra de la reforma (del ex ministro de Seguridad provincial, León) Arslanián, porque no fue efectiva. Yo quiero al mando un hombre de la fuerza, sin comando civil, pero con un civil en Asuntos Internos elegido por concurso y con control parlamentario”, explicó.
En segundo término, el diputado del Peronismo Federal buscaría ”en 90 días hacer llegar a las 800 villas del conurbano un destacamento, un puesto sanitario y un camión cisterna con agua potable”.
Y por último, “le pediría al gobierno nacional la actualización del Fondo de Reparación Histórica del conurbano, porque está congelado desde 1996, ya que un debate nacional por la coparticipación llevaría mucho tiempo, aunque ponderó una reforma que no cambie lo que cada provincia recibe, sino que se distribuyan diferente los nuevos fondos, para que la Provincia recupere lo perdido en los `80″.
Como gobernador, el dirigente nacido en Colombia anunció que “aumentaría la coparticipación con las intendencias pero con asignaciones específicas en obras y a precios promedio provinciales, y adelantó que se opone al proyecto de regionalización del gobernador Daniel Scioli, porque genera más burocracia y menos eficiencia, y hay que descentralizar”.
Con respeto a la política nacional, De Narváez fustigó a Binner, de quien opinó -al igual que Elisa Carrió- que “tiene un acuerdo político con el oficialismo, por lo que no es una alternativa votarlo ya que sería como hacerlo por el oficialismo”.
“Las declaraciones de Binner se corrigen cuando él se da cuenta que está en campaña electoral, su primera reacción es estar en línea con el Gobierno”, deslizó.
El diputado defendió su alianza con Ricardo Alfonsín, a la cual calificó de “programática”, y explicó que ”no es abandonar posturas sino sumar, el haber negociado un apoyo tácito del postulante presidencial Alberto Rodríguez Saá (sin candidato propio a mandatario bonaerense).
“En las primarias hubo corte de boleta, yo obtuve más votos que Ricardo, y eso habla de la necesidad de salir de la lista sábana. La gran reforma nacional es separar la Provincia de la elección nacional; cambia el eje de toda la discusión social y política argentina”, aseveró. Según las mediciones que maneja -y que aclara que corresponden sólo a territorio bonaerense-, “hay un empate entre Alfonsín y Rodríguez Saá en el segundo lugar”, mientras que “Duhalde ha caído en las preferencias del electorado.
Sobre el fracaso del Peronismo Federal, que aglutinó a los peronistas opositores desde 2009, dijo que era “un equilibrio complejo por las cuatro candidaturas” a presidente, y que “lamentó mucho” el fracaso de la interna, y atribuyó la desarticulación del espacio a que “hay liderazgos que se terminan, como el de Duhalde y el de Reutemann”.
Además, cuestionó a “los políticos que por definición siempre quieren ser opositores y no tienen vocación de gobernar, como (la diputada Elisa) Carrió”, y aseguró que “al no haber bipartidismo, van a surgir liderazgos alternativos que no se califican como opositores”.
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