El secretario de Transporte se reunirá este jueves con representantes de todas las provincias para tratar la implementación del Sistema Único de Boleto Electrónico en todo el país. Para ello el gobierno planea aprovechar las tarjetas que ya se implementaron en Mendoza, Bahía Blanca y Córdoba. Los beneficios que obtiene el gobierno con esta jugada.
El secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi se reunirá el próximo jueves con delegaciones de todas las provincias para analizar la implementación del SUBE en todo el país. La primera de ellas sería Misiones, a partir de las declaraciones que realizó ayer el funcionario Hermes Almirón, según publicó el diario Misiones Online.
LPO dialogó con fuentes de Transporte en Mendoza y señalaron que hasta el momento no saben cuál será el pedido que hará el gobierno a las provincias. Pero lo que trascendió es que la intención es utilizar la infraestructura ya instalada en las grandes ciudades como Rosario, Córdoba y Mendoza.
Es que la magnitud en la cantidad de pasajeros en estos distritos son muy inferiores en comparación al Gran Buenos Aires. Mientras en el GBA circulan unos 18.000 vehículos destinados al transporte público, el segundo lugar lo ocupa Córdoba, que tiene menos de 1.000.
Sin embargo, todavía faltan algunas cuestiones por resolver como la personalización de las tarjetas. Por ejemplo, en Mendoza se implementó un sistema electrónico pero que aun no cuenta con la información de cada usuario. Es decir, las tarjetas son anónimas, como la era la pionera Monedero en Capital Federal, en vías de extinción.
Este punto es de vital importancia ya que es el eje transversal del “reacomodamiento” en los subsidios que quiere hacer el gobierno, y con el que busca reducir el gasto público pero sin que el impacto se note en los sectores menos favorecidos. En ese sentido la SUBE se erigió como el mecanismo adecuado para cargar el nivel de ingreso de cada usuario y a partir de ahí decidir si necesita o no de la subvención.
Los operadores del Sistema Único de Boleto Electrónico consideran que no es descabellado pensar en la implementación en todo el país. Además, aseguran que permitiría obtener beneficios en economía de escala y amortizaría lo gastado en el procesamiento de datos, ya que el costo es el mismo para operar 100 millones de transacciones por mes (el valor que se manejaba a fines del año pasado) que 200.
Es decir que gran parte de la tarea ya está hecha. En Mendoza por ejemplo, donde se encuentra la Red Bus, se cuentan 650 mil transacciones cada día hábil. Un valor mucho menor a lo que actualmente debe estar operando la SUBE.
La situación en Bahía Blanca ya estaría más avanzada, ya que su sistema e-bus, a cargo de la empresa Econ, cuenta con una gran memoria y permite grabar los datos de los usuarios, con lo cual ya está habilitada para eventuales transferencias de subsidios.
Por otro lado, el resquemor que existe de parte de las Transportistas por no tener más el control sobre sus ingresos se planea solucionar con cuentas en donde el dinero se gire inmediatamente. Mientras tanto, el gobierno puede manejar a su antojo todo el dinero que los usuarios cargaron en sus tarjetas pero que todavía no han utilizado. Con lo cual se hace de una voluminosa caja –que crece día a día- por la que no paga ni un centavo de interés. (La Política OnLine).
El secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi se reunirá el próximo jueves con delegaciones de todas las provincias para analizar la implementación del SUBE en todo el país. La primera de ellas sería Misiones, a partir de las declaraciones que realizó ayer el funcionario Hermes Almirón, según publicó el diario Misiones Online.
LPO dialogó con fuentes de Transporte en Mendoza y señalaron que hasta el momento no saben cuál será el pedido que hará el gobierno a las provincias. Pero lo que trascendió es que la intención es utilizar la infraestructura ya instalada en las grandes ciudades como Rosario, Córdoba y Mendoza.
Es que la magnitud en la cantidad de pasajeros en estos distritos son muy inferiores en comparación al Gran Buenos Aires. Mientras en el GBA circulan unos 18.000 vehículos destinados al transporte público, el segundo lugar lo ocupa Córdoba, que tiene menos de 1.000.
Sin embargo, todavía faltan algunas cuestiones por resolver como la personalización de las tarjetas. Por ejemplo, en Mendoza se implementó un sistema electrónico pero que aun no cuenta con la información de cada usuario. Es decir, las tarjetas son anónimas, como la era la pionera Monedero en Capital Federal, en vías de extinción.
Este punto es de vital importancia ya que es el eje transversal del “reacomodamiento” en los subsidios que quiere hacer el gobierno, y con el que busca reducir el gasto público pero sin que el impacto se note en los sectores menos favorecidos. En ese sentido la SUBE se erigió como el mecanismo adecuado para cargar el nivel de ingreso de cada usuario y a partir de ahí decidir si necesita o no de la subvención.
Los operadores del Sistema Único de Boleto Electrónico consideran que no es descabellado pensar en la implementación en todo el país. Además, aseguran que permitiría obtener beneficios en economía de escala y amortizaría lo gastado en el procesamiento de datos, ya que el costo es el mismo para operar 100 millones de transacciones por mes (el valor que se manejaba a fines del año pasado) que 200.
Es decir que gran parte de la tarea ya está hecha. En Mendoza por ejemplo, donde se encuentra la Red Bus, se cuentan 650 mil transacciones cada día hábil. Un valor mucho menor a lo que actualmente debe estar operando la SUBE.
La situación en Bahía Blanca ya estaría más avanzada, ya que su sistema e-bus, a cargo de la empresa Econ, cuenta con una gran memoria y permite grabar los datos de los usuarios, con lo cual ya está habilitada para eventuales transferencias de subsidios.
Por otro lado, el resquemor que existe de parte de las Transportistas por no tener más el control sobre sus ingresos se planea solucionar con cuentas en donde el dinero se gire inmediatamente. Mientras tanto, el gobierno puede manejar a su antojo todo el dinero que los usuarios cargaron en sus tarjetas pero que todavía no han utilizado. Con lo cual se hace de una voluminosa caja –que crece día a día- por la que no paga ni un centavo de interés. (La Política OnLine).
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