Buscan detectar irregularidades y regímenes de licencias demasiados laxos. El sistema reemplazará a la planilla de asistencia que firman los maestros y reducirá costos.
El gobierno de Daniel Scioli estima que el 11 por ciento de los docentes suele no estar dando clases por diversas causas, y por ello en los próximos meses se implementará un control on line de asistencias en escuelas públicas bonaerenses a través de un sistema informático al que deberán estar conectados todos los edificios escolares de la Provincia. Así lo anunció la flamante directora general de Educación bonaerense, Nora de Lucía, quien busca terminar con los altísimos costos que representan licencias interminables tomadas por muchos docentes que terminan haciendo uso y abuso de un régimen ya de por sí laxo.
Con ello, se espera bajar gastos pero también hacer una mejor utilización de los recursos financieros del sistema de enseñanza pública.
Además, las autoridades intentan detectar presuntas irregularidades en el otorgamiento de licencias por enfermedad y controlar la presencia de maestros y profesores frente a las aulas.
La educación de 4,5 millones de alumnos en casi 18 mil establecimientos insume más de 32.000 millones de pesos por año al Estado provincial.
La decisión de revisar los gastos educativos derivó en la renuncia de la pedagoga Silvina Gvirtz, supuestamente por indicación de la Casa Rosada, quien dijo que no iba a ser la "responsable de un ajuste”. La revisión ideada por el equipo de De Lucía apuntaría también a las licencias por enfermedad y a la cobertura de vacantes con suplentes.
Esa situación ya la planteado la presidenta Cristina Fernández al afirmar que el 24% de los docentes estaba con alguna licencia.
En la Provincia estiman que el índice estaría en el 11%, sobre el total del plantel educativo que asciende a 360 mil docentes.
Unos 40 mil puestos serían ocupados por docentes que no están frente a alumnos.
Los gremios se mostraron molestos con los controles: “Debería evaluar también las condiciones edilicias, los comedores, el transporte escolar, la formación de las juntas médicas o la violencia escolar. Esta propuesta sería para aplicar en Suiza, donde esos problemas están resueltos”, dijo Mirta Petrocini, de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB).
Con relación a las suplencias por enfermedad, Petrocini explicó que “el gobierno debe estudiar los motivos de las enfermedades y hacer políticas de prevención que hoy no existen”.
El gobierno de Daniel Scioli estima que el 11 por ciento de los docentes suele no estar dando clases por diversas causas, y por ello en los próximos meses se implementará un control on line de asistencias en escuelas públicas bonaerenses a través de un sistema informático al que deberán estar conectados todos los edificios escolares de la Provincia. Así lo anunció la flamante directora general de Educación bonaerense, Nora de Lucía, quien busca terminar con los altísimos costos que representan licencias interminables tomadas por muchos docentes que terminan haciendo uso y abuso de un régimen ya de por sí laxo.
Con ello, se espera bajar gastos pero también hacer una mejor utilización de los recursos financieros del sistema de enseñanza pública.
Además, las autoridades intentan detectar presuntas irregularidades en el otorgamiento de licencias por enfermedad y controlar la presencia de maestros y profesores frente a las aulas.
La educación de 4,5 millones de alumnos en casi 18 mil establecimientos insume más de 32.000 millones de pesos por año al Estado provincial.
La decisión de revisar los gastos educativos derivó en la renuncia de la pedagoga Silvina Gvirtz, supuestamente por indicación de la Casa Rosada, quien dijo que no iba a ser la "responsable de un ajuste”. La revisión ideada por el equipo de De Lucía apuntaría también a las licencias por enfermedad y a la cobertura de vacantes con suplentes.
Esa situación ya la planteado la presidenta Cristina Fernández al afirmar que el 24% de los docentes estaba con alguna licencia.
En la Provincia estiman que el índice estaría en el 11%, sobre el total del plantel educativo que asciende a 360 mil docentes.
Unos 40 mil puestos serían ocupados por docentes que no están frente a alumnos.
Los gremios se mostraron molestos con los controles: “Debería evaluar también las condiciones edilicias, los comedores, el transporte escolar, la formación de las juntas médicas o la violencia escolar. Esta propuesta sería para aplicar en Suiza, donde esos problemas están resueltos”, dijo Mirta Petrocini, de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB).
Con relación a las suplencias por enfermedad, Petrocini explicó que “el gobierno debe estudiar los motivos de las enfermedades y hacer políticas de prevención que hoy no existen”.
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