La institución académica distinguió con ese título a las tres presidentas por sus logros sociales y de desarrollo económico en sus países, y porque por primera vez en la historia los pueblos de Argentina, Brasil y Chile, el denominado ABC, que imaginaron Perón, Vargas e Ibáñez del Campo en la década del 50, están presididos por mujeres nacidas en las luchas populares contra dictaduras militares y gobiernos neoliberales y, que por eso, la demorada integración de nuestras sociedades es un horizonte más cercano.
En de la serie de doctorados Honoris Causa otorgados por la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) a grandes líderes continentales por su aporte a la integración latinoamericana de un nuevo orden geopolítico global multipolar, más justo y más humano, el Consejo Superior de la casa de altos estudios decidió otorgar en esta ocasión la distinción a las tres primeras mujeres presidentas de Argentina, Brasil y Chile, respectivamente: Cristina Fernández, Dilma Roussef y Michelle Bachelet.
Si bien en los considerandos de las resoluciones de las designaciones, se destacan los logros sociales y económicos de cada una de las mandatarias en sus países, en el final de cada uno se repite un párrafo sobre el sentido de los doctorados para las tres presidentas del “nuevo ABC”: “Por primera vez en la historia los pueblos de Argentina, Brasil y Chile, el denominado ABC,que imaginaron Juan Domingo Perón, Getulio Vargas y Carlos Ibáñez del Campo en la década del 50 del siglo 20 para coordinar la integración económica, política y social de nuestros pueblos, están presididos por mujeres nacidas en las luchas populares contra dictaduras militares y gobiernos neoliberales y, que por eso, la demorada integración de nuestras sociedades es un horizonte más cercano”, indica el texto.
Cristina Fernández de Kirchner
En relación a nuestra Presidenta, la resolución del Consejo Superior de la UNLa que la designa Honoris Causa, argumenta que los tres gobiernos del FPV contribuyeron decisivamente a generar el ciclo de desarrollo más profundo de la historia argentina, con un modelo social inclusivo que cimentó las bases para la edificación de un proyecto de país que logró una expansión inédita del Producto Bruto Interno, la reducción del desempleo y de la pobreza, la renegociación de la deuda externa en condiciones favorables priorizando el interés nacional y la dignificación de conciudadanos que no accedían a pensiones, jubilaciones o a la mínima infraestructura urbana.
Porotra parte, resalta “la recuperación de la soberanía con la expropiación de YPF y de Aerolíneas Argentinas, el inicio de la modernización de la red ferroviaria,la restauración del Sistema Integrado Previsional Argentino basado en el criterio de la solidaridad, la universalización de la Asignación PorHijo, la masificación de los planes Nacer, Progresar y SUMAR para los niños y jóvenes, el impulso a la Economía Social, la democratización de la cultura y de la comunicación social”.
También enfatiza que la reindustrialización del país, con la apertura de trescientos setenta parques industriales y el crecimiento de un 106,4% del PBI Industrial entre 2003 y 2013, promovió la creación de seis millones de puestos de trabajo,establecidos en el marco de Convenios Colectivos de Trabajo libres entre sindicatos y cámaras empresarias y complementados con reuniones del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil que llevaron el salario mínimo a los valores más altos de la región.
Entre los logros en ciencia y educación, el texto subraya: “Gracias a la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el crecimiento exponencial del CONICET, la creación de diez universidades públicas nacionales y la jerarquización presupuestaria y de las funciones sociales de las existentes, motorizó un cambio de paradigma educativo-científico centrado en la generación de conocimiento social para la resolución de los problemas nacionales, y que la construcción de más de 1.700 escuelas, la difusión del plan FINES que ayudó a medio millón de argentinos a completar sus estudios secundarios y la distribución de 67 millones de libros aseguró que ciudadanos puedan acceder a la educación”.
La política de integración latinoamericana desarrollada por la Presidenta también es mencionada entre los argumentos de la distinción. Se destaca la firmeoposición a la formación del ALCA (2005), el apoyo a la constitución del UNASUR(2008) y la CELAC(2010), la reformulación del MERCOSUR como un ámbito de integración social, y el constante ejercicio de la solidaridad a escalaregional.
Por último, se hace una mención a la Cuestión Malvinas, donde la Presidenta “mantuvo y mantiene una sostenida política de reivindicación y defensa de la soberanía argentina sobre el archipiélago y su mar circundante, así como un permanente reclamo de solución pacífica del conflicto, tal como lo plantean numerosas resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas y de su Comité de Descolonización”.
Dilma Roussef
La presidenta de Brasil recibió la distinción, entre otros argumentos, por su programa de gobierno que se orientó a la erradicación de la pobreza extrema y el fortalecimiento del desarrollo y, para eso, invirtió en los Programa Brasil Sin Miseria, Brasil Cariñoso, Beca Verde, entre otros, con ejes en la población rural, los menores y las familias más necesitadas. Según el Consejo Superior dela UNLa, el impacto positivo de estas políticas sociales contribuyó acontrarrestar la crisis económica mundial y a otorgar derechos a sectoresexcluidos de la sociedad.
También se enfatiza el rol de Roussef en relación a los Derechos Humanos: “Su apoyo a la constitución de la Comisión de la Verdad y a la ley de Libre Acceso a la Información Pública afianzaron el debate sobre la historia reciente y las violaciones de los derechos humanos en el Brasil”, sostiene el texto.
Finalmente, la UNLa destaca que la política exterior de la mandataria brasileña “tendiente a la consolidación del MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC y la construcción de la Patria Grande, así como su postura de autonomía en los foros internacionales y su acompañamiento explícito a la Causa Malvinas. Además, recalca que su primer viaje como presidenta electa lo realizó a nuestro país, afianzando los vínculos históricos que unen a nuestras naciones.
Michelle Bachelet
En relación a Bachelet, la UNLa destaca que por su trayectoria, el éxito de las políticas que implementó en los ministerios que dirigió y un programa de gobierno orientado a la democratización política, la distribución de la renta y el bienestar social, fue votada y accedió a la presidencia de la República en 2006 con el 53,5% de los votos; convirtiéndose así en la primera chilena electa para el máximo nivel de conducción del Estado. Además, “las medidas iniciales que encaró fueron una reforma política del sistema binominal, una transformación del ministerio de Salud, con la universalización de la cobertura para los adultos mayores, y un debate sobre la mercantilización de la educación, en el contexto de una gran movilización estudiantil”.
La resolución también destaca que cuando Bachelet finalizó en su primera presidencia en 2010 mantenía, un nivel de aceptación de más del 70% de sus conciudadanos;desde ese mismo año y hasta el 2013 se desempeñó como directora ejecutiva de ONU Mujeres, un organismo de las Naciones Unidas que fusionó diferentes oficinas que promovían los derechos de las mujeres; y que durante esos años continuó acompañando los esfuerzos por la unidad regional.
Por último, resalta que “con una plataforma de gobierno que se concentró en una revolución educativa para asegurar la gratuidad de los estudios en todos los niveles, principal demanda popular, resultó victoriosa en segunda vuelta con el 62,16% de los votos en las últimas elecciones presidenciales, y que su primer viaje fue a nuestro país, donde respaldó el legítimo reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas”.
Doctoras de la Patria Grande
(o Mujeres de la Patria Grande)
Ana María Jaramillo
Rectora de la Universidad Nacional de Lanús
Cuando en septiembre de 1951, en la conmemoración de la Independencia de Brasil, Juan Domingo Perón planteó públicamente la idea del nuevo ABC, nadie podría haber imaginado que la Argentina, Brasil y Chile estarían hoy presididos por tres mujeres. Nacidas y fogueadas en las luchas populares contra las dictaduras que asolaron nuestra región en los ’60, ’70 y '80, Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff y Michelle Bachelet fueron designadas Doctoras Honoris Causa por la Universidad Nacional de Lanús.
Benedetto Croce decía que “La historia es, ha sido y siempre será la misma, historia viva, contemporánea que son la crónica, la filológica, la poética y la practicista”. Para seguir haciendo historia, la Patria Grande necesita más que nunca conductores y conductoras que puedan crear pensamiento y promover acción desde nuestro lugar y nuestro tiempo.
A más de 60 años, aquella integración de nuestros pueblos que soñaron Perón, Getulio Vargas y Carlos Ibáñez del Campo se encarna hoy en Cristina, Dilma y Michelle: en su accionar en pos de la Patria Grande, en su actitud de servicio al otro, en su sensibilidad, en su inteligencia, en su valentía y su coraje.
Cristina Fernández es dueña de una extensa trayectoria política y, junto a Néstor Kirchner, la gran gestora de los cambios que generaron el ciclo de desarrollo más largo de nuestra historia. Dilma Rousseff acredita una larga experiencia de militancia y de gestión gubernamental desde la transición democrática del Brasil. Michelle Bachelet lideró una exitosa reforma del sistema sanitario chileno y fue reelecta recientemente por su pueblo. Latinoamericanas y políticas, además de acumular un curriculum mucho más extenso que el que permite el espacio de esta nota, las tres nos permiten ver cada vez más cerca la imagen del continente unido que desveló a Bolívar y a San Martín.
Pero hay algo más. Los poderosos siempre nominan: bautizaron desde el poder nuestras ciudades, nuestras islas, nuestro territorio, expoliaron nuestros recursos, sometieron a nuestros pueblos, hicieron de la lengua una razón de geopolítica y compraron voluntades vernáculas, hoy tan o más vigentes que nunca, para decidir qué modelo de desarrollo deberíamos tener para su mayor utilidad y servicio. De la misma manera, estamos acostumbrados a un mundo que aprendió a nominarse en masculino: baste recordar el sinfín de cuestionamientos que provocó la denominación de “Presidenta” para la mandataria argentina. Las tres son primeras mujeres en llegar electas a la Presidencia de sus respectivos países, y, en cuanto mujeres y herederas de grandes heroínas como Juana Azurduy, Bartolina Sisa o Micaela Bastidas Puyuqawua, proponen una nueva perspectiva. De la misma manera que sucede, felizmente, con tantas otras cosas, también en este campo Latinoamérica ha tomado la palabra.
“La unidad comienza por la unión, y esta por la unificación de un núcleo básico de aglutinación” dijo Perón. Estas tres grandes mujeres son la certeza de estar en el camino de esa unidad. Que sean Doctoras Honoris Causa de nuestra Universidad, sumándose así a los líderes latinoamericanos que ya han recibido esta distinción, es un verdadero honor para nosotros y un ejemplo a seguir para los jóvenes, hombres y mujeres, que estudian en nuestra Casa, esos profesionales por venir que en un futuro cercano manejarán los destinos de nuestra Patria Grande.
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