domingo, abril 19, 2015

Hablar lo justo y necesario. De las máximas de José de San Martín. Por Lic. Amalia I. Pastén.

Los seres humanos somos los únicos que emitidos sonidos considerados palabras, las cuales pronunciamos y le damos forma escrita. Desde hace muchos siglos los seres humanos han tratado de comunicarse por ese medio: la palabra.
La palabra es un arma de  doble filo y como tal peligrosa e implacable, cuando sale de la boca nada es igual, para bien o para mal. Lo dicho dicho está.
Además esta suele tener tantas interpretaciones como seres humanos hay en el mundo y como situaciones vivan cada uno
La palabra  es hacedora de hechos increíbles, inconmensurable pero también hiriente de muerte.
Muchos no tienen en cuenta cuando mueven la lengua y emiten esos sonidos que debieran poner primero el cerebro en funcionamiento.
Otros creen que serán mejor comprendidos si lo hacen además en alta voz; otros tantos sospechan que quedarse callado es pasar inadvertidos, no ser tenidos en cuenta, ni una cosa ni la otra; pero es bueno saber que hay un momento para cada una .y que los tonos de las palabras también son importantes
Hay palabras mágicas y debieran de ser de  uso cotidiano «permiso, por favor, gracias, disculpe, perdón», con ellas en nuestra boca se evitarían muchas peleas incluso guerras entre países.
Escuchar es la otra parte del uso de la palabra, porque si todos hablamos y ninguno escucha esta será como arrojada al vacio. Escuchar no es precisamente no hablar es comprender lo que el otro nos quiere decir y aceptar o rebatir dentro de una realidad concreta para fines también concretos y realizables para el bien común.
Las palabras son parte importante del desarrollo de la vida de cada uno y también de la comunidad que lo contiene, pero si esta no está acompañada de obras son palabras inútiles.
Desde la Biblia se puede leer aquella frase «A Dios orando, pero con el mazo dando» eso quiere decir que podemos hablar y seguir con nuestra tarea diaria para así ganarnos el pan.
Hablemos con propiedad y escuchemos con responsabilidad. (De la edición gráfica Nº 532 de Punto Cero).

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